VALÈNCIA. La irrupción y expansión de la covid-19 ha puesto a prueba la resistencia de los sistemas sanitarios de todo el mundo. Tras meses de lucha por frenar los efectos la pandemia, estado de alarma y confinamiento incluidos, el Gobierno valenciano se enfrenta al desconocido reto de la ‘nueva normalidad’. Más aún cuando la tensión generada por los rebrotes del virus sigue azotando tanto a la ciudadanía como a todas las Administraciones, que se debaten entre el impulso a la recuperación de la economía –ocio, turismo- y la contención de un virus que se está mostrando más que resistente a las temperaturas estivales.
La secretaria autonómica de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público, Isaura Navarro (València, 1973), recibe a Valencia Plaza para explicar cómo está articulándose la lucha diaria contra la pandemia desde la conselleria y también para reclamar a los ciudadanos que no bajen la guardia y cumplan las recomendaciones sanitarias. “Podemos imponer mil normas, recurrir a la policía, pero en este tipo de enfermedad, estamos en manos de la responsabilidad de cada uno de nosotros”, asegura la también dirigente de Compromís.
- ¿Se ha normalizado demasiado la 'nueva normalidad'? Se han visto imágenes en las últimas semanas que invitan a la preocupación, además de los brotes que han ido surgiendo.
- Hay una necesidad social de relajarse después de haber vivido unos meses de tensión y de miedo. Emocionalmente, eso es normal. También está encima de la mesa la recuperación de la economía. De hecho, no hay ningún problema en que la economía se recupere pero siempre y cuando la salud esté protegida. Estamos hablando de la vida de las personas. Frente a esa necesidad de relajación de la gente, que es comprensible, hay que recordar que las medidas de higiene se tienen que mantener, además de las distancia con la gente más vulnerable.
En este sentido, hemos tenido que establecer el uso obligatorio de la mascarilla al darse que un porcentaje pequeño de la población no hacía uso nunca de la misma. Tenemos que recordar que la nueva normalidad no quiere decir que el virus se haya ido. Está aquí con nosotros, y ahora hay un riesgo mayor porque la gente está en la calle, hace calor, se está reencontrando y hay mucha movilidad porque es verano y es el momento. Pero la movilidad es un factor de riesgo muy importante, así que no tenemos más remedio que alertar a la ciudadanía de que se puede volver a la normalidad pero bajo ciertas normas de higiene y seguridad.
"LA NUEVA NORMALIDAD NO QUIERE DECIR QUE EL VIRUS SE HAYA IDO"
No estamos pidiendo nada extraordinario. Solo que cuando la gente se encuentre no se dé besos, no se dé abrazos, mantengan distancias de seguridad, hagan uso de la mascarilla y tengan una higiene de manos permanente. Aunque sean miembros de tu familia hay un riesgo y esta enfermedad es muy puñetera, como la gripe común, porque hay personas asintomáticas. Entre éstas y las que tienen la enfermedad pero no han desarrollado los síntomas hay un espacio de riesgo del que tenemos que ser conscientes. Hay que convivir con las normas y acostumbrarse.
- Murcia ha restringido la apertura de locales de ocio. Otras comunidades como Andalucía, Navarra o Cantabria están planteándose medidas más restrictivas. Aquí de momento se ha cerrado en Gandia. ¿Debe avanzar el Gobierno valenciano con esta medida en otras localidades?
- No hay que criminalizar a un sector. El problema no lo tiene el local, sino la gente que va al mismo y no cumple las medidas. No podemos poner un policía en cada local de ocio, eso es inviable. Lo que necesitamos es que la gente cumpla. Cuando tienes un espacio en el que detectas que no se están cumpliendo las medidas tienes que adoptar soluciones, y eso es lo que hemos hecho en Gandia. Tenemos que proteger a la gente y a veces hay que tomar medidas en las que pagan justos por pecadores, pero en ocasiones no hay más remedio.
"NO PODEMOS PONER UN POLICÍA EN CADA LOCAL DE OCIO, ESO ES INVIABLE"
Si la tenemos que adoptar en toda la comunidad, pues lo vamos a valorar. Se ha detectado que es un espacio en el que la gente incumple a puerta cerrada y es difícil establecer un control. Por eso, el debate sobre el cierre de locales de ocio y discotecas está encima de la mesa en toda España y se va a tratar en el Consejo Interterritorial. Y es que, cuando se detecta un problema a nivel nacional, se buscar adoptar medidas comunes.
No obstante, la gran mayoría de gente llevaba mascarilla antes de que fuera obligatoria. El estudio de seroprevalencia indica en la ronda 3 que las personas que no llevaban mascarilla suponían un 5% en los espacios donde había más riesgo. Estamos hablando de una minoría, pero si éstos ponen en riesgo a las personas más vulnerables, porque el que se va a la discoteca por la noche por el día está en casa con los abuelos o se va a trabajar a una residencia, pues tenemos que adoptar medidas.
- ¿Es el ocio nocturno un problema en cuanto al mantenimiento de la trazabilidad?
- Uno de los problemas que tenemos es que de cada persona joven en una discoteca tiene una media de 20 contactos. Si le pregunto a mi madre qué contactos ha tenido, serán uno o dos.
- Se dice que hay pocos rastreadores pero, con más de 1.000, los números a nivel nacional posicionan a la Comunitat Valenciana como una de las que más tiene. ¿Van a contratar más?
- Estamos destacando en España por el número de rastreadores y rastreos que se están haciendo, pero tenemos que incrementar los recursos en Salud Pública todavía más porque, ahora mismo, siendo una comunidad autónoma en la que recibimos a la gente de fuera, eso se tiene que tener en cuenta a nivel estatal. Estamos recibiendo a gente de toda España como comunidad turística y eso nos está generando un incremento de trabajo.
- ¿Y las reuniones familiares? También están ocasionando algunos brotes.
- Dentro de la normativa hemos puesto que también en los lugares privados y cerrados se recomienda el uso de la mascarilla y eso está ahí porque nosotros no podemos entrar en la casa de la gente a vigilar si la están usando. Pero la queremos recomendar porque si tú estás con tus padres, no puedes guardar la distancia de seguridad y son vulnerables por edad, es recomendable que la utilices. Si guardas las distancias no hace falta. Hay muchos brotes que vienen de encuentros familiares y damos respuesta normativamente dentro del margen de actuación que tenemos.
- ¿Se plantea volver a poner sobre la mesa las reuniones máximas de diez personas?
- Lo estamos valorando a pesar de que no tenemos medios para controlarlo cuando la gente está dentro de su domicilio y han invitado al cumpleaños a 10, 15 o 20. Al final lo que se plantea es la necesidad de adoptar las medidas de seguridad como el uso de la mascarilla cuando no se puede mantener la distancia de seguridad. Porque pongamos el límite que pongamos, éste se puede incumplir. Incluso en las terrazas de bares a veces se está incumpliendo el límite de reunión cuando se juntan las mesas. De hecho, hago un llamamiento a los bares para que se esfuercen en cumplir la normativa.
- ¿Habría que reforzar las multas?
- Se está preparando un régimen sancionador que se aprobará este viernes en el Consell precisamente con ese objetivo. Pero el incumplimiento de la normativa ya tiene un marco jurídico y son los municipios los que tienen la potestad para sancionar.
- Con los precedentes que estamos teniendo estas semanas, ¿vamos hacia un segundo confinamiento?
- Es algo que pregunta todo el mundo. El planteamiento que hay en la actualidad es que los confinamientos sean reducidos a los espacios donde se detecta que hay un riesgo de transmisión comunitaria o ya la hay. Se trata de localizar los espacios y frenarlos. Estamos en manos de la responsabilidad de la gente. Podemos hacer 1.000 normas, podemos poner mucha policía, pero en este tipo de enfermedad estamos en manos de la responsabilidad de cada uno de nosotros.
- ¿Cómo se espera la evolución de los contagios con la llegada de más turismo?
- El problema no se llama turismo, se llama movilidad. Hay gente que ha venido de otras autonomías, se encuentran bien y al día siguiente en el hotel se encuentran mal y tienen covid. La movilidad trae eso. Nosotros teníamos unas cifras buenas. En el último estudio de seroprevalencia en València estábamos a un 2% de incidencia mientras que la media de la Comunitat Valenciana era un 2,4%. Muy poca gente ha tenido la enfermedad y ahora, con la movilidad, está viniendo gente de otras comunidades autónomas y otros países que no son conscientes de que son portadores de la enfermedad y nos generan brotes.
- ¿Está previsto reforzar en Salud Pública las zonas más turísticas?
- Sí, lo estamos haciendo porque, efectivamente, es donde ahora hay más población que viene de otros lugares y donde se están produciendo los brotes más difíciles, concretamente en las zonas turísticas costeras. En éstas procedemos, como siempre, haciendo el rastreo de los contactos con la diferencia de Santa Pola y Peñíscola, donde se han hecho llamamientos para las discotecas. Este martes se hicieron 400 PCR, grandes cribados de la gente que había estado. Por ejemplo, en el caso de Santa Pola era por los trabajadores, que habían dado positivo. Y como no sabemos a quién han servido copas, hay que hacer un rastreo más profundo.
"ESTAMOS DETECTANDO INCUMPLIMIENTOS DEL AISLAMIENTO POR PARTE DE POSIBLES CONTACTOS DE POSITIVOS"
Otro problema que estamos teniendo con la gente joven es cuando a los contactos se les indica que deben quedar aislados en el domicilio durante 14 días, que es el periodo máximo de incubación de la enfermedad. Puedes ser portador y no saberlo. Es muy difícil de controlar y estamos detectando incumplimientos por parte de los contactos. Hemos hecho resoluciones que están ratificadas por el juez de personas positivas que se les obliga al confinamiento y lo estaban incumpliendo y se han tenido que resolver con resolución judicial. Esto se basa en la Ley de Salud Pública al ser una persona que pone en riesgo la salud de los demás y de esto hay antecedentes con la tuberculosis. Lleva años haciéndose y es un delito penal.
- Sin embargo, no hay especial incidencia en playas y piscinas.
- Eso estaba previsto. Los espacios al aire libre son mucho menos peligrosos. Las playas y piscinas tienen los informes del ministerio y se vio que se podía proceder a la apertura. Manteniendo las distancias en un espacio al aire libre no es de riesgo.
- ¿Ha sido un error un confinamiento tan radical durante los últimos meses?
- A nosotros nos vino muy bien porque en la Comunitat Valenciana supuso un freno absoluto de la curva en la que estábamos. De hecho, decíamos que iba a llegar la curva en algún momento pero no llegó a dispararse gracias al confinamiento. Aquí fue muy útil. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid llegó demasiado tarde. Debió cerrarse antes.
- ¿Se están volviendo a poner en marcha plantas de covid en los hospitales?
- Nosotros no hemos parado de prepararnos y estructurar toda la asistencia sanitaria ante la posibilidad de nuevos brotes y así consta en el informe que se remitió al ministerio. Y sé que generan problemas y quejas de la ciudadanía, de hecho con razón. La sensación de vuelta a la normalidad también la gente la reclama para el sistema sanitario, pero tenemos que estar preparados para un rebrote importante y no puede plantearse como una vuelta a la normalidad y ya está. Nosotros tenemos los centros de salud con dos vías de acceso, una covid y otra no covid, al personal rotando y con un plan de contingencia por, si hay contagios, siempre tener asistencia sanitaria. No estamos en una situación de normalidad. Hemos preparado hospitales, tenemos hospitales de campaña listos y, si hace falta, ampliaremos los espacios.
- Viendo las listas de espera, ¿cómo va a resentir esta pandemia al resto del área sanitaria?
- Evidentemente tiene consecuencias para las listas de espera, pero no se puede hacer de otra manera. Desde todos los hospitales, las gerencias están valorando qué es lo que urge, qué puede esperar. Estamos padeciendo una pandemia y el riesgo para la gente es de muerte. Hay que adoptar decisiones y reestructurar todo el sistema. No podemos poner en riesgo la vida de la gente sin más. Cada decisión está meditada y valorada en función de prioridades.
- Hay quienes se quejan de que primaria no se atiende de forma adecuada en cuestiones que no sean covid.
- Quiero pedir disculpas por las consecuencias de la gestión de la pandemia que está padeciendo a la gente en lo que se refiere a las dificultades de atender al teléfono. Somos conscientes e intentamos poner soluciones con más personal y más líneas. En la app ya se puede hacer la consultas telefónicas y eso descargará el problema. Pero estamos en una situación muy complicada. La gente ha trabajado muchísimo y sigue trabajando para atender a las problemáticas que hay encima de la mesa y la situación no es la más deseable, pero estamos gestionando una pandemia.
- Las residencias han sido el espacio con mayor incidencia. ¿Se tardó demasiado en realizar test a todos los mayores y trabajadores?
- A todas las personas que tenían síntomas se les hacía la prueba y eso era lo indicado. Cuando no se había aprobado la normativa estatal nosotros aprobamos una resolución a nivel autonómico en la que establecíamos que en el caso de que hubieran positivos tomábamos el control de las residencias. Desde el principio se estableció el protocolo de gestión pero nos decían que eran protocolos difíciles de cumplir y, sin embargo, había que cumplirlo, porque el riesgo era muy elevado.
Reaccionamos con mucha celeridad en ese ámbito y creamos las comisiones de coordinación, que se reunían todas las mañanas a las 8 en todos los departamentos y evaluaban la situación de las residencias. También se pusieron refuerzos en éstas y tuvimos una reacción muy rápida, sobre todo comparándonos con otras comunidades autónomas.
-Mónica Oltra ha puesto sobre la mesa la reversión de la residencia de Alcoy. Es cierto que se produjeron muchas muertes, pero también en otras residencias con otro tipo de gestión. ¿Qué tiene de especial este centro?
- Hay residencias que no notificaban a Sanidad la situación que tenían o que lo hacían demasiado tarde, como es este caso. En el caso de Domus Vi, el informe de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria (UHD) es bastante claro con la situación. Había una dirección médica que no era la adecuada, que apostaba más por la paramedicina, que incumplía los protocolos, que no aislaba a los pacientes como se les decía, que incluso los juntaban para hacer grupos de trabajo y reuniones con positivos. Entonces, desde luego que entiendo la decisión de la vicepresidenta de recuperar el control porque lo que no se puede tolerar es que cuando hay una mala gestión no tengas más remedio que dejar la vida de nuestros mayores en manos de malos gestores. Hay que poner soluciones.
- ¿Se ha pensado en volver a restringir visitas en las residencias?
- No, se pueden realizar poniendo las medidas necesarias. Si pones una mampara o respetas una distancia de metro y medio y te ves al aire libre, más ahora en verano, no hay el porqué restringir las visitas.
- La patronal de las residencias se ha quejado en alguna ocasión de que se les había cargado un peso sanitario que no les correspondía.
- Las residencias son espacios sociosanitarios donde hay enfermería y personal médico. Cuando hay una situación como la actual, donde hay una mayor necesidad de atención sanitaria, nosotros hemos puesto el personal y el control a través de Atención Primaria o a través de las UHD. El personal sanitario de las residencias sigue allí y nosotros hemos reforzado con personal nuestro. Les hemos ayudado con protocolos, les hemos dado todo el material de protección, hemos establecido un contacto durante todas las semanas la secretaria autonómica de Eficiencia Sanitaria, Concha Andrés, y yo, escuchando sus demandas y peticiones y contestando a las dudas y problemáticas específicas. Hemos mantenido un diálogo permanente y una atención a la problemática específica en las residencias y nos han agradecido en cada reunión que les escucháramos.
- ¿Se han marcado ya las pautas ante una segunda oleada?
- Ahora mismo hay una comisión técnica que se está reuniendo de manera permanente. Las patronales de las residencias han puesto a dos personas. Están técnicos y técnicas de la conselleria de Sanidad y de Políticas Inclusivas y allí es donde se están consensuando las medidas de futuro para una segunda oleada.
- ¿Se debería haber incidido más en el ámbito psicológico durante esta pandemia?
- Hemos reforzado los servicios de salud mental. He tenido reuniones con la Oficina de Salud Mental para tratar esta cuestión y que se tenga en cuenta para todos los problemas específicos derivados tanto del confinamiento como del miedo. Hay gente que ha tenido muchas dificultades para volver a salir de casa, por ejemplo. Estamos pendientes de si hay más casos de gente con ideación suicida. Es una de las problemáticas que he pedido que se atiendan específicamente porque es una consecuencia lógica después de padecer un confinamiento con las medidas de precaución que pueden generar miedo. Por ello estamos trabajando para dar respuesta a la problemática.
- ¿Qué cree que se ha hecho mejor desde la Conselleria de Sanidad y qué cree que se ha hecho peor? ¿Cuáles son los aciertos y los errores de la gestión del Ministerio en la pandemia?
- Es muy fácil, cuando es otro el que está tomando las decisiones, observarlas y criticarlas. Pero cuando se acaba el estado de alarma y esas decisiones pasan a ti, te das más cuenta de la complejidad que tiene. También es verdad que el que decide es normal que a veces se equivoque. Nosotros intentamos hacer las cosas lo mejor posible y seguro que en algunas llegamos tarde y en otras no acertamos, pero lo hacemos con la mejor voluntad y escuchando a todo el mundo. Siempre con la idea de buscar el acierto, pero no es fácil en una situación totalmente nueva que no habíamos padecido nunca y en la que, en muchos casos, científicamente las cosas van cambiando.
Sin embargo, hay decisiones que podían haberse mejorado como los horarios para salir de casa cuando empezó el desconfinamiento, que a mí no me parecieron adecuados. En primer lugar, a los niños y niñas les tocaba el momento de más calor cuando desde Salud Pública siempre pedimos que se eviten. Los niños y niñas necesitan actividad física, salir y correr, y aquí era momento de calor absoluto. Para la gente joven, a las 8 de la tarde salían todos a la vez y entonces había una masificación que era precisamente lo que se pretendía evitar porque el margen de edad era demasiado amplio. En ese caso, se hizo con la mejor intención para evitar aglomeraciones pero al final se produjeron.
"HAY DECISIONES QUE PODÍAN HABERSE MEJORADO, COMO LOS HORARIOS PARA SALIR DE CASA CUANDO EMPEZÓ EL DESCONFINAMIENTO"
Después, ha habido muchas dificultades para la conciliación. La dificultad de quedarse en casa con los niños y niñas cuando una de las personas o las dos es servicio esencial, es muy difícil. Si yo soy servicio esencial y madre soltera, ¿con quién se queda mi hija? Otros países han dado respuesta a esa pregunta y se dieron ayudas económicas, en el caso de Italia, y en Alemania se pusieron guarderías o escuelas infantiles donde estaban los servicios esenciales porque no había respuesta a esa pregunta. Hay cosas que tendrían que tener respuesta por parte del Gobierno central y ni se preocuparon a pesar de que la gente hablaba de ello.
-¿Le parece efectivo el mestizaje en la conselleria durante esta pandemia?
- Esta conselleria ha tenido y tiene un trabajo continuo en todos los equipos. Estamos trabajando sábados, domingos, festivos,... Todas las personas estamos intentando dar respuesta a esta situación de pandemia. Ayudar a los municipios, coordinarnos con el resto de consellerias y compartimos todos una preocupación por la situación que tenemos, por el presente y el futuro más inmediato y la carga de trabajo que arrastramos de estos meses supone también una carga emocional. Estamos emocionalmente cansados y nos cuesta mucho comprender los incumplimientos de la gente, de esa minoría que incumple las directrices, y al mismo tiempo pedimos comprensión para la ciudadanía por las dificultades que genera la gestión de la pandemia.