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La clave está en escuchar al mercado y en la tecnología 

Ideas que quieren cambiar sectores

Foto: KIKE TABERNER
11/05/2020 - 

VALÈNCIA. Revolucionar un sector implica hacer cosas radicalmente diferentes, algo que obligue al resto a seguirte los pasos para no quedarse en las antípodas del mercado. Empresas de este calado no son frecuentes, pero sí las hay que alcanzan el triunfo dando un giro en lo establecido y comúnmente aceptado. La clave suele estar en la escucha activa,(con especial atención a las quejas), y en el uso de una tecnología que conduce al cambio de paradigma. En esta línea, sí que podemos hablar en España de proyectos interesantes surgidos durante los últimos años que quieren romper el molde.

Zeleros es uno de ellos. El equipo de ingenieros surgidos de la Universidad de València, David Pistoni, Daniel Orient y Juan Vicen, están dispuestos a hacer una notable contribución al desarrollo de la tecnología para construir el vehículo del  futuro: el hyperloop. Supondrá una revolución en la forma de desplazarnos a largas distancias, equiparable a la que en su día supusieron el coche, primero, y el avión, después. Aprovechando lo mejor de la industria aeronáutica y ferroviaria, Zeleros trabaja en la creación de un medio de transporte totalmente nuevo y convertirse en uno de los principales actores europeos del desarrollo. Estamos todavía lejos de ver el Hyperloop al servicio de pasajeros y  comprobar si desbanca o no a los medios ya existentes pero, en cualquier caso, cuando empiece a funcionar contaremos que algo que no estaba previsto.

Bioo es otra de las startups nacionales consideradas entre las más innovadoras del momento. Incluida en el listado de las 50 empresas más innovadoras del continente que realiza el Parlamento Europeo, el mérito se debe a la capacidad de obtener energía a partir de la naturaleza. Aprovechan, entre otras cosas, el proceso de fotosíntesis de las plantas. Obtienen también electricidad producida como resultado de la descomposición de sustancias orgánicas por bacterias dentro del suelo. El objetivo que dicen perseguir es, ni más no menos, que el de “liderar el cambio hacia un futuro más verde, donde la sostenibilidad es el eje central y la tecnología la herramienta principal para lograrlo”.

Intervenir donde antes no se hacía

Ya en el terreno legal, Pablo Rabanal, CEO de Reclamador, dice haber recibido la acusación de estar reventando el mundo del Derecho. Ellos disponen de una solución online que permite reclamar legalmente por cuantías mínimas de 250 euros y cobrar solo si el litigante gana. “¿Cuántos casos con 62 euros de beneficio para ti llevabas antes? suele ser la réplica con la que Rabanal desafía a quien le inoportuna. Y como la respuesta suele ser “ninguno”, él argumenta “pues entonces no me estoy cargando nada. Lo que he creado es una nueva categoría que pone el servicio legal al alcance de cualquiera y combato lo que, en este mundo, se conoce como la indefensión aprendida” que no es otra cosa que aguantarte con una injusticia porque los costes del procedimiento legal no compensan con la cantidad reclamada. Una de las últimas iniciativas de esta compañía ha sido asumir la defensa, a una media de 100 reclamaciones diarias, del reembolso de billetes adquiridos a las aerolíneas por vuelos que al final no disfrutaron  a causa del estallido de la pandemia y cuyo importe se negaban devolver amparándose en una posible quiebra.

Otro sector incómodo para la mayoría de los consumidores es el hipotecario. Resulta frustrante comprobar que los primeros años te vas a dedicar solo al pago de intereses bancarios por la concesión del crédito y, más aún, ver que las condiciones de este producto mejoran con el tiempo sin que tú puedas dar marcha atrás. Fue la misma experiencia que vivió Ricard Garriga antes de animarse a fundar Trioteca, una empresa tecnológica que ayuda a elegir la oferta hipotecaria que más se ajusta a las necesidades del cliente y, en caso de oportunidad, aplicar el proceso de subrogación o portabilidad hipotecaria.

En Doctor Property, una empresa inmobiliaria surgida en Zaragoza, lo que han hecho para reinventar al sector ha sido eliminar a una de las partes comisionistas. Así, si en la venta de un inmueble, el procedimiento habitual de una agencia es cobrar una comisión por el servicio al propietario y otra al comprador, ellos suprimen la primera gracias al desarrollo de la tecnología específica.

Cambiar de actividad y acertar

Otros que dicen estar revolucionando un sector, esta vez en el ámbito de la psicología, son los fundadores de Mindhope. La verdad es que el suyo más parece un caso de serendipia, un hallazgo hecho en plena pandemia del coronovarus.  Radicados en Valencia, Alfredo Rico, Carlos Pérez y Pablo Alcolea se hallaban hasta hace unas semanas en la aceleradora Demium ultimando detalles para un proyecto relacionado con cultivos verticales. La crisis sanitaria les llevó a aparcarlo y decidieron buscar otra solución que aportase algo ante los efectos devastadores del Covid-19. Así es como desarrollaron en cuestión de días una aplicación con un servicio gratuito que contactara a psicólogos voluntarios ya colegiados con personas que sintiesen alguna alteración psicológica a causa de la pandemia o el confinamiento. Es prioritaria la atención al personal sanitario, las fuerzas del orden, personas contagiadas por el virus y las que padeciesen alguna patología previa acentuada por crisis. 

A día de hoy, cuentan ya con más de 600 usuarios registrados, entre psicólogos y pacientes, creciendo a un ritmo de, aproximadamente, 140 registros por semana. La sorpresa ha sido que, ahora que los psicólogos han probado por vez primera la atención online, les están pidiendo formalizar en empresa lo que surgió como iniciativa solidaria. “Esto ha sido una revolución para ellos. Ninguno de los psicólogos que han colaborado había practicado antes la terapia online y ahora que han visto que funciona, encuentran en Mindhope una alternativa válida y eficaz para ganar pacientes en una realidad nueva que, aun finalizado el confinamiento, seguirá marcada por el distanciamiento”, dice Alejandro Rico. 

El equipo se encuentra ahora trabajando en el desarrollo de una plataforma que permita la monetización, tanto la de ellos, como fundadores de la empresa, como la de los profesionales por la prestación del servicio. “Vamos a ser una plataforma en la cual los psicólogos van a poder protegerse de la crisis económica que viene ya que les vamos a facilitar pacientes”, concluye Rico.

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