VALÈNCIA. La reunión del Consejo Interterritorial del Sistema de Salud Pública concluyó este miércoles con la decisión por parte del Gobierno de España de ceder a las Comunidades Autónomas (CCAA) la posibilidad de aumentar las restricciones navideñas en lo que se refiere a las reuniones de diez personas y a la movilidad.
De esta manera, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, repetía la operación que ya se llevó a cabo a finales de agosto el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando otorgó a las CCAA la potestad de decidir sobre la aplicación de los confinamientos.
Tal y como informó Valencia Plaza este martes, el repunte de la pandemia registrado en los últimos días había desbaratado el Plan de Navidad anunciado por el Gobierno el pasado 2 de diciembre, por lo que el problema ya había pasado a ser quién querría ponerle el cascabel al gato. Es decir, qué administración asume la responsabilidad de adoptar medidas impopulares que signifiquen nuevas restricciones en lo que se refiere a las fiestas navideñas. El Gobierno de España volvió a demostrar ayer que prefiere ceder las riendas a las CCAA para que sean ellas quiénes asuman la responsabilidad... y el desgaste.
En este sentido, la Comunitat Valenciana puede ser una de las regiones que tenga un problema más real de presión hospitalaria en los próximos días. Este miércoles se registraron 2.081 nuevos casos de coronavirus confirmados por prueba PCR o a través de test de antígenos y la cnosellería notificó 33 nuevos fallecimientos. Tal y como informó este diario, el incremento de la positividad en las últimas dos semanas se ha situado en un 15%.
Un día más, la única noticia relativamente positiva es que los ingresos, con 1.161 pacientes en planta y con 222 en la UCI, se mantienen estables, pero la preocupación sigue instalada en el Palau de la Generalitat, donde este jueves el jefe del Consell, Ximo Puig, y la titular de Sanidad, Ana Barceló, mantendrán un encuentro para analizar si el Gobierno valenciano debe adoptar restricciones más duras.
Desde el Consell, ya admitieron días atrás que esta semana sería clave a la hora de tomar nuevas decisiones respecto a las planeadas inicialmente a principios de diciembre: es más, algunos reconocen ya en privado que quizá fue un error compartido de Gobierno y CCAA dejarse llevar y anunciar con tanta antelación los parámetros de limitaciones navideñas cuando la pandemia sigue sin estar controlada y teniendo, además, un puente como el de la Constitución que podía contribuir al desbarajuste de las cifras.
Por si fuera poca la responsabilidad que de nuevo recae en las CCAA, el Gobierno quiso dejar claro además en la reunión del Consejo Interterritorial que las medidas adoptadas por algunas de ellas son las razones que han provocado el ascenso de los contagios.
Así, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, presentó un informe en el que se evidenciaba que el aumento de contagios de la covid-19 de los últimos días se debe a la relajación de las restricciones adoptadas por las regiones.
"Algunas comunidades autónomas, en base a la evolución de sus datos han relajado las limitaciones de movilidad, de aforos o han permitido la apertura de algunos sectores. Esta relajación de las medidas ha provocado un incremento de los casos en algunas comunidades autónomas", recalcó el ministro de Sanidad, quien además concretó que existen ocho comunidades autónomas donde el aumento de la incidencia de contagios es más elevado, por lo que es necesario tomar medidas con "prontitud y agilidad", aunque no quiso concretar cuáles.
Por otro lado, el ministro Illa informó en la rueda de prensa posterior al encuentro que no se han observado los efectos en la transmisión del virus del Puente de Diciembre, algo que hace que la situación sea "doblemente preocupante" dado que se están viendo incrementos de contagios sin haber llegado las fiestas de Navidad.
Desde la Conselleria de Sanidad, se limitaron a insistir en que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la titular del área, Ana Barceló, se reunirán este jueves para analizar la situación, aunque la propia responsable autonómica admitió públicamente que las medidas adoptadas para Navidad hace dos semanas no son "inamovibles".