VALÈNCIA. El pasado día 21 dieron el campanazo: Buñuel en el laberinto de las tortugas entraba en la terna que los académicos deben votar para elegir la película que representará a España en la categoría de película de habla no inglesa en la próxima ceremonia de los premios Oscar. El trabajo, basado en un cómic de Fermín Solís y dirigido por Salvador Simó, no deja de cosechar éxitos allá donde va. Pero, aunque los máximos responsables del proyecto sean extremeños y cuenten la historia de un director turolense ocurrida en Cáceres, tiene un importante sello valenciano.
Se trata de Hampa Studio, la productora de animación nacida en 1997, y responsable también de otros proyectos como Black is beltza o Memorias de un hombre en pijama. Álex Cervantes es su máximo responsable, y está viviendo estos días -que tenía de vacaciones- con la intensidad que toca. Este viernes 30 han organizado un pase para académicos, prensa y personas del sector en los cines Lys porque van a pelear por ganarle a Pedro Almodóvar y su Dolor y gloria y a Alejandro Amenábar con Después de la guerra.
Buñuel en el laberinto de las tortugas llegó a Hampa Studio casi de casualidad. En realidad, el estudio quería entrar en la producción de la película desde el principio, pero al no encontrar financiación valenciana, la película hecho a andar sin ellos. Cuando la encontraron y se incorporaron con las otras tres productoras, quedaban unos 20 minutos de metraje, que asumieron ellos de manera íntegra. "Lo cogimos en el momento perfecto, porque las otras tres productoras estaban exhaustas y nosotros, con nuestras ganas y nuestro aire fresco, supimos darle el último empujón que necesitaba el film", cuenta Cervantes.
El resto es historia. Mientras se viralizaba un tuit en el que Stephen King alababa la tercera temporada de La Casa de Papel, la gente ignoró el de David Ehrlich, uno de los críticos más importantes del influyente Indiwire, que decía: "En Estados Unidos, hacemos películas sobre pájaros cabreados y juguetes parlantes. En España, hacen películas sobre la lucha de Luis Buñuel para hacer Las Hurdes. Tierra in pan y cómo su rodaje supuso su madurez como artista". En Estados Unidos se ha estrenado en salas comerciales y se está negociando con la distribuidora ampliar el número de cines antes la buena acogida que está teniendo de público y crítica.
Aquí, en España, no corrió la misma suerte, y solo fueron un puñado de cines (aquí en València, la Filmoteca) los que programaron en abril el estreno del film.
- ¿Demuestra esta diferencia con Estados Unidos que, como público, nos hace falta aún madurar y acoger mejor el cine de animación?
- No es una cuestión valenciana o española, sino europea, casi occidental. Tenemos la idea de que el cine de animación está exclusivamente dirigidos al público infantil y, si no somos muy cinéfilos, no se nos ocurre ir al cine a ver una historia adulta animada. En Japón no pasa así, nos llevan años de distancia, pero películas como Arrugas, y espero que esta, están abriendo un camino para que, si hay apoyo suficiente, esta situación cambie.
El ingrediente para que Buñuel en el laberinto de las tortugas esté rompiendo ciertos techos de cristal son, en palabras del propio Álex Cervantes, es "presentar una película con una historia para adultos y bien contada": "cuando compites con películas de grandes presupuestos para público infantil, y tú sabes que no puedes producir esos gráficos espectaculares porque tienes un presupuesto limitado, tienes que desarrollar tan bien la historia que al público no le importe que la imagen sea tan impresionante".
Las posibilidades de Buñuel
El próximo 5 de septiembre se resolverá cuál de las tres películas luchará finalmente por competir en los Oscar. Estos días, se trata de convencer a los académicos de que, igual como ha hecho Japón, enviar una película de animación es una opción plausible.
¿Cuáles son las posibilidades reales de la película de Salvador Simó? La realidad es que compite ante dos titanes del cine español, que presentan films muy sólidos. Especialmente Almodóvar: Dolor y gloria fue presentada en Cannes y ha sido laureada por la crítica internacional, algo que se sumaría al gran afecto y carrera que tiene en Estados Unidos.
Sin embargo, eso no significa el final. Al haberse estrenado en salas comerciales norteamericanas, Buñuel en el laberinto de las tortugas podría presentarse de manera autónoma a la categoría de Mejor película de animación, algo que no es nada descabellado ante la acogida de la crítica, aunque resulte casi imposible acabar en la terna final compitiendo con films como Frozen 2 o Toy Story 4.
Sea como sea, este proyecto llena de fuerza y ganas a Hampa Studio, que ya han puesto en marcha su próximo proyecto, una adaptación de Chica y lobo, de Roc Spinet.