CASTELLÓ. Las obras para implantar el tercer carril ferroviario en la estación de Castelló comenzarán en los próximos días y, al contrario de lo que se había venido anunciando, al menos en un principio no conllevarán la supresión de trenes. El motivo es que el coronavirus, añadido al recorte de frecuencias habitual en verano (que se acaba de materializar en todos los núcleos de Cercanías de España) ha reducido en gran parte los servicios de antes de la pandemia, con lo que la afección será mínima: modificaciones de horarios y alguna supresión puntual.
Esto viene acompañado de la caída en los usuarios del tren: actualmente, en un buen día, alrededor de 5.000 personas utilizan los Cercanías entre Castelló y València. Antes de la pandemia la cantidad llegaba a ser en ocasiones de 12.000. Fuentes de Renfe concretan que la reducción de usuarios está cifrada "entre el 45 y el 55%". Y ello sin tener en cuenta que, en verano, el descenso es mayor debido a las vacaciones.
De hecho, esta misma semana se ha plasmado el recorte de frecuencias habitual de cada estío, por el que el núcleo de Cercanías de Castelló ha pasado de contar con 79 servicios a 51. Asimismo, debido a la incidencia de la pandemia sanitaria, en los últimos meses circulan 10 trenes de Larga Distancia por la provincia, cuando antes de la provincia eran más de 30: los 26 del servicio València-Barcelona y los AVE y Alvia que conectaban con Madrid, actualmente suspendidos.
Esto beneficia, de forma indirecta, a la obra para implantar el ancho mixto en aquellas vías de la estación de Castelló que todavía no lo tienen: todas menos una. Adif va a comenzar de forma inminente las actuaciones, tal y como era su intención, que se solaparán de esta manera con los trabajos en Moncofa, iniciados recientemente.
Estas labores, que comprenden la implantación del tercer carril en la vía lado montaña del túnel de acceso sur a la estación de Castelló y en cinco vías de las seis que alberga la estación, tienen un plazo de ejecución de dos meses. Con ello, las obras se prolongarán hasta finales de septiembre o principios de octubre. Y eso si no sufren ningún retraso.
Sería de esta manera en la teórica vuelta a la normalidad postveraniega cuando el servicio ferroviario se podría ver afectado por los trabajos del tercer carril. Y ahí el coronavirus puede actuar como aliado de las obras, al reducir también las necesidades de transporte de los usuarios. Lo único claro en este momento es que, hasta que no finalicen las obras, no podrá retornar el AVE de conexión a Madrid, ya que los trabajos en los cambiadores de vía y en el túnel hacen inviable su circulación.
No en vano, las actuaciones para implantar el ancho internacional en la estación de la capital de la Plana revisten una gran complejidad. Además de las 6.400 losas de hormigón que hay que sustituir (en los túneles no se utiliza el balasto habitual del aire libre), hay que modificar siete aparatos de desvío, lo que resulta todo un desafío técnico, que, eso sí, ya se ha ha acometido en otras estaciones. Todo ello junto a trabajos de otra índole, como la propia instalación del tercer carril.
Para más adelante quedarán las obras para dar continuidad al tercer carril hacia Tarragona, con la salida por las dos vías norte de la estación. Esto, además, también se verá complementado con la sustitución de las juntas de la calzada de la avenida Teodoro Izquierdo, sobre la estación, para lo cual Adif acaba de adjudicar a Agrupación cántabra de construcción e ingeniería la redacción del proyecto constructivo.
Durante la situación de crisis sanitaria se registraron casi 14 millones de contagios y más de 122.000 muertes, de las cuales un 8,65% se produjeron en la Comunitat Valenciana
