VALÈNCIA (EFE/LOLI BENLLOCH). Disfrutar de una experiencia gourmet en casa es posible gracias al reto creativo y empresarial por el que han apostado chefs con estrellas Michelin como Quique Dacosta, Ricard Camarena o Begoña Rodrigo, una vía complementaria de negocio que, según indican a EFE, parece que ha llegado para quedarse, dada la aceptación del público.
En un momento de restricciones en la hostelería por la covid y de bajada del consumo, clientes habituales de estos restaurantes, pero también nuevos que se han decidido a probar la alta cocina en casa, están optando por la modalidad para llevar o recoger, en la que se mima desde el producto hasta el empaquetado.
Tres de los restaurantes en València del chef con tres estrellas Michelin Quique Dacosta (Vuelve Carolina, Mercat Bar y Llisa Negra) ofrecen desde mayo, bajo la marca "QDelivery", una selección de productos que "viajan bien" y se presentan en una caja, con indicaciones para montar el plato e incluso sugerencias musicales para ambientarlos.
Los precios de las cajas de este "Quique Dacosta donde quieras" van de los 25 a los 42 euros; se pueden complementar con platos de la carta, como una paella de Llisa Negra, unas tapas de Mercat Bar o unos tacos de Vuelve Carolina, y están disponibles para recoger en los restaurantes, o recibirlas en casa en València.
Ante la buena acogida de esta modalidad, lanzaron en Navidad unas cajas para los días señalados, con un precio medio de 180 euros y que se podían recoger en Llisa Negra y excepcionalmente también el Quique Dacosta Restaurante de Dénia, y ya trabajan en preparar cajas especiales para San Valentín en los tres restaurantes de València con este servicio.
"Nos ha permitido complementar la oferta, pero no compensa la reducción de aforos" y de demanda actual, indican a EFE fuentes de la dirección del grupo Dacosta, que consideran que esta modalidad, que ya estaba en alza antes de la pandemia, ha llegado para quedarse y seguirá mientras haya demanda.
Cuatro de los restaurantes del biestrellado Ricard Camarena en València -Canalla Bistro, Habitual, Cocaloka y Central Bar- iniciaron hace unos tres meses el servicio de recogida y entrega a domicilio, que según explica a EFE su responsable de Cocinas, José Luis Marín, ha tenido una aceptación "muy buena" y es una línea por la que seguir apostando.
"Cada día nos vamos reinventando, en función de la demanda del cliente y de la posibilidad que tenemos de seguir trabajando", señala Marín, quien señala que en Navidad funcionaron muy bien las cajas especiales que crearon, una iniciativa más vinculada a fiestas y celebraciones -la próxima campaña será San Valentín- a la que ahora hay que "darle vueltas".
Admite que en estos momentos, en los que a las restricciones por la covid, que impiden a la hostelería abrir por la noche en la Comunitat Valenciana, se suma que el mes de enero es habitualmente malo tras los excesos de Navidad, "es necesario abrir todas las vías de negocio posibles para poder mantener la facturación máxima".
Esta línea les ha permitido llegar tanto a los clientes de estos restaurantes a los que le preocupa acudir al local por la situación de la pandemia como a usuarios a los que todavía no habían llegado, explica el responsable de las Cocinas de Camarena, que opina que la única manera de recuperar parcialmente la clientela de la noche es con el 'delivery'.
La chef con una estrella Michelin Begoña Rodrigo puso en marcha hace tres meses su servicio a domicilio, Anarkía, que actualmente ofrece también "una experiencia Michelin": un menú degustación con los "grandes éxitos" de su restaurante La Salita, con entrantes, aperitivos, plato principal y postre por 85 euros para dos personas.
"Está funcionando muy bien y está gustando mucho", explica EFE Rodrigo, quien coincide en que esta es una opción que tiene recorrido, pues aunque "no es el negocio del siglo" supone "un plus que suma", y en su caso está pensado para que sea un negocio paralelo que siga en el futuro, no algo circunstancial.
Además del reto que como cocinera ha supuesto poner en marcha esta vía -"no ha sido fácil", asegura-, destaca que a ella le "apetecería muchísimo" estar en casa y que le trajeran "comida de calidad" por un precio "muy asumible". "Si haces cuentas, muchas veces cocinar en casa según qué productos es muy caro", afirma.
Explica que entre los usuarios del servicio a domicilio tiene desde clientes "de toda la vida" a los que les apetece volver a probar platos "icónicos" de La Salita que ya no ofrecen en sala, como los chips de sardina, a quienes deciden probar por primera vez estos platos, que por San Valentín se podrán decantar también por una caja especial.