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Histórica 'cremà' silenciosa en València

16/03/2020 - 

VALÈNCIA. Ardió y se esfumó. La 'cremà' de la falla de la Plaza del Ayuntamiento de València fue histórica. Sin público, sin previo aviso, sin música. Así se consumió en llamas el monumento municipal de las Fallas de 2020, que pasará a ser recordado como el símbolo de una época. La época de las prisas, las insistentes notificaciones, del 'aquí y ahora'. Una época que pareció venirse abajo cuando el coronavirus se expandió por todos los rincones del mundo, recordando la necesidad de parar entre tanto trasiego. Más o menos es lo que venía a decir el monumento municipal, diseñado por el artista Escif, que invitaba a detenerse y reflexionar en tiempos de la última hora, y que fue adaptada al momento cuando su creador colocó en el busto de la figura principal una mascarilla.

Tras el aplazamiento de las Fallas de 2020 por la expansión del coronavirus, la decisión del consistorio de quemar la falla municipal 'a puerta cerrada' para evitar tumultos hizo que los rumores aumentaran en los últimos días. El equipo de gobierno mucho se preocupó en que no se filtrara cuándo y cómo ardería. Así, en la madrugada de este martes, 17 de marzo, fue el momento, aprovechando el estado de alarma decretado por el Gobierno central y un día lluvioso en la capital. Una 'cremà' del todo atípica. Durante el día, diversos operarios ya trabajaban en la plaza del Ayuntamiento para proteger los elementos más cercanos a la estructura, colocando diversas lonas, lo que hizo saltar las alarmas.

Antes de la Cremà. Foto: KIKE TABERNER

Por la noche, la policía cortó todas las calles que daban entrada a la plaza y los bomberos empezaron a adecuar el entorno. Una de las peculiaridades del monumento de este año era que disponía de una estructura móvil, por lo que el cuerpo central pudo girarse y dirigirse hacia el balcón del consistorio donde, en apariencia, no había nadie. Huelga recordar que el busto de la falla municipal, que todavía no había sido montado, se salvó de arder en esta ocasión. El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Carlos Galiana, lo había anunciado por la tarde: se quemará, pero no ahora, sino en julio, cuando presumiblemente se celebren las fiestas josefinas.

Pasadas las once de la noche, diversos camiones empezaron a entrar en el recinto y una hora después, tras apartar las vallas y realizar múltiples orificios a la figura para facilitar la operación, los bomberos prendieron fuego al monumento de forma 'manual', con lanzallamas. El que fuera edil de Cultura Festiva hasta hace tres semanas, Pere Fuset, se encontraba a sus pies junto a Galiana; también los artistas. De hecho, visitaban la falla desde sus faldas tiempo antes de que empezara a arder. La falta de publicidad y el secretismo con el que se había llevado el momento de la 'cremà' no constituyó rémora alguna para que más de 45.000 personas se agolparan en Youtube para vivir en directo el evento mediante una cámara situado en lo alto de un edificio de la plaza.


Apenas veinticinco minutos tardó el fuego en engullirse la figura central. "No han dejado que se quemara toda; cuando quedaba poco, la han empezado a apagar", relatan fuentes presenciales. Abriéndose paso entre la lluvia, las llamas consiguieron superar el monumento y convirtieron 'la meditadora' en cenizas ante la mirada de vecinos y algún que otro avispado. Sólo el arder de la falla y la lluvia golpeando contra el suelo rellenaron el silencio. No hubo música, ni grande escenografía. No hubo pólvora. Sólo un grito rompió lo monótono desde un ventanal: "¡Viva València!". Voz que encontró respuesta en otro hogar: "¡Viva!".

Aunque durante los últimos días se habían escuchado diversas voces, algunas desde dentro del propio equipo de gobierno- que solicitaban el indulto para la falla por completo, no se siguió este camino. Sólo se guardará el busto, con la mascarilla, hasta que en las Fallas de julio pueda cumplir con lo que marca su devenir: arder y purificar unas fiestas golpeadas por el coronavirus.

Foto: POOL

También ardieron Na Jordana y Cuba-Literato Azorín

Además de la falla municipal, esta madrugada también fue el momento para los monumentos -lo que se había montado- de Na Jordana y Cuba-Literato Azorín. Diversos presidentes de la Sección Especial habían solicitado al Ayuntamiento quemar los monumentos que ya se habían ensamblado puesto que su desmontaje provocaría daños de gravosa reparación. Algunas comisiones como la de Exposición consiguieron realizar la operación con pocos daños para el monumento, y quedaron para la quema las dos mencionadas y la de Reino de València.

Esta última ardió, pero no de manera controlada. Amaneció este lunes carbonizada por un acto vandálico. Así pues, las que restaban -Na Jordana y Cuba-Literato Azorín-, continuaron la misma senda que la falla municipal y abandonaron estas Fallas 2020 sin gran publicidad.

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