VALÈNCIA. El sumario del caso Erial no deja de deparar conexiones corruptas cuanto menos sorprendentes. Una de ellas es la aparición de Fernando Belhot, conocido como uno de los testaferros de Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid e imputado en la operación Lezo. Belhot es uno de los puntos de unión entre ambas operaciones contra la corrupción. Este abogado uruguayo trabajó para González y, debido a eso, terminó siendo el asesor fiscal de Eduardo Zaplana.
Pero para llegar a ese punto, primero habría que explicar cuál era la relación entre Zaplana y González, una relación tan estrecha como para que González, según lo publicado a raíz de las grabaciones policiales a Zaplana, le trajera dinero de Andorra a éste. Esa relación de “amistad”, que Zaplana reconoció a Castellón Plaza cuando le llamó en septiembre de 2017 por su presunta vinculación con el entramado corrupto de Lezo, se vio también en un escrito de la Fiscalía Anticorrupción en ese caso.
De hecho, los fiscales del caso Lezo ya solicitaron poder investigar a Eduardo Zaplana. Una petición que cayó en saco roto. El día 12 de diciembre de 2016, cinco meses antes de reventar la operación policial, la Fiscalía Anticorrupción envió un escrito al juzgado en el que se podía leer, literalmente: "La irrupción en escena de Eduardo Zaplana, permite descubrir, por lo temas tratados en los encuentros que ha mantenido con Ignacio González (están estudiando la forma de adquirir una sociedad opaca para blanquear indiciariamente dinero oculto), que pudo participar en el reparto de dinero público desviado".
Y proseguían los representantes del Ministerio Público explicando que varias fuentes les informan que uno de los consejeros delegados del Canal Extensia en el año 2001, Salvador Cardona (exconcejal del Rita Barberá), trabajó en el entorno de Zaplana y fue director general de Tecvasa en el momento de los hechos. Y añaden que Cardona "se publicita en la red como responsable de la expansión en Latinoamérica del Canal Isabel II, ocupando diversos cargos de responsabilidad con dinero público".
Pero quién es Washington Fernández Belhot Fierro. Es, ni más ni menos, un abogado uruguayo 45 de años que aparece vinculado a dos despachos de abogados de Montevideo: BGL Asesores Legales Fiscales y South Capital Partners y a operaciones contra la corrupción como Erial, Lezo, los papeles de Panamá, los papeles de Mossack Fonseca, una operación opaca con mordidas bajo el mandato del expresidente argentino Néstor Kirchner e incluso al pago de comisiones en B a altos funcionarios de Perú, Ecuador, Guatemala y Brasil.
Belhot es una persona a la que conocen perfectamente en la Unidad de Inteligencia Financiera de Andorra (Uifand) que ha llevado varios de los temas relacionados con Banca Andorrana que relacionan a Belhot con determinadas tramas, y al que llevan años siguiendo la pista.
Pero es más, la propia UCO explica en uno de sus informes que: Fernando Belhot aparece vinculado con BGL Asesores Legales Y Fiscales, con relaciones societarias en países como Uruguay, Brasil, Panamá, Honduras e Irak, y a Daniel Gonzalo García Belhot, al parecer asalariado y sobrino del anterior, en lugares como Uruguay, Panamá y Argentina.
Y añaden que “a este respecto se ha podido conocer que BGL y algunos de sus miembros operaban y tenían relación con diversas sociedades en Panamá y otros paraísos fiscales (más de 50 sociedades vinculadas). La sociedad BGL habría actuado de intermediaria en una supuesta operación de blanqueo de capitales junto con el despacho Mossack Fonseca, conocida firma panameña relacionada con múltiples sociedades «offshore»”. Y apostillan que Estas mismas fuentes relacionan a Fernando Belhot con ciertas estructuras de blanqueo de capitales en varios casos de corrupción política en Sudamérica, los conocidos casos: «Ciccone» y «Odebrecht»”.