MADRID (EP). El presidente de la Fórmula 1, Chase Carey, ha confirmado este lunes que el Mundial de Fórmula 1 comenzará el 5 de julio con la disputa del Gran Premio de Austria, después de la suspensión del GP Francia, que debía disputarse a finales de junio y se ha convertido en la décima carrera afectada por el coronavirus.
El anuncio del Gobierno francés de prohibir cualquier evento multitudinario hasta mediados de julio liquidó las pocas opciones que le quedaban a la carrera francesa, que al contrario que otras pruebas que intentarán reprogramarse más adelante durante el año, confirma su ausencia definitiva hasta 2021.
"Dada la evolución del coronavirus, el Gran Premio de Francia toma nota de las decisiones anunciadas por el Estado francés. Es imposible mantener nuestro evento. Los ojos del circuito de Le Castellet ya se están volviendo hacia el verano de 2021 para ofrecer a nuestros espectadores un evento sin precedentes en el corazón de la Région Sud", explicó el director del circuito Eric Boullier.
Por su parte, el presidente de la F1, Chase Carey, calificó como "decepcionante" este anuncio, pero mostró su "pleno respaldo a la decisión tomada por las autoridades francesas". "Esperamos volver pronto a Paul Ricard", deseó, añadiendo que en la F1 están "cada vez más seguros con el progreso de los planes para empezar la temporada en verano".
"Nuestro objetivo es comenzar a competir en Europa en julio, agosto y principios de septiembre, y la primera carrera tendrá lugar en Austria el fin de semana del 3 al 5 de julio. Septiembre, octubre y noviembre nos verían competir en Eurasia, Asia y América, y la temporada terminaría en Baréin y Abu Dabi, completando entre 15 y 18 carreras. Publicaremos nuestro calendario final tan pronto como sea posible", anunció Carey.
El mandatario avanzó que la previsión es que "las primeras carreras no tengan aficionados", pero que esperan solucionar ese asunto "a medida que avance el calendario". "Todavía tenemos que resolver muchos problemas, como los procedimientos para que los equipos y nuestros otros socios entren y operen en cada país", recordó.
En este sentido, remarcó que "la salud y la seguridad de todos los involucrados continuarán siendo la prioridad uno". "Solo avanzaremos si contamos con procedimientos seguros para abordar tanto los riesgos como los posibles problemas", dijo.
El estadounidense quiso destacar el apoyo de los equipos a las decisiones de la F1 "al mismo tiempo que han realizado esfuerzos enormes y heroicos para construir ventiladores para ayudar a las personas infectadas por COVID-19".
"Si bien hemos avanzado con nuestros planes para 2020, también hemos estado trabajando duro con la FIA y los equipos para fortalecer el futuro a largo plazo de la Fórmula 1 a través de una serie de nuevas regulaciones técnicas, deportivas y financieras que mejorarán la competición y la convertirán en un negocio más saludable para todos los involucrados, particularmente a medida que abordamos los problemas creados por la pandemia de COVID-19", destacó.
En cualquier caso, aclaró que "obviamente todos los planes están sujetos a cambios" debido a "las incógnitas del virus". "Todos queremos que el mundo vuelva a ser el que conocemos y apreciamos, pero reconocemos que debe hacerse de la manera correcta y segura. Esperamos hacer nuestra parte al permitir que nuestros aficionados compartan de nuevo de manera segura la emoción de la Fórmula 1 con familiares, amigos y la comunidad en general. Nuestros mejores deseos para todos", se despidió Carey.