VALÈNCIA. La factoría de Ford en Almussafes recupera el aliento. Tras meses de ajustes, la multinacional elige la planta valenciana para la producción de la nueva generación de motores híbridos para el mercado europeo, así como invertirá 5,2 millones para aumentar la capacidad en baterías. Un importante balón de oxígeno porque no solo supone incrementar el volumen de trabajo en la factoría, sino que garantiza el futuro de la sección de motores, cuya actividad se iba a ver mermada a partir de 2023. Cara y cruz en una fábrica que encara la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectará a 630 trabajadores.
En una reunión de urgencia este jueves, la dirección trasladaba su decisión a los sindicatos, que ya preveían las buenas noticias y difundían minutos antes del encuentro las imágenes del que será el nuevo motor híbrido que asuma la factoría valenciana. En concreto, se trata del híbrido Duratec de 2,5 litros que se equipa en el Kuga híbrido enchufable, así como en los modelos Kuga, Galaxyy S-MAX Full Hybrid. Su producción arrancará a partir de finales de 2022.
"Es el primero de este tipo que construye Ford en Europa y refuerza la importancia de los vehículos híbridos enchufables y totalmente híbridos en la actual y futura gama de vehículos de Ford en Europa", destacó la compañía en un comunicado en el que también anunciaba el fin de ciclo para el modelo Mondeo en 2022.
De esta forma, la continuidad de la planta de motores se asegura, por lo menos durante unos cuantos años más, disipando la incertidumbre que había sobre su futuro. Y es que actualmente el 90% de la producción en esta sección se dedica a los motores Ecoboost de 2.0 y 2.3 litros, unos modelos que Ford anunció que se llevará a EEUU en 2022. Una decisión que dejaba en el aire a los 980 empleados.
Lo cierto es que, tras aquel seísmo, en septiembre de 2020 la dirección comunicaba una inversión de 8,6 millones de euros para la producción del motor 2.0L GDI. Un encargo que suponía un nuevo volumen de trabajo en motores. Eso sí, su producción, que empezará este próximo verano, tiene una fecha límite que se fijó en 2023 ya que se trata de un producción temporal mientras se rediseñan las plantas de EEUU. Por tanto, en 2023 la carga en esta sección iba a menguar de forma considerable al quedarse sin pedidos.
"En dos años la planta de motores estaba condenada. Nos hubiéramos quedado sin ella porque no había trabajo. Con la decisión de adjudicarnos los nuevos modelos híbridos para Europa se garantiza la supervivencia de esta planta", subrayó Carlos Faubel, presidente del Comité de Empresa de Ford en declaraciones a este diario. Aunque no existe un marco temporal de vida para este nuevo motor híbrido, el presidente del Comité de Empresa cree que su ciclo de vida podría ser de entre cinco o siete años.
Desde hace meses la fabricación de motores híbridos en Almussafes había sido una reclamación por parte del Comité de Empresa con el fin de asegurar el futuro de la planta en un momento de transición de la industria de la automoción. La esperanza estaba puesta en alguna adjudicación y había mucha expectación por conocer los planes de la multinacional en este sentido. Este jueves llegaba el ansiado respiro.
"Sin ser la solución a todos problemas, es cierto que supone un punto de inflexión y un gran balón de oxígeno porque nos va a evitar un problema de empleo en motores donde el trabajo estaría languideciendo", resaltó Faubel. "Esto nos da un rayo de esperanza muy importante y, aunque no resulte la solución definitiva, es un paso muy importante en el camino para ganar nuestro espacio en la electrificación de Ford en Europa", destacaba.
Desde la multinacional, el vicepresidente de Fabricación de Ford Europa, Kieran Cahill, consideraba que con esta decisión se da "un paso más en el viaje de electrificación de Ford, proporcionando un puente hacia un futuro de vehículos de pasajeros totalmente eléctricos". "Demostramos nuestro compromiso continuo con nuestras operaciones de fabricación en Valencia, donde hemos invertido alrededor de 3.000 millones de dólares desde 2011 (aproximadamente 2.535 millones de euros)", ensalzó.
Paralelamente, la compañía también comunicaba su determinación de adelantar a finales de marzo del próximo año 2022 el fin de ciclo del Mondeo, previsto para un año más tarde, con el objetivo de avanzar en el camino hacia vehículos de pasajeros totalmente eléctricos. Aunque sin ser la 'joya' de Almussafes, este modelo suponía el 8% de la producción total de la planta. En 2020, fueron 18.700 unidades las que se fabricaron en la factoría de un total de 235.4000 vehículos. Los sindicatos no prevén un gran impacto en el empleo que será absorbido por los nuevos motores.
Ford achaca esta decisión a la apuesta que está haciendo la firma por avanzar hacia el vehículo eléctricos en consonancia con el cambio de preferencias de los consumidores. "En 2020, el 39% de las ventas de turismos de Ford correspondió a SUVs y crossovers, ocho puntos porcentuales más que en 2019. Además, los clientes están mostrando más confianza en las tecnologías de electrificación, con más del 50% de los propietarios de Kuga comprando el híbrido enchufable", explicó la multinacional en un comunicado.
Los otros turismos de gran capacidad crossover y polivalentes de Ford -el Ford Galaxy y el Ford S-MAX- continuarán en producción, con versiones totalmente híbridas de ambos lanzadas recientemente. "Ford está plenamente comprometido con la evolución de su cartera de turismos en Europa, reforzando su posición con vehículos como el Kuga, el Puma y el Explorer PHEV. La compañía está lanzando nuevos modelos en Europa, como el Mustang Mach-E totalmente eléctrico, que incluye el Mustang Mach-E GT, que llegará a finales de este año- y su primer turismo de gran volumen totalmente eléctrico, que llegará al mercado en 2023", señalaban.
Lanzado en 1993, el Mondeo fue el primer vehículo de Ford considerado como coche global, destinado a consolidar una serie de modelos Ford en todo el mundo. Desde su lanzamiento en Europa, donde sustituyó al Ford Sierra, sus ventas han alcanzado unos cinco millones de unidades hasta la fecha.
Asimismo, la multinacional invertirá 5,2 millones de euros para apoyar el aumento de la capacidad de ensamblaje de baterías en Almussafes, tras una inyección inicial de 24 millones de euros anunciada en enero de 2020, con la puesta en marcha de la instalación en septiembre del año pasado. "La capacidad adicional es necesaria para apoyar el aumento de la demanda en la producción de vehículos electrificados actuales y futuros", puntualizó la compañía.
Para el Clúster de automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA) estas decisiones de la compañía "ayudarán a mantener la actividad del sector del automóvil y están alineados con la nueva movilidad eléctrica y conectada". "Es una muy buena noticia para el sector y para la Comunitat Valenciana porque permitirá a la industria valenciana seguir manteniendo los puestos de trabajo y encarar los próximos años con optimismo", señaló.
Una inyección en un momento en un momento de impass en la factoría, que afronta un duro ERE por delante. Hace tan solo diez días Ford anunciaba este ajuste laboral que afectará a 630 trabajadores, casi el 10% de la plantilla de unos 7.000 trabajadores. También dejaba en el aire el turno de noche. Un jarro de agua fría en una planta que en 2020 encadenó seis ERTE consecutivos ante la importante caída de las ventas.
Dirección y sindicatos se han emplazado a este viernes para comenzar el periodo de consultas sobre el ERE, una negociación que desde las organizaciones sindicales ya auguran complicada porque el coste laboral será elevado. A partir de abril, la fábrica pasará a fabricar 1.340 vehículos diarios, lo que supone 280 unidades menos que las que produce actualmente.