CASTELLÓ (EFE). El Castellón no podrá contar con su afición, la más numerosa de todos los clubes de Segunda B, en su sus aspiraciones de ascenso a Segunda División al tener que disputar la fase definitiva a partido único, a puerta cerrada y en campo neutral.
El Castellón se encuentra a noventa de regresar una década después al fútbol profesional, justo en la temporada en la que cuenta con el mayor número de abonados de su historia, 14.000, a la vez que también supera la cifra de clubes de superior categoría.
La crisis sanitaria que ha obligado a finalizar de forma anticipada la Liga, también provocará que, aunque en la eliminatoria con el campeón de otro grupo la situación sea idéntica, el Castellón no podrá contar con el apoyo en las gradas de su afición.
Ésta ha sido determinante en multitud de ocasiones para conseguir resultados positivos, así como para evitar en determinados momentos la desaparición de la entidad que está a punto de cumplir 98 años.
La afición del Castellón está volcada con su equipo y desea un ascenso que nadie en Castalia hubiera imaginado un año atrás y que, además, serviría para garantizar la subsistencia de un club que ha visto como en la última década sus dirigentes han propiciado numerosos impagos a empleados y una gran crisis tanto económica como institucional que ha servido para que sus aficionados permanezcan, aún más, al lado de su equipo.