VALÈNCIA (EFE). Entre los meses de marzo de 2020 y junio de 2021, con el coronavirus circulando en España, han muerto en el país 316.498 personas dependientes (a la espera de una prestación o ya con ella), 59.071 más de los esperado, lo que se traduce en un exceso de mortalidad en ese colectivo del 21,9 %.
Por comunidades autónomas, el mayor exceso de fallecimientos entre dependientes se ha registrado en Madrid (35,7 %), seguida de la Comunitat Valenciana (33,7 %), Castilla y León (33,4 %) y Castilla-La Mancha (exceso del 30,5 %).
Los incrementos más pequeños han sido notificados en Galicia (exceso del 7,2 %), Andalucía (11,3 %), y La Rioja (11,8 %).
Estos son los principales resultados de un informe difundido este viernes por el Imserso, que ha monitorizado la mortalidad en el Sistema de autonomía y atención a la dependencia durante la pandemia, aunque se precisa en el estudio que las muertes en exceso no pueden ser atribuidas de forma directa a la covid-19.
Por rangos de edad, casi el 80 % de las personas fallecidas en exceso tenía 80 o más años (47.093 personas).
El exceso de mortalidad fue mayor entre las mujeres dependientes que entre los hombres, aunque en esa franja de los mayores de 80 fue algo superior entre ellos.
El exceso de muertes en este colectivo de las personas que habían solicitado una prestación como dependientes o que ya disfrutaban de ella no ha sido uniforme a lo largo la pandemia, como tampoco lo ha sido el impacto del virus en la población general.
El pico del exceso se alcanzó en abril (113,4 %), con un porcentaje muy superior al de marzo (43,3 %) y al de mayo (28,6 %).
El estudio parte de que hay en España 1.898.854 personas con expediente activo (solicitantes a 31 de marzo de 2020): a más de 1,7 millones ya se les ha valorado un grado de dependencia y 1,1 millones están ya atendidas con alguna prestación o servicio.
Analizado este último grupo, el informe muestra que en el periodo se ha registrado un exceso de fallecimientos de 58.386 (5,21 % del total de personas atendidas), con un impacto muy elevado entre quienes vivían en residencias.
En ese colectivo se registró un exceso de mortalidad del 40,4 %, frente al 29,5 % registrado entre los dependientes asistidos en sus domicilios.
Sin embargo, el estudio destaca que ese mayor exceso de muertes en las residencias de dependientes se concentró en los meses de marzo y mayo de 2020; en el segundo semestre las tasas fueron muy similares a las registrado entre los dependientes atendidos en su domicilio y desde febrero son incluso mayores en este segundo grupo.