MADRID (EP). Ibercaja, que a finales de este mes de febrero tendrá listos todos los preparativos para dar el pistoletazo a su salida a bolsa, buscará aprovechar la ventana óptima que le permita debutar en las mejores condiciones de mercado, con el fin de cumplir con la normativa española sobre las antiguas cajas de ahorro, que establece 2020 como fecha límite para reducir las participaciones de las fundaciones en las entidades.
De este modo, el banco aragonés, que espera debutar sobre el parqué antes de que termine 2019 y no agotar así el plazo legal y terminará de diseñar su estrategia en poco más de dos semanas, cuenta con al menos seis ventanas de oportunidad. Los mercados financieros barajan varias ventanas naturales para este tipo de procesos que están muy estandarizadas y que no son en ningún caso los meses correspondientes a Semana Santa, verano o Navidad, dado el poco nivel de negociación que les caracteriza.
Ibercaja cuenta así con seis posibles fechas para salir a bolsa, de manera que la ejecución del proceso podría fijarse en los meses de marzo, mayo, junio, septiembre, octubre o noviembre. 'La Información' ha adelantado este martes que estaría programada para el 27 de junio, aunque fuentes del banco consultadas por Europa Press han asegurado que "no es la definitiva ni está cerrada", solo es "una de las posibles". No obstante, han subrayado que, pasado este mes de febrero, estarán preparados para entrar en "cualquier ventana" y que la idea inicial es utilizar una de las opciones que ofrece este 2019 sin llegar a agotar el plazo máximo estipulado por la ley.
El objetivo de la colocación es el de reducir la participación de la fundación por debajo del 50% -actualmente el accionista de control Fundación Bancaria Ibercaja tiene el 87,8%-, por lo que el tamaño de la oferta oscilará en torno a un 40%. Esta desinversión, que se ejecutará mediante una oferta pública de venta de acciones (OPV), se hará exclusivamente en el mercado mayorista a inversores institucionales tanto nacionales como extranjeros, por lo que no habrá ningún tramo minorista, que comprendería los particulares.
A finales de 2018, el banco ya trasladaba su visión de que era "vital" estar "superpreparados" desde la primavera de 2019 y mostraban su confianza por el proyecto. Rothschild & Co es su asesor financiero independiente, mientras que Morgan Stanley y JP Morgan actúan como coordinadores y Bank of America Merrill Lynch y UBS como colocadores.