VALÈNCIA (EFE). El sector turístico valenciano se prepara ansioso por comenzar a operar en una temporada alta que ha recibido una bocanada de oxígeno con el levantamiento de los cierres perimetrales regionales y que vela armas ante la apertura de España al turista internacional, a la espera de un verano y un segundo semestre que permita resurgir al compás de la vacunación.
Dentro de las complicaciones que ha traído la pandemia, las previsiones apuntaban a un primer semestre del año muy difícil por las restricciones y una segunda parte de 2021 más positiva acorde a la "evolución natural" de la crisis sanitaria de la covid-19, según explica el secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, en una entrevista a EFE.
El levantamiento del cierre perimetral ha supuesto una buena noticia para el sector porque, aunque la internacionalización del turismo en la Comunitat Valenciana es un hecho -en 2019 se registraron 9,5 millones de turistas extranjeros-, el mercado nacional, abierto ya, ha dado oxígeno a la industria turística.
Cuando se abra España al mercado internacional se podrá reconectar con emisores fundamentales para la Comunitat, como el turista británico, pero para eso tendrá que esperar a la próxima revisión de España en el semáforo covid.
Colomer confía en un verano "más dinámico, más positivo" aunque muestra su prudencia a la hora de hacer pronósticos: "No lanzamos campanas al vuelo, nunca, antes de la pandemia tampoco, pero todo parece indicar que vamos a mejor".
"Si algo hemos aprendido es que pronosticar es una actividad de riesgo", afirma.
El británico es el principal mercado extranjero en la Comunitat Valenciana, con cuotas del 40 % en la Costa Blanca, y regresará, la cuestión es cuándo ("el día D o el día T, de turismo").
La industria británica de la intermediación y la touroperación, aliados del turismo valenciano, también ha elevado su voz contra el proteccionismo del primer ministro, Boris Johnson, ante una búsqueda del mercado interior, igual que han hecho otros países durante estos meses aprovechando las circunstancias para movilizar a los turistas nacionales.
"Eso choca con su voluntad porque los británicos adoran España, la Costa Blanca o Benidorm", según el responsable de turismo de la Generalitat.
La llegada de ese turista abre la oportunidad de aperturas para una parte importante de alojamientos, y ya se nota que muchos se han reactivado.
Colomer ha valorado "la demostración extraordinaria de resiliencia, capacidad de adaptación, agilidad y versatilidad" de los empresarios del sector "dentro de la desgracia" y su preparación gradual para regresar a la actividad.
Uno de los cambios que ha ocasionado la pandemia ha sido el auge de los viajes al interior rural y, por el contrario, el turismo de congresos ha salido "mal librado", de ahí que Colomer defienda prestar ahora una mayor atención a este tipo de turismo para conocer el patrón de consumo del mercado en un contexto de formatos telemáticos.
En su opinión, habrá que cuidarlo para que recupere su potencia porque, pese a las innovadoras experiencias de un mundo virtual, "el viaje físico es insustituible".
El sol y playa del Mediterráneo, por su parte, ha dejado de ser un concepto simple y, gracias a la innovación y la preocupación colectiva del sector, va más allá y engloba la gastronomía, la cultura o la música porque "a una distancia razonable tienes sol, playa y muchas cosas más".
"Seguimos muy de cerca el concierto del Palau San Jordi -de Love of Lesbian-, que fue una prueba para 5.000 personas con test de antígenos, y tenemos que llegar más lejos, garantizando todas las medidas, y adaptarnos -a las situaciones- sin arruinarnos", asegura.
Según Colomer, hay que hacer un ejercicio de tecnología, creatividad e innovación para reconciliar "la actividad con la dificultad, la música con las crisis", en la medida de lo posible.
"Estamos en un momento en que tenemos que experimentar porque el mundo poscovid tal vez sea el preámbulo del siguiente susto", y hay que "darle sentido a la idea de adaptación sin parar el mundo".
La participación valenciana en la Feria Internacional de Turismo, Fitur, que se celebra la próxima semana en el recinto de Ifema (Madrid), defenderá los valores de seguridad de la Comunitat Valenciana, que presenta la incidencia más baja de España, y mostrará "sus credenciales" a través de las emociones que transmite la poesía.
Fitur será la feria "del regreso" presencial después de un año de pandemia y en ella se pondrá "en valor" el sacrificio y el esfuerzo realizado por la Comunitat para llegar a la situación epidemiológica actual "en vísperas de la temporada alta".
"Hay que constatar ese hecho, es una certeza empírica que está ahí, pero gestionarlo siempre desde la humildad porque vivimos en una montaña rusa", ha asegurado Colomer, que añade: "El sector está preparado, somos más conscientes, más maduros, la seguridad es un valor de marca".
Fitur será la ocasión para presentar la nueva campaña en un momento en que es necesaria la recuperación emocional de la sociedad, cuyo hilo conductor es la poesía.
La campaña traza un paralelismo entre la visión del poeta y dramaturgo Lope de Vega y las sensaciones que se pueden descubrir en la Comunitat, dando voz a testimonios reales de gente que la ha visitado, bajo el lema "Quien lo ha vivido lo sabe".
El sector turístico ha respondido bien al llamamiento de Turisme y un centenar de empresas participarán en Fitur. "Hay ganas de salir, de comercializar", ha señalado Colomer, que resalta el carácter tecnológico del expositor de la Comunitat con muchas posibilidades de adaptación en clave digital, pensado y destinado a las empresas.