VALÈNCIA (EP /EFE). El futuro consejero delegado de la nueva CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que la integración entre Caixabank y Bankia "es la mejor fusión que podríamos hacer", pero ha dado por supuesto que llevarla a cabo "no será fácil ni breve", ya que los dos primeros años se centrarán en el proceso de integración. Así lo ha explicado Gortázar en una conferencia con analistas para dar cuenta del acuerdo de fusión entre ambas entidades, ratificado anoche por los respectivos consejos de administración de los dos bancos. Gortázar ha asegurado que habrá que "renegociar los acuerdos de seguros de Bankia, porque en parte se solapan" con los de CaixaBank, y que se han incluido estos impactos en los ratios de capital estimados para la nueva CaixaBank.
"Es una gran oportunidad para crear valor para los accionistas mejorando la rentabilidad y eficiencia", ha dicho el futuro primer ejecutivo del nuevo banco, que ha añadido que "el nuevo grupo creará un líder bancario y asegurador en España con la capacidad y el compromiso para apoyar a los clientes y la recuperación económica".
"Para casarse en tiempos difíciles es importante elegir a la pareja correcta y nosotros estamos convencidos de tener a un buen compañero", ha indicado el actual consejero delegado de CaixaBank. En cualquier caso, Gortázar ha reconocido que, aunque los trabajos empezaron justo antes del verano, esta transacción requerirá de mucho esfuerzo de ahora en adelante, si bien tratará de no perder el foco en el negocio y confía en no dejarse clientes por el camino.
Entre los esfuerzos que la nueva CaixaBank -la marca Bankia desaparecerá- tendrá que realizar, se incluye claramente un proceso de reestructuración que implicará el cierre de oficinas y el despido de empleados. Gortázar cree que aún es muy pronto como para ofrecer cifras sobre el potencial impacto, aunque ha admitido que durante las conversaciones de las últimas semanas se han planteado estimaciones preliminares. "No es momento de hablar sobre estas estimaciones", ha apostillado.
José Ignacio Goirigolzarri (i.) y Gonzalo Gortázar
Gortázar también ha destacado que la operación permitirá a ambas entidades afrontar "los desafíos de los próximos 10 años con mayor escala, fortaleza financiera y rentabilidad", y que ello se traducirá en "un mayor valor" para los accionistas, en "más oportunidades" para los empleados, en un mejor servicio a los clientes y en "una mayor capacidad para apoyar la recuperación económica en España".
En esa conferencia de analistas, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que será también el presidente del nuevo banco, ha subrayado que la entidad resultante liderará la banca doméstica en España, con la red comercial más diversificada del país. También ha reivindicado que la operación "no solo debe tener sentido industrial", sino también "valor para los accionistas", y ha resaltado en esta línea la prima del 20 % sobre la ecuación de canje a cierre del 3 de septiembre.
Asimismo Goirigolzarri ha explicado que el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), nunca tuvo un asiento en el consejo de la entidad porque mantenía una participación mayoritaria, superior al 60%. No obstante, tras pactar la ecuación de canje, el FROB reducirá su presencia en el capital hasta el 15,6%, por lo que "su influencia será muy diferente". En este sentido, Goirigolzarri ha subrayado que la buena relación mantenida durante estos años con el Fondo público y ha añadido que está convencido de que adoptará una actitud "profesional" en su nuevo papel.
La nueva entidad, que mantendrá la marca CaixaBank, será el banco de referencia en España con más de 20 millones de clientes, una cuota en créditos del 25 % y del 24 % en depósitos y una presencia geográfica diversificada.