Desde el lunes ya estaremos todos en la “nueva normalidad”. El espejismo puede ser atropellado. No hay plan “b” ni para aeropuertos, puerta de entrada al país, y no digamos para la vuelta a las aulas en septiembre. Sin resolver estos dos asuntos, entre otros, no se puede entrar en esa normalidad ansiada por todos
Huir de la realidad o como estar ante un espejismo. En el caso de los aeropuertos todavía no se han establecido los protocolos para actuar en caso de detectarse positivos de covid-19. En un mundo global que ahora intenta incorporarse a lo habitual, resulta temerario no tener previstos planes de contingencia. En algunos países con los que tenemos vuelos directos se han detectado rebrotes. En las CCAA con aeropuertos abiertos para recibir a ciudadanos extranjeros se ve con preocupación la posibilidad de que una nueva oleada de la covid-19 llegue. No se ha pedido ni PCR en origen para las personas que viajen a nuestro país y tampoco existe previsión de lugar de confinamiento o cuarentena para pasajeros que pudieran estar contagiados. Y esto a pocas horas de que entremos en la “nueva normalidad” a partir del domingo por la noche. En cuanto al curso escolar, que parece que queda lejos, estamos en las mismas. Profesores, directores de colegios e institutos, tanto enseñanza pública como privada, no ven nada clara la incorporación de los niños a clases. El número de escolares por aula, la distancia social y el uso de mascarillas sigue sin estar definido. Dicen los expertos que solo se ha preparado el primer día de colegio, que después vendrá el segundo, el tercero, los contactos entre los chicos, y podría ser poco prudente la determinación de la ministra de Educación, Isabel Celáa de dictaminar la incorporación presencial. En los centros escolares están muy agobiados porque las directrices no son fiables y estamos a punto de finalizar un curso inédito, con exámenes online, sin presencia de los chicos en las aulas y hay que preparar el mes de septiembre.
Llamada a la prudencia. Todos queremos que pase este mal sueño que para muchas familias ha sido y está siendo muy doloroso con la pérdida de sus seres queridos. Los sanitarios lo dicen. Están muy preocupados cuando ven las imágenes de concentraciones en las playas, en los parques, en las calles, gente sin mascarilla,… y estiman que si se produce una nueva oleada de la pandemia será muy complicado combatirla. De momento han surgido brotes controlados en territorio español, pero las noticias que nos llegan por ejemplo de China o Alemania, que nos queda más cerca, son preocupantes. Desde el lunes se van a relajar y flexibilizar las medidas al decaer el Estado de Alarma. Conviene volver a pedir a todo el mundo que se respeten las instrucciones de higiene y seguridad. En ocasiones da la sensación de que se está frivolizando con la salida de la cuarentena. Está bien que queramos irnos de vacaciones, salir con amigos de terrazas, pero hay que hacerlo con mucho trellat. Hay que recordar que todavía hay enfermos ingresados en los hospitales y que todos los días hay nuevos contagios. Otra cosa es el número de fallecidos que oficialmente está “congelado”, ¡que palabra más poco apropiada para hablar de la pérdida de vidas! Y sin entrar en la polémica de las cifras que algún día sabremos a ciencia cierta, hay que insistir en la llamada a la prudencia.
Error en las formas otra vez. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tuvo mejor ocurrencia que anunciar el homenaje a los fallecidos por coronavirus en una respuesta a una pregunta del líder de la oposición en la sesión de Control al Gobierno en el Congreso. Falta de tacto y delicadeza. Las víctimas no deben ser maltratadas y utilizadas políticamente. Ni era el sitio ni la forma de comunicarlo. Para eso tiene las famosas comparecencias de los fines de semana en las que nos inunda con anuncios y comunicaciones. Con razón algunas víctimas y sus representantes se han sentido molestas y piden acciones, no gestos que ya consideran a destiempo. El caso es que al homenaje de Estado presidido por el Rey Felipe VI van a acudir las máximas autoridades europeas, el director general de la OMS, representantes políticos y se espera que también participen los luchadores de primera línea en esta batalla como lo han sido los sanitarios, el ejército, la Guardia Civil, Policía Nacional, trabajadores de limpieza y demás sectores que han sido necesarios y útiles para luchar contra la pandemia. Las víctimas quieren responsabilidades, no espejismos.
Los empresarios avisan. La CEOE constituida en think tank de la cosa económica ha reunido a todos los grandes, medianos y pequeños empresarios para analizar la situación que se nos viene encima. Recordemos el dato preocupante que ha revelado el último CIS: el 76,4% de los encuestados dice que España va mal o muy mal, o sea que hay un justificado miedo a la crisis económica que se nos avecina en otoño. Los empresarios elaborarán un documento con propuestas y soluciones que harán llegar al Gobierno con la idea de que se haga eco de sus peticiones. De momento el ejecutivo de Sánchez les presiona para que los ERTE solo se prorroguen hasta septiembre y no hasta fin de año como quieren todos los agentes sociales, incluidos los sindicatos. O sea que muy bien no van los primeros acercamientos. Mientras sí se llega a un acuerdo de CSIF y UGT con el Gobierno para que los funcionarios del Estado puedan teletrabajar hasta cuatro días por semana si tienen hijos menores de 14 años o personas dependientes a su cargo. El teletrabajo que ha venido para quedarse. En fin que la incertidumbre está instalada en los empresarios que son quienes tienen que generar empleo y mantener el que había. Y esto no es un espejismo.
María José García, portavoz del Sindicato de Enfermería SATSE: “No hay cosa que más aterre a un sanitario que volver a enfrentarse a lo que se vio en el pico de la pandemia” ¡Llamada de atención. Los profesionales sanitarios están agotados física y emocionalmente y un rebrote sería dramático. Responsabilidad!
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: “Nosotros hemos salvado miles y miles de vidas” ¡Peligroso apuntarse a las cifras, aunque sean las positivas, se le puede volver en contra!
Pablo Casado, presidente del PP a Pedro Sánchez: “Los únicos antipatriotas que hay aquí son los que le hicieron presidente” ¡Tarea de oposición cuando no te dan los números!
Pablo Iglesias, vicepresidente de Asuntos Sociales al PP: “Si no gobiernan ustedes, son capaces de cualquier cosa para recuperar el poder que entienden que les pertenece por derecho divino” ¡Cada día que pasa le coge el gusto a la diatriba parlamentaria. Está cómodo. La oposición se lo tendría que mirar, que dicen ahora!
Teodoro García Egea, secretario general del PP a Iglesias: “Vaya viaje, ha pasado usted: de los indignados a los enchufados y de los círculos a la poltrona” ¡Lo de la sesión de control al Gobierno se convierte en un guirigay que no aporta nada a los ciudadanos, ni desde el Gobierno, ni desde la oposición!
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia: “La crispación no salva vidas, ni crea puestos de trabajo” ¡Sentido común, pero algunos no escuchan!
José Domingo de Ampuero, presidente de Viscofan: “La situación económica es delicada y el otoño se presenta muy duro. Este año las vacaciones debe tomarlas el que pueda y cuando pueda…Las cosas no están para bromas” ¡Aviso a navegantes. Cuando pase el verano será el momento de la verdad!
Dani Rodrik, economista premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2020: “Esta crisis no enseña que nuestras prioridades estaban equivocadas” ¡Ha sido un baño de realidad individual y colectivo”
Pedro Duque, ministro de Ciencia: “Hoy volvería al espacio” ¡No sé si lo dice porque quisiera poner pies en polvorosa, en la Luna por ejemplo, o porque sería feliz alejado del mundanal ruido político. Se admiten apuestas!