El experto apunta a la transición hacia el aumento de la producción de vehículos eléctricos y a la caída de volúmenes de ventas en sus mercados más importantes
MADRID. Prevemos que las ventas mundiales de vehículos ligeros caigan alrededor del 2% este año después de una disminución estimada del 4% en 2019. Esto conllevará que las perspectivas crediticias del sector automovilístico en 2020 sigan siendo negativas. Los fabricantes de automóviles se enfrentan a un doble desafío a corto plazo: la transición hacia el aumento de la producción de vehículos eléctricos, en respuesta al endurecimiento de la legislación sobre emisiones, y la disminución de los volúmenes de ventas en sus mercados más importantes: Europa, China y EE UU.
La subida de costes relacionados con la electrificación, las inversiones en conducción autónoma y la disminución en los volúmenes de ventas en 2020 dejarán su huella en la rentabilidad. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes cuentan con recursos financieros y un apalancamiento suficientemente bajo para hacer frente a estas tendencias seculares y cíclicas.
En términos de demanda, el mercado estadounidense ha alcanzado un estancamiento cíclico. El aumento de los tipos de interés de los préstamos para automóviles, el elevado mercado de vehículos que terminan su periodo de leasing y la elevada proporción de ventas de vehículos ya reservados en 2019 no proporcionan una base para un mayor crecimiento.
El mercado chino, cada vez más relevante, registró en 2018 su primera disminución en décadas, a la que siguió una marcada corrección del volumen de ventas, estimada en un 9% en 2019. Para 2020 esperamos un nuevo descenso del 3%, debido a que el mercado chino sufre los efectos del elevado número de compras que se llevaron a cabo en años anteriores, cuando los impuestos sobre los vehículos eran más bajos.
El consolidado mercado de Europa occidental casi ha regresado a los volúmenes anteriores a la crisis (2007), apoyado por la venta de inventarios pendientes desde 2018 y los planes de desguace de vehículos diésel más antiguos, especialmente en Alemania, antes de la introducción de normas de emisión más estrictas.
La industria automovilística europea se enfrenta a dos años de transición para cumplir con una legislación sobre emisiones de carbono más estricta que dejará su huella en la rentabilidad de los fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés). La demanda se reducirá en 2020, después de haberse detenido el año pasado, en parte debido a la prisa por comprar automóviles antes de la introducción de un nuevo protocolo de pruebas de emisiones el otoño pasado y el conjunto de incentivos públicos disponibles para comprar nuevos automóviles.
Es poco probable que la desaceleración de los principales mercados de automóviles se vea compensada por el crecimiento en regiones más pequeñas (Oriente Medio, América del Sur, Asia meridional). Los fabricantes de equipos originales seguirán invirtiendo en la conducción autónoma y en una conectividad de vehículos más avanzada, manteniendo el I+D en niveles elevados sin esperar ingresos por el despliegue de estas tecnologías innovadoras a medio plazo.
Mientras tanto, las directivas de los fabricantes de equipos originales, que están acostumbrados a los cambios cíclicos y son muy conscientes de los riesgos inherentes a la industria, se ceñirán a las políticas financieras conservadoras de largo plazo, como los objetivos de liquidez mínima, reducido apalancamiento y remuneraciones moderadas a los accionistas. La mayoría de los fabricantes de equipos originales tienen sólidos perfiles de riesgo financiero a pesar de los desafíos que se avecinan.
Los fabricantes de automóviles de todo el mundo han mostrado disciplina en su apalancamiento durante casi una década, de hecho, creemos que el apalancamiento financiero de las operaciones industriales continuará a niveles ligeramente superiores a 1x (mediana del sector). Lo mismo ocurre con los vendedores de automóviles, en los que el apalancamiento tiende a ser ligeramente superior (la mediana del sector está en torno a 2x), pero sigue siendo suficientemente bajo como para hacer frente a cambios de volumen ligeramente negativos.
Werner Stäblein es analista de Scope
Frank Häusler, director de análisis macroeconómico de Vontobel AM, analiza los temas clave que marcarán la reunión del G20 de este fin de semana