El presidente del Parlamento Europeo anuncia las directrices políticas para la Comisión
Pide al Consejo que regule el reparto de inmigrantes obligatoriamente con una ley
BRUSELAS. El Reino Unido será el último responsable de un Brexit sin acuerdo, y responderá de sus obligaciones financieras, la garantía de los derechos de los ciudadanos y del Acuerdo de viernes Santo en la frontera con Irlanda. El Presidente del Parlamento europeo, David Sassoli, fue contundente este jueves al anunciar las directrices políticas dirigidas a la Comisión durante los últimos coletazos de negociación del Brexit para la salida del Reino Unido de la Unión, que se aprobarán en el pleno de la próxima semana en Estrasburgo.
Esta declaración de intenciones afectará a los más de 100.000 ciudadanos británicos que están cansados en al Comunitat Valenciana -la mayoría, en la provincia de Alicante-, más la población flotante indeterminada que va y viene sin problemas como ciudadano comunitario.
Las posibilidades de un Brexit sin acuerdo crecen con la incertidumbre del gobierno británico, desde que Boris Johnson perdió el apoyo de su Parlamento, y que va abocado a unas elecciones generales con el Brexit a las puertas para el 31 de octubre, fecha en que debería salir si no ha pedido una prórroga. Precisamente, el Parlamento europeo propondrá a la comisión que, de pedirlo, se le otorgue una extensión del plazo de salida al Gobierno británico.
Tanto la Unión Europea como el Reino Unido están preparándose para el peor de los escenarios, la salida sin acuerdo, lo que afectaría directamente a partir del 31 de octubre, a tres millones de europeos que viven en el Reino Unido y a unos dos millones de británicos repetidos por toda la Unión Europea.
El colectivo de residentes británicos en Europa más importante se encuentra en España, 330.000 censados y, de ellos, más de 100.000 en la Comunitat Valenciana. Es por ellos que el Estado español ha activado a un colectivo de 875 funcionarios para que hagan frente a este contingente de ciudadanos británicos que dejaran de tener las prerrogativas de la ciudadania europea, debiendo cambiar su estatus en cuanto a derechos en nuestro territorio. Se espera que afectará a más de 400.000 'expats' británicos, si se tiene en cuenta un elevado numero de ciudadanos que no están cansados o registrados en el padrón municipal.
Así, pues, la propuesta de resolución hecha pública este jueves en rueda de prensa, será aprobada, según manifestó David Sassoli. "En la Unión Europa se debate y se discute mucho, pero en lo que concierne al Brexit, estamos unidos y todos de acuerdo", añadió tajante el presidente del Parlamento. Esta propuesta de resolución fue presentada al negociador de la Comisión Europea, Michael Barnier, durante la Conferencia de Presidentes, que representa a todos los grupos políticos con escaño en el Parlamento.
En principio, se propone facilitar un acuerdo con el Reino Unido y "el que hay es el mejor", expresó Sassoli, porque "se trata de una instrumento que garantiza la certeza jurídica". Durante casi dos años, el gobierno de Theresa May alcanzó un acuerdo con la Unión Europea que se dio de bruces con su propio Parlamento y provocó su dimisión antes del verano. Uno de los escollos para llegar al acuerdo es el backstop, la frontera con Irlanda del Norte, que los británicos se niegan a reconocer para evitar la vuelta a los conflictos del Ulster.
A preguntas de los periodistas, Sassoli insistió en que "siempre hay soluciones para todo según las propuestas, pero el Reino Unido no ha presentado ninguna propuesta alternativa realmente creíble. Por nuestra parte, hay una propuesta de volver a la solución originaria de mantener el backstop con un documento anexo que vincule solo a Irlanda con Irlanda del Norte como un acuerdo de asociación".
No obstante, el presidente del Parlamento dejó bien claro que "Reino Unido será el único responsable de una salida sin acuerdo y deberá asumir todas las consecuencias de un Brexit duro". Ello implicará, según figura en los apartados 16 y 17 de la propuesta de resolución, que no estará exento de pagar la deuda con la Unión, es decir, deberá cumplir sus obligaciones financieras y deberá garantizar el respeto a los derechos de los ciudadanos, así como el Acuerdo de Viernes Santo para garantizar la paz entre las dos Irlandas. "Esperemos que el Reino Unido lo medite, esto es muy doloroso para nosotros", finalizó Sassoli en un emotivo último mensaje a las autoridades británicas.
Por último, Sassoli respondió a la reciente controversia por la denominación de las vicepresidencias de la Comisión Europea, en concreto respecto a la de la Protección del Estilo de Vida Europeo -European Way of Life-. Al parecer, algunos grupos políticos de la izquierda criticaron en sede parlamentaria que ello pudiera chocar con el tema de la emigración. Sassoli quitó hierro a esta cuestión, ya que no sólo esta vicepresidencia habría recibido críticas. "Algunas denominaciones no han entrado en el acuerdo", dijo, abriendo la puerta a un posible cambio por parte de la Comisión.
No obstante, sí fue contundente al exigir al Consejo Europeo que ponga en su agenda la reforma del Reglamento de Dublín sobre refugio y asilo. "Si no se afronta de una vez esta cuestión de forma política, ¿qué hacemos con esta pobre gente que llega a nuestras costas? Hoy es una barca con 20 personas, con 300… ¿y mañana?", comentó. Y, explicó irónicamente: "Hace tiempo que se propuso la reforma de Dublín, que no es el Evangelio. Lo que está claro es que cuando una barca llega a Grecia, Italia, España o Malta es una cuestión de europea, llega a Europa".
El presidente del Parlamento abundó en que la situación geográfica no debe ser determinante en la cuestión migratoria, ya que "esta responsabilidad es de todos". "Es una tragedia que cada semana tengamos gente, familias enteras, que llegan sin saber a dónde. Y este problema debemos afrontarlo nosotros y las generaciones futuras, pero no a base de voluntariedad de las ONG’s y los Estados del sur, sino de forma legal", manifestó refiriéndose a la responsabilidad del Consejo de no abordar la reforma de la normativa común, ya que se trata de una competencia de los Estados. "No hay que afrontar sólo la tragedia, sino también el futuro. Cuando una patera llega a Malta, llega a Europa", sentenció Sassoli recordando la postura de los Estados miembros mediterráneos de que la inmigración sea una responsabilidad compartida por toda de forma obligatoria y regulada con una ley.