CASTELLÓN. Estas cosas ocurren con más frecuencia de las que sería de desear. Realmente somos los inversores los que tenemos prisa para que un determinado activo desarrolle la pauta esperada en sus precios, pero lamentablemente el mercado es soberano y siempre acaba yendo a su ritmo.
Si nos atenemos al estudio técnico de los precios, tal y como podemos observar en su gráfico, los precios han perdido la pauta de mínimos crecientes que venían desarrollando desde finales del año pasado al girarse al alza desde los casi 42 dólares por barril. La directriz alcista se ha roto a la baja y por ello es de esperar que los precios se muevan a la baja. Sin embargo esta tardanza a la hora de que el movimiento correctivo coja fuerza desespera a más de uno.
Y es que tenemos una importante red de seguridad en forma de media móvil de largo plazo (línea verde), que está sosteniendo a los precios para evitar su continuidad a la baja. De hecho, también hemos asistido al cruce de la media de medio plazo (color blanco) con la de largo plazo, que siempre genera señales de compra en un activo. Así que la primera conclusión es más que evidente: mientras que no veamos cierres sostenidos por debajo de los 60,30 dólares podemos estar tranquilos puesto que el riesgo de correcciones está muy contenido.
Podremos buscar mil y una excusas para poder justificar el por qué de la no caída de los precios del petróleo, pero las evidencias desde el punto de vista técnico son evidentes: tenemos una red de seguridad fuerte e importante en los 60,30 dólares. Y solo si ésta cede es cuando los inversores que acumulan posiciones cortas por la ruptura de la línea tendencial podrán por fin respirar tranquilos.
Eduardo Bolinches es director de Análisis de BolsaNow.com