VALÈNCIA. La portavoz adjunta del PPCV, Eva Ortiz, anunció este martes que será ella quien haga la pregunta de control al president de la Generalitat, Ximo Puig en la próxima sesión de control. Una decisión que, no obstante, será provisional, dado que el grupo parlamentario sigue sin resolver quién ocupará la sindicatura tras la salida de Isabel Bonig. Una designación que en las filas populares barajan posponer hasta que se celebre su congreso regional, que tendrá lugar el 3 de julio.
La interinidad en la que dejaría eso a la formación, sin embargo, no solo preocupa en el propio grupo del PP, también desquicia a los grupos parlamentarios del Botànic. O al menos a PSPV y Compromís (Unides Podem se desmarcó), que instaron este martes en la rueda de prensa tras la Junta de Síndics a los populares a resolver el nombramiento del nuevo síndic o síndica y cumplir con lo que marca el Reglamento de Les Corts con independencia de lo que ocurra en la vida interna del propio partido.
La portavoz adjunta del PSPV Carmen Martínez advirtió que no se podía "perpetuar en el tiempo una situación excepcional" porque en el PP "no se pongan de acuerdo internamente, o porque estén esperando un congreso o alguien esté haciendo un cásting como si fuera un programa de televisión". En este sentido, Martínez recordó a los populares podrían nombrar un portavoz aunque sea de forma provisional hasta el congreso de julio y, más tarde, si así lo consideran, volver a cambiarlo. Pero dejar sin cubrir ese puesto tiempo hasta el congreso regional de julio sería, a su juicio, tomarse "a broma" la institución y hacer de ella "la casa de tócame Roque".
En la misma línea se pronunció el síndic de Compromís, Fran Ferri, que instó también al PP a sustituir a Bonig y no "alargar en el tiempo" el vacío en el cargo de síndic. El portavoz de la coalición valencianista, de hecho, consideró que establecer un proceso de "interinidad" a la espera del congreso del PPCV de julio "no es bueno" para el Parlamento porque, entre otras cuestiones, la vida en Les Corts continúa y se tienen que abordar negociaciones con otros grupos parlamentarios: "Negociar si no hay nadie a la cabeza es complicado", reflexionó.
Más allá de las valoraciones, PSPV y Compromís se ciñeron a lo que marca el Reglamento de Les Corts Valencianes para recordar al PP que la norma bajo la que se rigen los grupos parlamentarios establece que la pregunta de control al president de la Generalitat la formulan los síndicos, que pueden ser sustituidos temporalmente por cuestiones muy concretas: enfermedad o incapacidad temporal, o ausencia con motivo de un viaje oficial.
El hecho de que asuman esta pregunta los adjuntos, no obstante, es un hecho excepcional que según socialistas y valencianistas se admiten por causas sobrevenidas. De hecho, así ocurrió hace apenas dos meses cuando la entonces portavoz adjunta de Ciudadanos Ruth Merino fue quien hizo la pregunta al jefe del Consell por la marcha imprevisible de Toni Cantó.
Sin embargo, en el PPCV no lo ven de la misma manera. Precisamente encuentran en este precedente la excusa para defender que, si la Mesa de Les Corts y los letrados han permitido con anterioridad que una adjunta hiciera la pregunta de control a Ximo Puig, ahora no existiría problema alguno en poder autorizarlo para futuras ocasiones.
La diferencia entre ambas situaciones, sin embargo, es significativa: en Ciudadanos tuvieron que registrar este cambio dos días antes porque el portazo de Cantó se produjo un lunes y ese mismo jueves había sesión de control al president de la Generalitat, mientras que en el caso del PP, el margen con el que cuentan es mayor. Desde el adiós de Bonig hasta la próxima sesión de control a Puig habrán pasado dos semanas.
Pero no solo eso, si tal y como se baraja en el seno del partido la intención es posponer la decisión hasta que se celebre el congreso regional, el nombramiento tardaría en producirse siete semanas. Un plazo en el que se deben celebrar cinco plenos distribuidos a lo largo de los meses de mayo, junio y la primera semana de julio y a los que se sumaría con toda probabilidad el habitual pleno escoba que suele tratar los asuntos que han quedado pendientes y sus señorías agilizan para introducirlos en un orden del día de manera que los temas parlamentarios más avanzados no decaigan y tengan que iniciar su tramitación desde cero. En total, seis sesiones plenarias.
La puesta en escena hasta en seis ocasiones de un Partido Popular sin portavoz y en la que los adjuntos tuvieran que asumir transitoriamente este papel genera no pocos recelos en el grupo parlamentario, dado que es un contexto que trasladaría una imagen de cierta inestabilidad interna. Algo que conviene evitar. De hecho, fuentes del grupo son partidarias de nombrar aunque sea de forma provisional a un portavoz aunque luego esta designación pudiera cambiar tras el 3 de julio.
Otra de las opciones que se barajan es fijarse como fecha límite el próximo 14 de mayo, cuando finaliza el plazo de recogida de avales para optar a la presidencia del PPCV. Si este viernes Carlos Mazón, el candidato oficialista, hubiese recogido los 90 avales requeridos y fuese el aspirante único -si el alcalde de Ayora, José Vicente Anaya acabara integrándose en su candidatura- trasladara al grupo parlamentario qué portavoz en Les Corts deben proclamar.
No obstante, este planteamiento genera dudas. Los estatutos establecen que proponer un portavoz es una tarea que compete a la dirección, pero también es cierto que actualmente la presidenta sigue siendo Isabel Bonig y el Comité Organizador del Congreso no tiene ningún tipo de poder de decisión en este sentido. Por lo que, al no ser Mazón presidente todavía -y no lo será de manera oficial hasta que se celebre el congreso-, habría que hacer una interpretación de los estatutos para que adoptar esta decisión intermedia que permitiría, eso sí, agilizar la designación de síndic y no esperar hasta el 3 de julio.