CASTELLÓ. El servicio de guardería rural del Consorcio del Paisaje Protegido de la Desembocadura del Millars se ha incautado de una red de pesca de grandes dimensiones instalada por unos furtivos este pasado fin de semana, según ha informado esta entidad en un comunicado. Los hechos ocurrieron durante las últimas horas de luz del viernes por la tarde. La guardería rural, durante el turno de vigilancia fluvial, detectó, con la ayuda de unos prismáticos, a varias personas transitando por los alrededores de la Gola sur.
El sábado a primera hora de la mañana un guarda rural acudió al lugar y descubrió una red de pesca que había sido instalada de lado a lado del río, según ha informado el Consorcio. Inmediatamente, dieron aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para que iniciara la investigación. La guardería rural intentó localizar a los furtivos durante toda la jornada del sábado.
Según el Consorcio, uno de los resultados más "lamentables" de esta acción llevada a cabo por un grupo de furtivos ha sido la muerte de dos aves acuáticas, una polla de agua -Gallinula chloropus- y una hembra de ànade real -Anas platyrhynchos-. Ambas redes son artefactos utilizados de manera profesional en la pesca marítima. Concretamente se trata de redes de trasmallo utilizadas en la pesca artesanal.
Son mallas con la trama pequeña que permite la captura de peces pequeños, impide el paso de grandes ejemplares por el río, pero, a la vez, son capaces de capturar otros animales presentes en el agua como aves, nutrias y otros seres vivos. Las redes, ahora en propiedad del Consorcio del Paisaje Protegido de la Desembocadura del Millars, serán destruidas. El Seprona de la Guardia Civil estudia los hechos para intentar localizar el grupo de pescadores furtivos que, en caso de ser localizados, se enfrentarían a importantes multas económicas, según el Consorcio.