VALÈNCIA. Generalitat y Ayuntamiento de València dieron este viernes un paso decisivo para desbloquear el plan de reestructuración de Feria Valencia. Por primera vez desde que la Conselleria de Hacienda puso sobre la mesa hace más de un año el traspaso de la propiedad del recinto ferial como compensación por asumir su millonaria deuda, el Ayuntamiento se accede a facilitar esa posibilidad, pero no a cualquier precio. En concreto, el Consistorio ha aceptado ya la permuta como fórmula para ceder a la Generalitat la titularidad del suelo municipal, los edificios y la concesión a favor de Feria Valencia, de forma que la negociación se centra ahora en llegar a un acuerdo sobre la valoración de los activos a intercambiar que satisfaga a ambas partes.
Este principio de acuerdo tomó cuerpo en la reunión de la comisión de seguimiento del proceso de reestructuración que los representantes de ambas instituciones y Feria Valencia celebraron ayer para avanzar en una salida que permita evitar que la institución ferial pueda entrar en causa de disolución este mismo año. Tal y como publicó Valencia Plaza, una vez se formalice la asunción de la deuda, el patrimonio neto de Feria Valencia pasará a ser negativo. Para resolver ese desequilibrio patrimonial, la Conselleria de Hacienda planteó de nuevo al Consistorio el traspaso de la propiedad, pero el gobierno municipal ni se planteaba desprenderse de ese activo. Hasta ahora.
Según explican fuentes conocedoras del encuentro, los representantes del equipo de gobierno municipal respondieron a la oferta que la Conselleria de Hacienda les trasladó en el último comité ejecutivo del recinto ferial con un listado de activos titularidad de la Generalitat que podría ser interesante incorporar al patrimonio municipal. Cerrado pues el acuerdo político, las conversaciones se adentran ahora en una etapa técnica para fijar un precio justo para las dos partes.
Se trata de un avance más que sustancial, ya que hasta ahora el alcalde de València y presidente del patronato del recinto ferial siempre había frenado el traspaso de los activos a la Generalitat a modo de dación en pago para que la administración autonómica se resarciera del coste público asumido con la deuda.
La urgencia de actuar ante la delicada situación financiera que atraviesa en recinto, complicada por la Covid-19 y la reciente cancelación de certámenes que reportan importantes ingresos como Feria Hábitat, ha servido para allanar el camino del acuerdo. Pero también la posibilidad de contar con nuevos activos en la ciudad con los que podría contar a medio plazo, mientras que para recuperar la titularidad de Feria Valencia aún tendría que esperar los treinta años que faltan para que expire la concesión.
Para trabajar sobre sobre las cifras de la operación, el Ayuntamiento facilitó a la Conselleria de Hacienda la documentación necesaria para fijar la valoración, como los planos de las parcelas o del recinto ferial. El proceso que se inicia ahora, independientemente de la distancia que pueda existir sobre el precio, tampoco será sencillo debido a que los inmuebles, que suman 230.000 metros cuadrados y costaron más de 586 millones de euros, ni siquiera están inscritos en el registro de la propiedad.
El problema, como explicó este periódico a partir de la información disponible en el Registro de la Propiedad de Paterna sobre las parcelas en las que se levanta el inmueble, es que éste no existe a efectos administrativos y, por lo tanto, el Consistorio no podría completar la concesión demanial sobre un bien que no tiene registrado.
En las notas simples, el Ayuntamiento de València figura como actual titular de varias fincas de naturaleza urbana en Benimámet y Paterna que suman más de 335.000 metros cuadrados. Entre ellos están los 195.000 metros cuadrados de suelo que el Consistorio le compró al Ministerio de Defensa en 1964 para trasladar el recinto a su actual ubicación y otras dos fincas de menor superficie en Benimámet y Paterna de las que el Ayuntamiento de València es titular desde 2002, año en el que se planificó la ampliación del recinto hasta su dimensión actual. Sin embargo, en ninguna de las descripciones de los bienes en el Registro se hace referencia a los edificios construidos en esas parcelas de terreno porque nunca llegaron a ser inscritos.
El intercambio de activos entre las dos administraciones aún está verde, pero el Ayuntamiento ya ha comenzado a trazar algunas líneas rojas sobre los activos que estaría dispuesto a aceptar y los que no. Entre los segundos están los propios pabellones de Feria Valencia, los de menor interés desde el punto de vista expositivo o los más antiguos, que tampoco parecen interesar a la ciudad a la vista de lo manifestado este viernes por sus representantes.
Los bienes que formarán parte de la permuta se concretarán pues en los próximos meses. Independientemente de que las partes estaban abocadas a ponerse de acuerdo para resolver el inminente desequilibrio patrimonial al que se enfrenta Feria Valencia, la operación interesa a las dos partes porque, para evitar tener que liquidar Feria Valencia, Ayuntamiento y Generalitat tendrían que aportar su parte correspondiente de recursos como patronos para evitar entrar en causa de disolución.
Además, Feria Valencia, cuyo principal salón anual es Cevisama, podrá compensar parcialmente la despatrimonialización que supone desprenderse del suelo y los edificios de Feria Valencia, mientras que la Generalitat se queda en propiedad el recinto levantado sobre suelo municipal para resarcirse de tener que asumir la deuda generada con su ampliación.
Por su parte, para Feria Valencia puede suponer un paso decisivo en su plan de reestructuración, ya que desde el momento en el que se haga la permuta el Ayuntamiento desaparece del escenario y la Generalitat asume el rol de único interlocutor al ser el titular de todos los activos y de la concesión administrativa para explotarlos.