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el billete / OPINIÓN

El Frob y el Banco de Valencia

Foto: EVA MÁÑEZ
22/12/2019 - 

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) ha admitido por primera vez el motivo por el que en 2012 inyectó en el Banco de Valencia 1.038 millones de euros más de lo que necesitaba esta entidad, un exceso pagado con los impuestos de todos los españoles que fue debido al "proceso de venta de la entidad" en el que resultó adjudicatario Caixabank por un euro.

En otras palabras, Caixabank pidió mil millones más, amén de otras garantías por si el pozo que le iban a dar no tenía fondo, y el Banco de España y el Gobierno de Rajoy —amenazado por la intervención de la Unión Europea— se los dieron porque la prioridad era vender el banco. A cualquier precio. Los informes a base de excel para justificar el dispendio vendrían después. De los accionistas minoritarios nadie se acordó, tampoco la Justicia.

No es el único caso, también ocurrió con Bankia cuando, recién perpetrada la gran estafa de la salida a Bolsa, le pidieron a Goirigolzarri que se hiciera cargo, tiró por elevación, presto a regatear, y le dieron todo, 17.000 millones. ¡Pero si era un farol! Así, en la época de mayores recortes a los ciudadanos al marchito sistema financiero se le regó a manta, sin miramientos.

Fuente: Frob

La pregunta quedó flotando hace siete años, en diciembre de 2012, cuando durante precipitado proceso de venta del Banco de Valencia, intervenido por el Banco de España un año antes, un informe de la consultora Oliver Wyman (OW) cifraba en 1.846 millones de euros las necesidades de capital de la centenaria entidad en un "escenario base" o en 3.462 millones si la economía iba a mucho peor en lo que llamó "escenario adverso", que acabó no siendo tan adverso. ¿Por qué inyectó el Frob 4.500 millones en la entidad valenciana, que se sumaban a los 998 millones inyectados después de la intervención, cinco minutos antes de vender el banco por un euro, es decir, a fondo perdido?

La 'confesión', siete años después, de la entidad pública que preside Jaime Ponce figura en la letra pequeña de un documento titulado 10 años del Frob (2009-2019) donde la conclusión de la letra grande es que el rescate del Banco de Valencia fue el que más dinero costó a los españoles en relación al tamaño de la entidad. 

Cuando en una nota a pie de página estás admitiendo que "la ayuda final estimada no se corresponde exactamente con la diferencia entre el déficit detectado por OW y las acciones de remediación debido a que, en Banco de Valencia, la ayuda final vino determinada por el resultado del proceso de venta de la entidad", no puedes comparar sin más este rescate con los otros porque en este hubo algo más.

Fuente: Frob

Por lo demás, la autocrítica brilla por su ausencia en el informe de la entidad hoy controlada por el Ministerio de Economía pero entonces dirigida por el Banco de España gobernado por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien no se ha sentado en un banquillo porque la Justicia es así. El documento se limita a repasar los hitos de intervenciones, inyecciones de capital, préstamos, venta de entidades y recuperación del dinero. 

En el caso del Banco de Valencia, 6.103 millones de coste y 42 'recuperados' en intereses de los préstamos otorgados por el Frob. No esperen mucho más. En en conjunto de entidades, 45.640 millones de pérdidas para el Estado, que somos todos.

El informe pasa de puntillas, o ni eso, sobre la gestión del Frob en las entidades intervenidas llevadas a cabo por unos 'hombres de negro' de cuyas andanzas en forma de venta de activos, quitas y refinanciaciones o de las pérdidas que causaron apenas dieron cuenta porque nadie se la pidió. Total, lo iba a pagar todo el Frob —con nuestros impuestos— y, además, cualquier asuntillo iba a palidecer al lado de los sablazos de Domingo Parra y compañía. Por el Banco de Valencia y por la CAM pasó José Antonio Iturriaga, a quien le fue muy bien durante y después.

Jaime Ponce, presidente del Frob. Foto: EP

Tampoco hace apenas mención el informe del Frob a su ofensiva judicial para recuperar el dinero y que se juzgue a los banqueros tramposos. El motivo es que los éxitos son más bien escasos. Aquí la culpa no es solo del Frob, la lentitud de la Justicia ha tenido mucho que ver. En 2020, más de ocho años después de que una asociación de pequeños accionistas pusiera la primera querella a los responsables del Banco de Valencia —a la que se sumó la del Frob—, está previsto el juicio a sus responsables, que con razón exigirán una rebaja de condena, si la hubiere, por dilaciones indebidas. Los recortes fueron para todos menos para los bancos, también para la Justicia.

¡Feliz Navidad!

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