VALÈNCIA. El fiscal ha mantenido su petición de seis años de cárcel y una multa de 75.000 euros por cohecho y blanqueo para el exvicealcalde de València y exnúmero dos de la fallecida Rita Barberá, Alfonso Grau, por supuestamente aceptar dos relojes de lujo de un contratista del Ayuntamiento en 2010 y 2011, cambiarlos por otros más caros y pagar la diferencia. Para el empresario Urbano Catalán, responsable de la empresa Transvia, también ha ratificado su petición de un año de cárcel por cohecho.
Por su parte, tanto la defensa de Grau como la de Catalán han solicitado en su exposición la libre absolución de sus representados y han reiterado que los relojes adquiridos por el empresario del grupo Transvia no eran los mismos que los posteriormente devueltos por el exvicealcalde.
Así lo han manifestado las partes este martes en la última sesión de juicio contra Grau, en la que han expuesto sus conclusiones finales y ha quedado visto para sentencia. Tanto el exvicealcalde como Catalán han rechazado hacer uso de su derecho a la última palabra.
El que fuera vicealcalde del consistorio valenciano se ha sentado en el banquillo acusado de blanqueo y cohecho por supuestamente aceptar dos relojes de lujo de un contratista del Ayuntamiento en 2010 y 2011, cambiarlos por otros más caros y pagar la diferencia. La sección segunda de la Audiencia de Valencia también ha juzgado a Urbano Catalán, responsable de Transvia y Viajes Privilege, que habrían resultado adjudicatarias de un total de 16 contratos por un importe de 2,5 millones entre 2006 y 2015.
El fiscal ha asegurado que la del cohecho fue una "actuación reiterada y continuada" en la que, según su versión, Catalán hizo a Grau "regalos que claramente exceden lo que podría considerarse un uso normal o social". "Son 25.000 euros, no es una botella de vino o de champán", ha subrayado.
Grau gastó 108.000 euros en comprar joyas en tres años
Ha señalado que desde Transvia "no ha informado ni a Hacienda ni al juzgado de qué objetos regalaron ni a quién" pero, ha puesto de relieve, "nunca fueron entregados ni a socios ni a trabajadores". Así, ha apuntado, en relación con la línea de la defensa de Grau en el sentido de que la empresa regalaba relojes a sus trabajadores en el momento de su jubilación, que "ninguna de las fechas de jubilación de los trabajadores que declararon como testigos cuadra con la entrega de estos relojes".
En lo referente a Grau, el fiscal ha recordado que ante un primer requerimiento de Hacienda "solo admitió haber adquirido el segundo reloj y no dijo nada del primero". En una segunda comunicación de la Agencia Tributaria "tampoco hizo referencia al primer reloj" y, finalmente, ante un tercer requerimiento, decidió declarar ambas operaciones. "Esta regulación se ajusta al céntimo a la documentación aportada por la joyería", ha subrayado, al tiempo que ha destacado que Grau "no ha identificado" a la persona que le regaló estas piezas.
Sobre este punto, el representante de la acusación pública ha asegurado que "la explicación de no decir el nombre de quién le regaló los relojes casa poco con este procedimiento" porque "se lo podría haber contestado a Hacienda y este procedimiento no habría existido, se habría quedado en una cuestión meramente tributaria".
Por otra parte, ha expuesto que el exvicealcalde "ingresaba 120.000 euros brutos anuales y dedicó 108.000 a comprar joyas en tres años" y ha indicado que por esta razón se iniciaron las inspecciones tributarias. Ha añadido que la joyería "ha probado reiteradamente que los relojes devueltos por Grau fueron adquiridos anteriormente por el grupo Transvia" y ha resaltado que la tienda "no gana nada con estas contestaciones" y "de hecho pierde al poner en un compromiso a dos buenos clientes".
Sobre la calificación del delito de cohecho, el fiscal ha explicado que no vincula estos regalos a que "ningún funcionario haya desviado el funcionamiento de los concursos", sino que considera que los presentes "fueron en relación con el cargo de Grau". "Con esta actuación se intenta engrasar los mecanismos o parecer lo suficientemente agradecido para que se le tenga en cuenta cuando se tomen decisiones en el Ayuntamiento, y evidentemente Grau tenía mucho poder de decisión", ha afirmado.
En cuanto al blanqueo, ha argumentado que Grau cambió los relojes y estos "tenían procedencia delictiva". Además, ha explicado que con el cambio de las piezas pudo "encubrir el origen del bien", ya que pasó de ser presuntamente un regalo comprado por el empresario a otro reloj adquirido directamente por el expolítico.
La defensa de Alfonso Grau, por su parte, ha hecho notar que su representado "nunca ha negado que tuviera dos relojes y que los cambiara por otros" y pagara la diferencia en efectivo. Sobre las declaraciones complementarias a Hacienda, ha explicado que el exvicealcalde lo hizo porque "era un cargo público y las cantidades que había entregado en efectivo podían dar pie a un tratamiento negativo en los medios de comunicación".
Además, se ha preguntado "dónde está la ilegalidad" si según la acusación se le entregó un reloj con factura y ha opinado que si su cliente "hubiera tenido ánimo de ocultar le podía haber pedido a algún amigo que fuera y cambiara los relojes y así no figuraría su nombre".
En cuanto a los ingresos de Grau, ha expuesto que entre 2008 y los años sucesivos ingresó 191.000 euros el primer ejercicio, más de 200.000 en el siguiente, 157.000, 112.000 y, finalmente, 134.000 euros. "Esas cifras permiten las adquisiciones realizadas por Grau" y muestran una "amplia capacidad económica", ha apuntado.
El abogado también ha destacado que Grau "no tenía parte en la aprobación de los presupuestos" del consistorio y ha lamentado que "su voto era uno de 20 y le toca la china a él y se van a por él".
Asimismo, ha criticado que las conclusiones de las inspectoras de Hacienda en las que se basa la acusación "le dieron absoluta credibilidad a la contabilidad de la joyería", algo que le "sorprende" con "una empresa acusada de blanqueo de capitales del narcotráfico", ha denunciado.
Así, ha insistido en que los relojes adquiridos por Catalán y los devueltos por Grau "no son los mismos" y ha criticado que la documentación de la joyería "es más falsa que Judas" porque "no tiene baile de nombres, sino un festival". Por ello, ha asegurado que existe en estas pruebas una "falsedad documental".
El abogado de Urbano Catalán ha argumentado que si los supuestos regalos de su cliente hubieran tenido la intención que describe Fiscalía "tendrían que haber sido a los concejales que tenían delegadas las competencias" de las que dependían los concursos adjudicados a Transvia. "Es raro que se le hicieran regalos a quien nadie decide ni puede decidir", ha agregado.
Además, ha sostenido que el grupo Transvia recibió adjudicaciones del consistorio valenciano "mucho antes y después" de Grau e incluso "con un ayuntamiento con otro color político".
El letrado también ha puesto énfasis en que "no hay ninguna prueba de que Catalán le entregara los relojes a Grau" y ha destacado que "no hay el menor rastro de la relación personal" entre ambos.
La Audiencia Provincial expone las trampas del partido para financiar las campañas de 2007 y 2011. En esta última no se ha podido demostrar el origen de los fondos