VALÈNCIA. El Gobierno de España y las Comunidades Autónomas (CCAA) se enfrentan a una revisión de las medidas anunciadas y acordadas hace apenas dos semanas para las fiestas navideñas. El repunte de la pandemia en los últimos días deja poco margen a las alegrías, por lo que la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de este miércoles se antoja decisiva para conocer si las recomendaciones aprobadas el pasado 2 de diciembre se mantienen vigentes tras los datos recogidos esta semana.
La Comunitat Valenciana batió este martes el récord de casos diarios registrados durante los diez meses de pandemia con 2.841 positivos. Además, notificó 38 fallecimientos y el número de residencias de ancianos con contagios creció hasta alcanzar los 94 centros.
Analizando la última quincena, lo más inquietante para el Consell es que la tasa de positividad ha aumentado hasta el 15,15%, convirtiéndose en la más alta de España hasta doblar la media, que se sitúa en 7,9%.
Los únicos datos a los que aferrarse es el descenso de 17 ingresos hasta los 1.181 y la estabilidad en la UCI con 228 pacientes en este tipo de unidad respecto a la jornada anterior. Revisando las dos últimas semanas, la ocupación en la UCI en los hospitales valencianos ha bajado seis puntos, del 29,9% al 22,9%, mientras los ingresos en planta han descendido del 12,1% al 10,9%.
Unas cifras que no ofrecen tranquilidad al Botànic. La preocupación es la palabra que mejor define el ambiente en el Consell que lidera Ximo Puig. Tal y como informaba Valencia Plaza este martes, el presidente de la Generalitat no descarta modificar las restricciones de cara a las fiestas navideñas si los datos empeoran a lo largo de esta semana. En España, la tasa de incidencia se elevó ayer hasta 198, algo que contribuye a alimentar la posibilidad de dar marcha atrás respecto a las recomendaciones de cara a las fiestas realizadas el pasado 2 de diciembre ya está sobre la mesa desde hace días.
Así pues, la reunión del Consejo Interterritorial que tendrá lugar este miércoles puede ser clave para ver las distintas posiciones existentes. El propio Puig, señaló ayer que la consellera de Sanidad, Ana Barceló, reclamará en este órgano que "se reduzca la movilidad entre regiones" y "se garantice el cierre perimetral de la Comunitat Valenciana". No obstante, el ascenso vertiginoso de los contagios también podría chocar, al margen de las medidas navideñas, con otras regulaciones del Consell en materia de hostelería o incluso con iniciativas adoptadas recientemente como la adaptación del ocio nocturno a horarios de día.
No obstante, Puig no quiso especular con nuevas restricciones hasta que avance la semana y se conozcan los puntos de vista del Gobierno de España y las CCAA, además de los siguientes datos sanitarios. En este sentido, señaló que el jueves se analizará la evolución de la Comunitat desde una "posición serena, tranquila y prudente" y recalcó que no existe "ningún indicador" que sea "el definitivo" para decidir nuevas restricciones. "Hay que tener una visión global", subrayó, para añadir que, sobre todo, se tendrá en cuenta "el estrés sanitario".
Una posición que, para algunos incluso dentro del Consell, empieza a recordar a la situación vivida antes de cancelar las Fallas. Un trago duro y difícil que, ahora, podría repetirse con un paso atrás respecto a las medidas anunciadas para las fiestas navideñas. Eso sí, a diferencia de aquella ocasión en la que se trataba de una celebración singular valenciana, en esta decisión también está involucrado el Gobierno de España como actor principal, así como el resto de CCAA.
Ahora bien, está por ver la postura que adopta el Ministerio de Sanidad que lidera Salvador Illa si los datos siguen empeorando: tratar de que sean los gobiernos regionales los que le pongan el cascabel al gato o hacerse cargo en primera persona de una decisión tan impopular como el endurecimiento de las restricciones para Navidad. Más aún cuando esto evidenciaría que existió precipitación a la hora de anunciar cómo sería el plan para las fiestas cuando todavía quedaba un puente por delante y varias semanas para alcanzar las fechas señaladas.