VALÈNCIA. El politólogo y consultor Aleix Sanmartín, actualmente al servicio del candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Pablo Casado, se encuentra en el ojo del huracán a las puertas de la campaña electoral del 10N.
El motivo, una campaña en redes sociales y también en cartelería aparecida en diversas ciudades como Madrid, Murcia o Granada cuyo impulsor, según ha informado eldiario.es, es Josep Lanuza, un empleado de Sanmartín.
La maniobra es compleja, dado que no se fundamenta en mensajes de apoyo a Casado, sino en desvirtuar a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias promoviendo la abstención e incluso promocionando al mismo tiempo a Íñigo Errejón. Una estrategia que estaría dirigida a desmovilizar el voto de izquierdas y ante la que el candidato de Más País, reaccionó poniéndola en conocimiento de la Junta Electoral Central (JEC).
Curiosamente, ni Sanmartín ni Lanuza son ajenos al PSPV. Este mismo año, tal y como informó Castellón Plaza, el conocido estratega electoral estuvo trabajando unos meses en la etapa de precampaña para el socialista Ximo Puig. No obstante, la formación del puño y la rosa decidió prescindir de los servicios de Sanmartín a pocas semanas de los comicios del 28 de abril. Previamente, el consultor venía de ser el gurú en la campaña del candidato del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, quien logró ser presidente de la Junta gracias a su acuerdo con Ciudadanos y Vox.
No era la primera vez que Sanmartín, con mucha presencia en el mercado latinoamericano en los últimos años, trabajaba con Puig, dado que también colaboró con el líder de los socialistas valencianos asesorándole en su campaña de las primarias de 2014 en las que se impuso con claridad a Toni Gaspar.
En cuanto a Lanuza, algunos veteranos del PSPV recuerdan que en 2007 formó parte de la lista socialista en el municipio de Alboraia, llegando a ser concejal, si bien terminó en el grupo de no adscritos tras ser expulsado junto a otros tres ediles por ir en contra de la decisión del partido respecto a la portavocía municipal.
Respecto a esta campaña, según publica eldiario.es, el PP se desvinculó de la misma y Sanmartín la enmarcó dentro de la "vida personal" de Lanuza, quien manifestó su admiración por Errejón y defendió haber financiado esta iniciativa nacida del "cabreo con los otros dos partidos de izquierdas que no supieron llegar a un acuerdo por una lucha de egos".