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desayuno 'Las empresas familiares ante el desafío del crecimiento'

El reto de la empresa valenciana: crecer para ser más competitiva

4/12/2019 - 

VALÈNCIA. "El crecimiento es un medio para conseguir empresas más sostenibles y estables. Aporta valor cuando se sustenta en estos dos aspectos", subrayó Alejandro Escribá, catedrático de la Universidad de Valencia y director de la  Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de Valencia (UV). Una asignatura pendiente en el tejido empresarial valenciano muy sustentado en pymes y pequeñas compañías. "Las empresas valencianas deben crecer", enfatizó.

Y es que, de acuerdo con los datos del Observatorio Gece sobre la 'Evolución de las empresas valencianas: Tendencias y factores asociados', las empresas valencianas son demasiado pequeñas y únicamente unas 20 compañías facturan por encima de los 300 millones de euros. En cambio, en Cataluña, que cuenta con el doble de empresas que en la autonomía valenciana, facturan cinco veces más, mientras que en el País Vasco, con la mitad de empresas, la facturación es el doble. "Lo que dicen los datos es que en la Comunitat hay una necesidad acuciante de que las empresas sean más grandes para aumentar su internacionalización, la I+D , mejores salarios y generar mayor riqueza y oportunidades", enfatizó Escribá.

Unas reflexiones que se enmarcaron en el desayuno 'Las empresas familiares ante el desafío del crecimiento', organizado por la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València (CEF-UV), promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la Escuela de Empresarios (EDEM), el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA) y el Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Un encuentro que sirvió para ahondar en la importancia de que las empresas sitúen el crecimiento entre sus prioridades, pero también para poner en valor los casos de éxito de compañías valencianas, en este caso castellonenses o con origen en la provincia, como Grupo Alimentario Citrus (GAC) y Grupo Gimeno.

En el coloquio participaron Joaquín Ballester, presidente de GAC, empresa proveedora de ensaladas envasadas de Mercadona que factura más de 320 millones, con una plantilla de 2.500 personas, sedes en Alemania, Suiza e Italia y cuyo crecimiento ha cuadruplicado en los últimos 5 años y Myriam Gimeno, consejera delegada del Grupo Gimeno, compañía proveedora de servicios con más de 150 años de trayectoria, una factura de 330 millones, una plantilla de 4.600 trabajadores y presencia en doce autonomías. Ambos destacaron la vía del crecimiento para mejorar la competitividad empresarial.

Ballester destacó que desde los orígenes de la compañía en el año 2000 su misión siempre ha estado alineada con el objetivo de ofrecer al consumidor una alternativa de alimentación equilibrada tratando de "revolucionar la alimentación saludable" mediante las ensaladas y comida envasada. El cambio no va a dejar de existir y tienes que ser capaz de adelantarte, ser diferente y añadir valor a lo que haces. Nosotros tratamos de ser sostenibles. Nos gusta llamarnos los agricultores del Siglo XXI", resaltó.

Por su parte, Gimeno apuntó la diversificación de la compañía hacia las soluciones digitales para las ciudades. La compañía está dedicada a ofrecer servicios en diferentes ámbitos como el ciclo del agua, el turismo, las telecomunicaciones, la gestión de los residuos o la energía.

Durante el debate abordaron las ventajas que el tamaño les reporta a sus compañías como es la atracción del talento, las oportunidades de inversión o la construcción de una imagen de marca cohesionada, puntualizó Gimeno. Pero también se analizaron los retos que deben afrontar en los procesos de crecimiento y las diferentes estrategias que se pueden acometer.

"El crecimiento es difícil, complejo y no siempre es posible", admitió Ballester. En este sentido, relató algunas de las estrategias puestas en marcha por la compañía. Así, en el caso de sus áreas agrícola y de nutrición su crecimiento se basa en la diversificación de nuevos mercados y clientes, una práctica que se complica en el caso de sus ensaladas envasadas por la logística de los largos viajes. Es en este caso donde las alianzas y adquisiciones han cobrado un mayor sentido. De hecho, en los últimos dos años han entrado en los mercado suizo, alemán e italiano a través de la compra de empresas, pero siempre con la vista puesta en el negocio.

Para Myriam Gimeno, antes de acometer cualquier decisión la pregunta debe ser si la empresa está preparada para crecer. Para ello, detrás tiene que haber una base sólida. "No se puede crecer sin contar con un equipo de profesionales, capaces de organizar la estructura de gobierno y confiar en ellos. Es necesario contar con el mejor equipo externo porque favorecen la gestión”, resaltó. De cara a una expansión geográfica afirmó que el camino puede emprenderse en solitario o con socios locales como ellos han hecho en Andalucía con la depuradora de San Jerónimo en Sevilla. 

Estabilidad accionarial

Eso sí, ambos coincidieron en señalar que al final lo más importante es la estabilidad accionarial. "La familia empresarial y la empresa deben generar sinergías. Es necesarios un pacto de socios o un protocolo para ir construyendo", señaló Gimeno, una reflexión compartida por el presidente de GAC para quien la firma de acuerdos entre los socios es imprescindible para dotar de estabilidad a las compañías. Y es que el diálogo y trabajo en equipo son claves en el éxito de una empresa. "Sin mi equipo me dejan sin nada porque ellos son los que aportan proyectos aunque alguno de ellos se queden por el camino", manifestó Ballester para quien hay que hacer frente a uno de los mayores temores de la empresa familiar como es la entrada de capital extranjero. "Si la empresa así lo requiere se tiene que hacer por el bien y la continuidad del proyecto", sostuvo.

 

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