El complicado reparto de los despachos de Corts en la siguiente legislatura

5/05/2019 - 

VALÈNCIA. El próximo 16 de mayo está previsto que se constituyan Les Corts Valencianes. Una intensa jornada en la que los diputados de los grupos parlamentarios tomarán posesión del acta, quedará formada la Mesa de la institución y serán nombrados los síndics y portavoces adjuntos de cada partido.  

A partir de entonces, los grupos deberán llegar a un acuerdo para distribuirse los despachos del edificio de grupos -comprendido por tres plantas y media de despachos- con los que cuenta la cámara para, tal y como marca el Reglamento de Les Corts, desarrollar su actividad parlamentaria de forma correcta. Unas dependencias que, según la normativa, tendrán que ser "proporcionales al número de diputados que integren el grupo". 

A priori este debería ser un mero trámite para que las formaciones comiencen con su actividad legislativa de manera regular, pero, a juzgar por los antecedentes, podría convertirse en otro procedimiento comprometido a la hora de dar comienzo a la décima legislatura. Más aún cuando en 2015 ya fue motivo de disputa entre las cinco formaciones que tuvieron que distribuirse las oficinas y este próximo mandato habrá un partido más con representación en la cámara. 

Este proceso causó malestar y quejas a la Mesa de Les Corts por parte del PP hace cuatro años cuando PSPV, Compromís, Podem y Ciudadanos llegaron a un acuerdo sobre el reparto del espacio que comportaba que los valencianistas ocuparan la planta baja del edificio de grupos; el PSPV, la primera; Ciudadanos y Podemos se repartieran la tercera; y el PP, partido con mayor representación, tuviera la segunda y el "despacho" -en realidad conformado por aproximadamente cuatro dependencias- de la cuarta planta que usó en su día el exconseller Rafael Blasco

La distribución de entonces se hizo atendiendo a la representación que había obtenido cada partido tras las elecciones autonómicas. Es decir, cada diputado dispondría de aproximadamente 12 metros cuadrados para trabajar. Sin embargo, los populares se quejaron porque, a su juicio, la planta en la que se iban a ubicar los socialistas disponía de 50 metros más de lo que le correspondería por escaños, mientras al PP, que obtuvo 31 diputados en 2015, el espacio que se le asignó era 40 metros menor de los que le pertenecía.

El desencuentro terminó en nada porque cada partido ocupó la ubicación asignada en la primera resolución, pero apenas dos años después el reparto de despachos volvió a ser tema de debate. La marcha de cuatro diputados de Ciudadanos al grupo de no adscritos generó una fuerte polémica porque la Mesa de Les Corts tardó aproximadamente tres semanas en cederles un espacio para que éstos continuaran con su labor parlamentaria; tal fue la falta de celeridad que incluso llegaron a asentarse con sus ordenadores portátiles en el propio hemiciclo durante algunos días a modo de protesta. 

El motivo del retraso para ofrecerles unas dependencias para trabajar radicaba en que Ciudadanos, su anterior partido, no quería cederles ningún espacio de los que tenía asignados, y tampoco el resto de grupos, que argumentaban que no tenía que repercutirles la marcha de diputados de otras formaciones. Los cuatro no adscritos alegaron entonces que Ciudadanos tenía más espacio asignado del que les correspondía según la resolución dictada en 2015 para establecer el reparto, ya que con su marcha, 48 metros de despachos no les correspondían. Ahora bien, ni unos ni otros querían compartir pared con pared. 

Finalmente la Mesa de Les Corts les ubicó en el antiguo edificio de grupos parlamentarios a pesar de que se había llegado al acuerdo al inicio de la legislatura de que todos los parlamentarios estarían en el nuevo edificio, por lo que quedaron separados del resto de diputados de la legislatura. 

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