VALÈNCIA. Siguiendo con la serie de entrevistas a financieros valencianos que este diario ha puesto en marcha desde que se decretara el estado de alarma, la invitada en esta ocasión es Isabel Giménez Zuriaga, directora general de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF), que atendió amablemente la llamada de Valencia Plaza.
A continuación la charla mantenida donde no solo contó cómo lo está llevando sino también, y entre otros aspectos, la labor que sigue desarrollando la institución que dirige, su visión sobre la marcha de los mercados y cómo puede ser la recuperación económica.
-¿Qué tal está llevando estos más de dos meses de confinamiento?
-2020 ha sido un año diferente e inesperado. Ante el anuncio del estado de alarma el equipo de la FEBF se reunió para organizar un plan de teletrabajo, dar cobertura a las actividades programadas y posponer algunas de ellas. Todas estas semanas las hemos pasado teletrabajando en familia en convivencia pacífica y responsable. En mi caso, gratamente sorprendida de la madurez con que mis dos hijos (17 y 14 años) han aceptado la situación.
-¿Y las semanas que nos esperan?
-El calendario de desescalada, y el paso a la Fase 2 de la Comunitat Valenciana deben tomarse con optimismo prudente, siguiendo con atención la evolución de los casos abiertos de la covid-19. Parece, además, que hay buenas expectativas con respecto a la vacuna por parte de varios laboratorios farmaceúticos, y afortunadamente se ha reducido el numero de fallecidos en España. Esta emergencia sanitaria ha supuesto una cura de humildad. El ser humano ha sido consciente de las agresiones cometidas sobre el entorno, así como de las limitaciones del crecimiento económico. El futuro del planeta y de los recursos (limitados) están en el punto de mira, así como las desigualdades y la asimetría del alcance de la pandemia por zonas geográficas. Sigue siendo fuente de preocupación aquellos países en los que el coronavirus muestra mayor virulencia (Estados Unidos, Brasil...). Los ciudadanos españoles y valencianos han mostrado una actitud ejemplar en términos de responsabilidad y disciplina.
-¿Cómo se organiza para seguir al pie del cañón?
-Yo soy de natural optimista y cada día busco y encuentro razones para sonreír. En lo profesional, con proyectos ilusionantes; y en lo personal con mi familia, compartiendo momentos y buscando complicidades. Estos días han fomentado la reflexión, el dialogo y el compañerismo, así como el apoyo a la tercera edad en vecinos y familiares (más afectada por la pandemia). Conviene recordar que solo en España viven solas 850.000 personas, y la soledad requiere atención individual y teleasistencia.
-¿Qué rutina sigue al levantarse?
-Es muy importante tener disciplina. En mi caso me levanto a las 8, hago gimnasia y planifico la jornada. Mi marido me ayuda en las tareas de la casa, ya que teletrabajamos los dos, y por la tarde ayudo a mis hijos con los deberes. Las cenas en familia son el momento más agradable del día, y después el fin de semana vemos una película/serie. A primera hora hay que leer los titulares de Valencia Plaza, y por la noche los twitters sobre apertura y cierre de los mercados financieros, y la portada del FT del día siguiente.
Por ejemplo, estos meses atrás vimos grandes películas: 'La gran apuesta' (muy interesante para reflexionar sobre la crisis financiera de 2008 y sus diferencias con la actual), '1917' (liderazgo y compromiso en conflictos bélicos), 'Parásitos' (desigualdades sociales y economías emergentes, el guión parece de Luis Buñuel); todas muy recomendables.
-¿Como está respondiendo la FEBF ante la crisis sanitaria?
-Este año la FEBF cumple 30 años y teníamos programado un gran calendario de actividades. Algunas del segundo trimestre se han pospuesto, y hemos organizado un calendario de webinars semanales de educación financiera los jueves a las cinco de la tarde sobre temas de interés para inversores y pymes: consejos de inversión, ayudas financieras, entorno macro, normativa laboral, reestructuraciones, calendario fiscal, ERTEs, inversión value, sostenibilidad y RSC… Hablamos con el Patronato y los Socios, y nos han llegado propuestas de webinars muy interesantes. Además de ello, hemos programado directos en Instagram sobre consejos de economía doméstica en confinamiento para poner en común hábitos de consumo responsable, reciclaje y sostenibilidad.
-Además nos consta que han llevado a cabo más cosas durante este tiempo...
-Así es. El día de Sant Jordi hicimos una grabación sobre el ultimo libro editado por la Fundación sobre 'Sociedad Digital y Medios de Pago', que presentamos en primicia hace unos meses en Plaza Radio, sobre los desafíos que supone la sociedad digital, las nuevas plataformas de distribución de productos, y la Directiva Europea de Medios de Pago. Y hemos preparado dos nuevas actividades formativas online una sobre finanzas conductuales y otra sobre bitcoin y blockchain. También, y dentro de las actividades del treinta aniversario de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros presentamos el libro de ensayo 'Excesos' del catedrático Emilio Ontiveros, gran colaborador de la Fundación a lo largo de estos años, presentado por el Conseller Arcadi España. Este libro es de lectura obligada en estos meses de reclusión, con diagnósticos amenos y muy acertados sobre globalización, conflicto China-Estados Unidos, el posicionamiento de la UE, robotización, finanzas y demografía.
-Todo ello promoviendo la educación financiera y la investigación...
-Cierto. Las personas conectadas a los webinars y a los directos valoran la divulgación financiera llevada a cabo desde la Fundación, así como los diccionarios y glosarios editados. Agradecen mucho la información y los consejos de los expertos. Las recomendaciones de economía domestica han dado pie a grandes debates sobre hábitos de consumo e inversión. La Comisión de Publicaciones del Patronato de la Fundación ha priorizado la edición de investigaciones sobre inversiones temáticas, finanzas sostenibles/responsables y una reforma de la ley de mecenazgo.
-¿Como se vive la economía domestica en confinamiento?
-La economía domestica en confinamiento nos ha facilitado hacer un ejercicio de consciencia, autocontrol y madurez, reflexionando sobre nuestros hábitos de consumo e inversión. El hecho de comer tantos días en casa, consumir menos, y limitar las salidas al supermercado han facilitado la planificación y la elaboración de un presupuesto familiar, clasificando y separando gastos necesarios y gastos opcionales, así como fomentando pautas sostenibles: reutilización, reducción de residuos, reciclaje. La reflexión y la planificación son muy recomendables, y las pautas de ahorro proporcionan independencia y equilibro emocional. El colchón financiero facilita superar imprevistos futuros y todas las personas deberían conocer su salud financiera. Las personas que han perdido sus puestos de trabajo se han visto obligados a planificar como distribuir sus ahorros/prestación a lo largo de los próximos meses. En este contexto, conviene recordar que la formación es la mejor inversión para volver reforzados al mercado laboral.
-¿Qué recomendaciones ofrecen en la FEBF?
-La formación financiera es fundamental. Y no es solo para iniciados. Mas allá del Master Bursátil y Financiero referencia en posgrado de finanzas y el Master de Asesoría Jurídica de Empresas, otros programas de la Fundación son divulgativos, y tratan de conseguir que los profesionales accedan a una mayor cualificación, y que los inversores se sientan cómodos con sus inversiones. Hay referencias básicas a tener en cuenta, como por ejemplo que nunca se debe invertir en un producto que no se entienda, o que las prisas son malas consejeras. La crisis de la covid-19 ha vuelto a mostrar como los crash bursátiles son distorsiones en las que los mercados no valoran bien los activos. En estas circunstancias, la incertidumbre genera volatilidad. Cada pánico bursátil genera excelentes oportunidades de compra, con valores sólidos a precios asequibles. En esta primavera ha habido valores con resultados record. Otros, como Inditex o Iberdrola, tienen además una orientación ESG diferencial muy valorada por los inversores a medio/largo plazo. Durante las crisis las emociones cobran mayor protagonismo que las decisiones racionales, pero los mercados siempre bajan más rápido de lo que suben. La diversificación es la mejor amiga del hombre. Una cartera diversificada, con valores elegidos con enfoque de largo plazo, navegará mejor la crisis y será más rentable.
-¿Dónde se van a frenar los descensos en bolsa tras las medidas adoptadas por los grandes bancos centrales?
-Superado el pánico vendedor del pasado mes de marzo, las acciones han vivido momentos de alza anticipando el pico de la curva de contagiados Covid y la desescalada de las economías. El índice S&P 500 tiene un potencial de revalorización del 12%, beneficiado por su exposición al sector tecnológico, y otro balón de estimulos monetarios y fiscales. Lo creamos o no, el grafico muestra que el índice S&P500 vuelve a recuperar su tendencia de 2009. Es una hazaña impresionante, considerando la devastación económica sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial que ha supuesto la crisis del coronavirus. El Nasdaq 100 ya recuperó buena parte de la caída, y en ambos casos hay una mayor concentración de sus pesos pesados en los índices; mientras el Ibex 35 muestra más resistencia a la recuperación, quizás por la menor diversificación del índice, aunque contiene valores muy sólidos, de fondo de armario, y con dividendos elevados.
-¿Atisba una fuerte recuperación económica una vez pase el 'efecto coronavirus'?
-La macroeconomía es una ciencia asimétrica, cuando la economía va bien las diferencias entre diferentes previsiones cobran menor importancia, pero cuando la economía se enfrenta a una crisis o a una recesión, como es el caso actual, todos los ciudadanos muestran un interés creciente por los datos y las diferencias entre las casas de análisis. Las proyecciones macroeconómicas, hoy más que nunca, hay que tomarlas con prevención. La rotura/paralización de la demanda y de la oferta necesitarán un tiempo para la recuperación, y cada sector lleva su propio tempo. La incertidumbre descuenta miedo y paraliza las decisiones. La crisis pandémica ha sido un shock externo de impacto, de ahí que fuera una caída vertiginosa, pero no un cambio de ciclo. En algunos mercados ha sido muy efímera. Las crisis son tragedias en tres actos: emergencia, retroceso y recuperación. Y cada acto requiere su tiempo.
-Por último, ¿nos queda mucho para seguir en esta situación?
-Afortunadamente, en la Comunitat Valenciana ya estamos viendo la luz al final de túnel. La evolución ha sido favorable desde el máximo del 1 abril, y las curvas invitan a un optimismo cauteloso. La fase 2 permitirá la recuperación del sector retail y de servicios, muy necesarios para una economía terciarizada.
Me preocupa la evolución del sector de viajes y del turismo en 2020, intensivos en mano de obra y con externalidades en otros sectores, habida cuenta de la competencia internacional. La crisis de la covid-19 condicionará nuestro futuro, y recordaremos este trimestre de 2020 como punto de inflexión no solo en los mercados financieros, sino, lo que es más importante, en nuestras vidas. Por ello en la FEBF hemos reflexionado sobre los excesos de la globalización y la importancia de disponer de un capitalismo humanista e inclusivo para evitar el deterioro del planeta. A lo largo de estos meses, las finanzas sostenibles han ofrecido un balance positivo, con entradas de fondos. Es una megatendencia que ha llegado para quedarse. Los inversores quieren valores con orientación de largo plazo y un enfoque ESG en el que se les explique el modelo de negocio y se les escuche.