VALÈNCIA. (EP) Un 9,9 por ciento de la población española ha pasado la Covid-19 y ha desarrollado anticuerpos IgG, lo que supone un total de 4,7 millones de personas, según la cuarta ronda del 'Estudio Nacional de Seroprevalencia ENE-COVID', presentada este martes en rueda de prensa y elaborada por el Ministerio Sanidad, junto al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y con la colaboración de las comunidades autónomas.
La tercera ola del estudio, realizada hasta julio, concluyó que el 5,2 por ciento de los españoles tenía anticuerpos IgG, es decir, poco más de 2 millones de personas. Los resultados dados a conocer hoy, por tanto, indican que entre julio y noviembre, dentro de la segunda ola, se han infectado aproximadamente el mismo número de personas en España que en la primera ola, según ha precisado la directora del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Raquel Yotti.
En esta cuarta ronda no se han observado diferencias en la seroprevalencia entre hombres y mujeres. Tanto en prevalencia actual como global, los porcentajes son menores entre los niños menores de 10 años, y muy similares en los demás rangos de edad. Sin embargo, se está detectando "aproximadamente el 60 por ciento de los casos", de acuerdo con los datos aportados por Yotti, mientras que en la primera fue del 10 por ciento, gracias a "un incremento muy importante en las técnicas diagnósticas en todo el país".
Yotti ha remachado que estas estimaciones aún deben confirmarse, trasladarse a la realidad de cada comunidad autónoma y estudiarse considerando otros factores que trascienden al estudio de seroprevalencia, como el porcentaje de casos en población institucionalizada (como residencias).
Con datos de la segunda quincena de noviembre, el porcentaje de personas que actualmente tienen anticuerpos IgG se sitúa en un 7,1 por ciento, según ha informado la directora del Centro Nacional de Epidemiología (CNE), Marina Pollán. La diferencia entre el 9,9 por ciento de prevalencia global y el 7,1 por ciento de la actual "no significa" que esas personas hayan perdido los anticuerpos contra el virus, y por tanto no estén protegidas en cierta forma, sino que "no tienen niveles suficientemente altos para que el test rápido de anticuerpos dé positivo".
Los estudios de laboratorio que se están realizando estos días en el CNE con varias técnicas serológicas de alto rendimiento permitirán analizar si la diferencia entre la prevalencia global y la prevalencia actual se debe a la duración de la inmunidad o a otros factores relacionados con las técnicas utilizadas para la medición de anticuerpos.
El número de participantes en esta cuarta ronda ha sido de 51.409 personas, el 53 por ciento de quienes fueron contactados. Esta cifra es "algo inferior" a la de las tres primeras rondas, pero "sigue siendo excelente y más que suficiente para la representatividad del estudio", ha defendido el secretario general de Salud Digital, Información e Innovación del SNS del Ministerio de Sanidad, Alfredo González, quien ha defendido que, en cualquier caso, son "muy superiores" a los de estudios similares en nuestro entorno.
En esta cuarta ronda, el trabajo de campo del estudio se ha realizado entre el 16 y 29 de noviembre, con la participación de más de 1.500 centros de salud y 4.000 profesionales sanitarios. Los resultados publicados hoy se ciñen a los resultados de los test rápidos de anticuerpos, mientras que "en las próximas semanas" se presentarán "análisis más detallados" con las pruebas realizadas en laboratorio.
Está confirmada la realización de una quinta ronda, aunque Yotti ha puntualizado que no hay una "fecha cerrada", ya que tendrá que adecuarse a las condiciones epidemiológicas y a la campaña de vacunación, que previsiblemente comenzará en la última semana del año o la primera de 2021. Originalmente, se preveía realizar la quinta tanda de pruebas de anticuerpos en febrero y la sexta en abril.
Al igual que en las rondas anteriores, hay una importante variabilidad geográfica en los resultados: mientras en el núcleo central de la península la prevalencia global se acerca e incluso supera el 15 por ciento, hay provincias en las que la prevalencia no llega al 5 por ciento. Así, hay tres provincias con una prevalencia por encima del 18 por ciento (Cuenca, Soria y Comunidad de Madrid), mientras que siete se encuentran por debajo del 5 por ciento: Canarias, Lugo, Pontevedra, A Coruña, Valencia, Huelva y Córdoba.
Sin embargo, y a pesar de la mayor prevalencia de personas con anticuerpos en Cuencia, Soria y Madrid, la directora del Centro Nacional de Epidemiología ha rechazado que estas provincias hayan alcanzado algún tipo de inmunidad de grupo que permita relajar las restricciones. "Las estimaciones más bajas que se han hecho para alcanzar la inmunidad de rebaño están en torno al 40 por ciento. El hecho de haber alcanzado esa seroprevalencia no significa que las medidas de contención no sean aplicables a estas zonas", ha defendido.
No obstante, en comparación con las tres primeras rondas, en la cuarta se ha observado una mayor dispersión del COVID-19 a lo largo de España. La proporción de personas con anticuerpos IgG es mayor en residentes de grandes ciudades (más de 100.000 habitantes), y se sitúa en estas localizaciones en un 8,3 por ciento actualmente y en un 11,6 por ciento desde que comenzó la pandemia.
Según los datos de la cuarta ronda, el personal sanitario (16,8%) y las mujeres que cuidan a dependientes en el domicilio (16,3%) presentan las cifras más altas de prevalencia global. También es significativamente mayor en mujeres ocupadas en tareas de limpieza (13,9%) y en mujeres trabajadoras del sector sociosanitario (13,1%).
De la misma forma, las personas que en algún momento han convivido con un caso confirmado presentan una prevalencia de anticuerpos IgG del 31 por ciento en esta cuarta ronda, y es menor (13%) en las personas que han tenido contacto con un caso confirmado no conviviente (persona familiar o amiga). Asimismo, se ha identificado que las personas que no tienen nacionalidad española tienen una prevalencia mayor, en torno al 13 por ciento, que "puede estar relacionada con el trabajo que realizan o sus condiciones de vida", ha argumentado Pollán.
El porcentaje de personas que dieron negativo en la primera fase del estudio que ahora tienen anticuerpos (lo que se conoce como tasa de seroconversión) se sitúa en un 3,8 por ciento, un porcentaje mayor que el 0,7-0,9 por ciento detectado en las primeras rondas. "Toda la movilidad que hemos tenido en verano y otoño se refelja en esta mayor tasa", ha justificado Pollán.
De la misma forma, el porcentaje de personas asintomáticas durante las 4 rondas que tiene anticuerpos IgG se sitúa en un 3,3 por ciento, mientras que en las rondas anteriores se mantuvo entre un 2,5 y un 2,8 por ciento.
La tasa de seroconversión entre participantes que desde el verano han convivido con casos conocidos o sospechosos de COVID-19 se ha multiplicado casi por 10 con respecto al porcentaje global de seroconversión: se sitúa en un 35 por ciento en convivientes de caso confirmado y en un 26,3 por ciento en convivientes de personas con síntomas COVID-19.
El porcentaje de asintomáticos en relación con el total de positivos se estima en torno al 30 por ciento. Los nuevos datos confirman que la prevalencia aumenta con el número de síntomas compatibles con la COVID-19, y que es particularmente alta (43%) entre quienes desarrollan pérdida de olfato (anosmia).