CASTELLÓ. Cuando el Zaragoza descendió a Segunda División en junio de 2013, su presencia en la categoría de plata apuntaba a ser corta, como las de 2009, 2003, 1978 y 1972, saldadas con ascensos expeditivos a la élite. Sin embargo, el histórico equipo aragonés, que ha habitado 58 temporadas en lo más alto del fútbol español y que cuenta con seis Copas del Rey y una Recopa de Europa en su palmarés, no solo no ha levantado cabeza desde entonces, sino que la ha bajado hasta niveles insospechados.
El conjunto maño, rival del Castellón este miércoles, cumple su octava campaña consecutiva en la Liga Smartbank y sin visos de un regreso cercano a los niveles que acostumbraba. Pudo logar el salto este verano, en una temporada que parecía la de su despegue definitivo, de la mano de Víctor Fernández en el banquillo. Los zaragozanos estuvieron casi todo el curso en puestos de ascenso directo y en muchas jornadas dispusieron de ventajas importantes sobre sus más inmediatos perseguidores. Sin embargo, se vinieron abajo tras el desconfinamiento y tuvieron que jugar la promoción, que acabaron perdiendo en la primera ronda frente al Elche.
El Zaragoza no ha frenado su caída con la llegada del nuevo curso y mantiene la tendencia que dejó la pasada temporada, ya sin Víctor Fernández en el banquillo, y con un equipo cuyo coste se ha reducido en la mitad respecto a la pasada campaña tras vender a sus principales activos con el fin de bajar la deuda de 79 millones de euros que arrastra.
Los aragoneses arrancaron bien el curso, sumando siete de los nueve primeros puntos en juego, pero se hundieron con 11 partidos consecutivos sin ganar. En esos encuentros tan solo han podido sumar tres puntos, lo que les convierte en el equipo con peor racha de la Liga Smartbank antes de su visita a Castalia.
Estos malos registros se han cobrado una víctima en el banquillo, Rubén Baraja, que fue destituido hace tres semanas, tras la derrota cosechada en Tenerife. En su lugar ha llegado Iván Martínez, procedente de las categorías inferiores, y con el que el Zaragoza ha perdido los cuatro partidos que ha disputado, frente a Oviedo, Ponferradina, Rayo Vallecano y Espanyol, lo que le ha situado en puestos de descenso.
El Castellón, que sin estar mucho mejor, transmite sensaciones menos negativas que los aragoneses, se va a topar con un rival que, contra todo pronóstico, va a ser directo en su pelea por la permanencia.
