VALÈNCIA (EFE). Tras más de un año con las plantillas trabajando en remoto desde sus casas, son muchas las empresas que han optado por una vuelta gradual y voluntaria de los empleados a las oficinas, con una apuesta firme por el teletrabajo, que ha ganado la batalla al presencialismo en la salida de la pandemia.
Impulsados por la mejora de los datos de la covid-19 y el fin del estado de alarma, los nuevos sistemas de organización del trabajo que se están aplicando suponen, sobre todo, un reconocimiento a todo lo aprendido durante la emergencia sanitaria.
La automovilística Seat, que implantó un sistema de teletrabajo masivo para todo el personal con una tarea susceptible de ser desarrollada a distancia, ha desactivado esta última semana este plan para recuperar el modelo bautizado como 'smart work'.
Este, que se aprobó en septiembre de 2020 pero tuvo que suspenderse por la llegada de la tercera ola del coronavirus, permite trabajar a distancia dos de los cinco días de la semana, así como organizar el propio horario laboral entre las 6.00 y las 20.00 horas.
Hasta el momento, se han suscrito ya a él unos 2.250 de los 5.000 empleados que pueden teletrabajar de Seat, que, en paralelo, ha iniciado en la fábrica de Martorell (Barcelona) la desescalada de las medidas aplicadas para frenar la covid-19, como la reducción a la mitad de la frecuencia semanal de los test de antígenos.
La farmacéutica Bayer ha recuperado también un modelo de organización híbrido, aprobado en el verano de 2019, que permite teletrabajar tres días a la semana y que está ganando adeptos cada día que pasa en esta nueva etapa pospandemia.
La firma, que cuenta con unos 2.300 trabajadores en España (unos 1.400 en oficinas distribuidos entre Barcelona y Madrid), no ha diseñado una desescalada clara y se ha limitado a recomendar el teletrabajo con el objetivo de llegar de momento a una tasa de ocupación de las oficinas del 10 o el 15 %, porcentaje que luego irá creciendo paulatinamente.
En su centro de Sant Joan Despí (Barcelona) se han ampliado los espacios, creando zonas más diáfanas, con menos mobiliario y un diseño que potencie la innovación con, por ejemplo, paredes aptas para escribir, tras constatar que los empleados no van a las oficinas a sentarse sino a colaborar, compartir e interactuar.
"En remoto se es más productivo cuando el trabajo requiere más concentración, pero se pierde una parte de la capacidad de innovar y nosotros queremos lo mejor de los dos mundos", ha explicado un portavoz de la compañía.
Durante el año de pandemia, la farmacéutica ha sido activa en el acompañamiento psicológico de la plantilla, organizando sesiones virtuales para ayudar a entender lo que ocurría y a marcar pautas de resiliencia, al tiempo que ha creado una bolsa de horas para los empleados con necesidad de atención.
El trabajo flexible ya formaba también parte del ADN de la farmacéutica Novartis España antes de que llegara el virus, que acabó por enviar a sus casas a 2.000 de las 3.000 personas que trabajan para el grupo.
En estos momentos, tras el cese del estado de alarma, los empleados tienen flexibilidad para elegir la modalidad de trabajo que desean realizar, a distancia o presencial, así como el porcentaje que le dedicarán, una opción a la que se han acogido el 95 % de los que ocupan puestos susceptibles de teletrabajo.
El sistema prevé además que todos los trabajadores, con independencia del uso o no del formato híbrido, reciban un complemento económico mensual para asumir los eventuales costes, una ayuda que se suma a los 450.000 euros en global que invirtió la firma para adecuar para el trabajo los hogares de sus empleados.
En el sector asegurador, la dirección del Grupo Axa y los sindicatos acaban de cerrar un acuerdo pionero en este ámbito que contempla dos días a la semana de teletrabajo, y que afectará a prácticamente toda la plantilla de 2.500 personas de la compañía (500 en Cataluña).
El acuerdo prevé una compensación por día de teletrabajo de 3 euros brutos y una dotación para material ergonómico (mesa, silla y pantalla) de hasta 400 euros, así como el uso de la tarjeta comedor, tanto si se realizan las tareas de manera presencial o a distancia.
Según ha informado CCOO, el acuerdo reconoce también el derecho a teletrabajar desde una segunda residencia, así como los días de puente y festivos como el 24 y el 31 de diciembre, y prevé una bolsa de ocho días anuales adicionales de teletrabajo.
El sector de la banca también ha incluido en los últimos meses en los convenios estatales de ahorro y de banca referencias a compensaciones por teletrabajo, aunque deja abierto el porcentaje de tiempo que se puede dedicar a él para que lo concrete cada entidad.
La compensación máxima por gasto energético es de 55 euros al mes para los empleados que teletrabajen, proporcionales al tiempo de trabajo, si lo hacen menos del 30 % de la jornada, entre el 30 y el 60 %, o más del 60 %. También contempla compensaciones por el uso de material informático propio o teléfono.