CASTELLÓ. El mercado laboral ha cambiado tras la sacudida que ha supuesto la pandemia y ha afectado de forma drástica a las relaciones profesionales de quienes lo vertebran. Conjugar los continuos cambios legislativos para evitar contradicciones y facilitar la toma de decisiones para orientar el futuro de una empresa y sus empleados no ha resultado nada fácil. La avalancha de normas, leyes, reales decretos ha generado "inseguridad jurídica" en muchos profesionales que deben asesorar a pequeñas y grandes empresas.
En este contexto, los graduados sociales han sido esenciales para dar sentido al proceso. Amparo Máñez, presidenta del Colegio de Graduados Sociales de Castellón, analiza la repercusión y retos de las relaciones laborales tras el impacto de la covid.
-Los ERTE son una solución eficaz a corto plazo para evitar la desaparición de empresas y garantizar unos meses de tranquilidad para muchas familias pero ¿qué nos podemos encontrar si seguimos utilizando esta alternativa a medio plazo? ¿Existen otras opciones?
-Los ERTE han sido la solución para esta pandemia, pero hay que empezar a plantear su finalización con una correcta desescalada, donde no se penalice a las empresas y se puedan ir reincorporando los trabajadores, tal como se les va necesitando. Además, es preciso incentivar el consumo nacional e intentar ayudar a las empresas para que sigan manteniendo los puestos de trabajo con una buena línea de ayudas en Seguridad Social.
-La salvaguarda de empleo es una medida de protección necesaria aunque, ¿se podrían flexibilizar algunos requisitos en caso de incumplimiento sin desproteger los derechos laborales?
-Se han hecho verdaderos rompecabezas, no es una mala medida pero sí creo que se debería haber incentivado con ayudas más directas a las empresas y, por supuesto, más rápidas. Lo que no puede ser es que se tarde tanto tiempo en cobrar. Si las ayudas hubieran sido más directas, las empresas no se hubiesen planteado tanto el hecho de tener que despedir en un plazo de seis meses. Hay gente que todavía no ha cobrado ni una sola ayuda, a fecha de hoy.
-¿Qué escenario laboral nos encontraremos tras el verano en Castellón?
-Por una parte creo que va a ser complicado, porque al terminar la etapa estival van a finalizar muchos contratos de trabajo relacionados con el sector de la hostelería, de forma directa o indirecta. Se está esperando a que el Gobierno prolongue las ayudas más allá del 30 de septiembre para ver si se pueden alargar hasta final de año. Pero estas resoluciones suelen ser de última hora tras el diálogo con patronal y sindicados.
"EL CONTRATO DE FORMACIÓN NO ESTÁ BIEN REGULADO, ESTARÍA BIEN QUE FUERA SIMILAR AL DE PRÁCTICAS. ADEMÁS, ES NECESARIA UNA BUENA REFORMA EN LOS CONTRATOS A TIEMPO PARCIAL"
-Pide paso una generación con una amplia formación a la que no le está resultando fácil acceder al mercado laboral. ¿Cómo se puede incentivar la contratación de jóvenes?
-Desde el colectivo de graduados sociales siempre hemos pedido una modificación drástica del contrato de formación para que cumpla su objetivo, dar oportunidades a los jóvenes para facilitar su incorporación al mercado laboral. Creemos que debería ser una buena herramienta para la empresa y los trabajadores pero es muy complicado contratar cuando se ha de realizar una formación on line.
Pensamos que no está bien regulado. Siempre apostamos por que sería una buena medida para incentivar la contratación de la gente joven. Pero, al igual que el contrato de prácticas puedes hacerlo durante dos años y tienes unas determinadas bonificaciones en la Seguridad Social, pensamos que el contrato de formación también estaría bien que fuera en una línea similar. Además, es necesaria una buena reforma en los contratos a tiempo parcial porque a niveles como las prestaciones por desempleo, durante este tiempo de ERTE, se han penalizado a los trabajadores por sus porcentajes de parcialidad.
-¿Por qué la mediación laboral avanza de forma tan lenta para consolidarse como una alternativa que reduzca los conflictos laborales?
-En el ámbito laboral siempre ha existido la conciliación previa a la vía judicial y desde el colectivo de graduados sociales hemos hecho bandera de esta alternativa. Bajo nuestro punto de vista, pensamos que está costando incrementar más esa medicación entre los profesionales de la judicatura. Consideramos que los jueces y los secretarios deberían tener más formación en ese ámbito. Conocemos juzgados, en determinadas zonas de España, donde el secretario y el juez están apostando mucho por la mediación y los resultados son positivos. Por eso, debería incrementarse mucho más la insistencia por parte de la Administración acerca de ese tipo de funcionarios. Nosotros nos encargamos más de relanzarla a través de cursos de formación para nuestros profesionales.
-La pandemia está poniendo a prueba todo el sistema económico y también las relaciones laborales. ¿Qué cambios han llegado para quedarse?
-Si valoramos su incidencia, podemos hablar de dos grandes cambios. El primero viene, sobre todo, por la línea del teletrabajo. Ahora, los contratos que se están intentando firmar tienen más en cuenta condiciones como el horario para el teletrabajo, los gastos que puede tener el trabajador con temas como las conexiones en el hogar o el uso de teléfonos móviles. Por otro lado, un segundo aspecto, también muy importante, es todo lo que está vinculado con las medidas de prevención adecuadas que se han ido tomando a través de los servicios de prevención y que deben de aplicarse como consecuencia de la pandemia. Ambos han modificado bastante el mundo laboral.
-Los convenios están prácticamente paralizados. Lo que supone que algunos procesos también se ven ralentizados de forma colateral. ¿Cuáles son las principales dificultades u obstáculos para alcanzar una plena retribución igualitaria?
-Los convenios necesitan mejorar en materias sociales. Hay que tener una gran desconexión del puesto de trabajo, en el relación al ámbito digital, para que se pueda alcanzar una conciliación laboral real. Es decir, si por un lado nos están diciendo que tenemos que conciliar y por otro lado que hemos de estar más pendientes de nuestros teléfonos, correos electrónicos y de todo lo que conlleva la era digital, creo que es un contrasentido. Hay que tener un desconexión digital real.
En cuanto a la igualdad retributiva, como asesores del 80 o 90 por ciento de las pequeñas y medianas empresas de la provincia, esa desigualdad retributiva creo que hoy en día está bastante equilibrada. En otros niveles, en las grandes empresas, existe esa diferencia entre hombres y mujeres. Pero en lo que son las pymes esa retribución igualitaria ya ha llegado. Es cierto que se tendría que reactivar más en la negociación colectiva pero afecta a niveles más altos de empresas.