VALÈNCIA. Corren malos tiempos para la RACV. La toma de poder en la institución por parte de la llamada ala radical del valencianismo, encabezada por el catedrático José Luis Manglano, ex dirigente de UCD, está llevando al enfrentamiento entre sectores de la misma entidad. El nombramiento de Manglano como decano de la RACV ya se interpretó en su día como un regreso a los tiempos de la confrontación con otras instituciones, y especialmente con la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Pero antes siquiera de empezar esa guerra contra la AVL, Manglano y su directiva se están enfrentando a los miembros de la RACV que no comparten sus postulados.
Los moderados, cercanos al anterior presidente de la institución, el profesor Federico Martínez Roda, llevan meses sin ir a las juntas de la academia en protesta por los nombramientos y actos impulsados por Manglano, quien lejos de tender puentes con otra entidades como la AVL, sigue queriendo fomentar la confrontación entre sectores del valencianismo. Como reacción a este vacío, Manglano y su directiva quieren impulsar un cambio en el reglamento para dejar sin voto a estos académicos rebeldes ya que sus ausencias son tan importantes y numerosas que les dejan sin quórum para aprobar nada.
La modificación penaliza a los académicos con residencia fuera de València capital, como por ejemplo el notario de Madrid Antonio Magraner, el rector de la Universidad Europea en esta ciudad Juan Morote, y otros académicos que, por motivos de salud, han tenido que excusar su asistencia en alguna ocasión como son los casos de Nassio Bayarri, Guillermo Carnero o Daniel Sala. Se da la circunstancia de que todos estos académicos son desafectos a Manglano y votaron en contra de su candidatura.
Por el momento esta modificación del reglamento ha sido recurrida por el arquitecto Javier Domínguez, que ha presentado un escrito de alegaciones en su contra. Y todo apunta a que, si no se atiende a su requerimiento, Domínguez que fue secretario con Martínez Roda, elevará la cuestión a contencioso administrativo. Será la segunda demanda en apenas cuatro meses contra Manglano y su directiva.
La primera demanda la ha presentado el premio nacional de Poesía de la Crítica y catedrático Jaime Siles. El poeta valenciano protestó con alegaciones contra el nombramiento de un académico que se había producido contraviniendo las normas de la institución, ya que según él se habían incumplido los plazos de tiempo y las condiciones marcadas por el reglamento. La intención de Manglano y su equipo era aumentar el número de académicos de su corriente, explican fuentes de la RACV, para así hacerse con el poder de la Real Academia.
El nuevo académico del ala dura debería haber leído su discurso de entrada el próximo 4 de junio, pero como quiera que el recurso ha sido admitido a trámite por la Justicia, el nombramiento ha de ser anulado. Su designación será ahora estudiada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de València, quien determinará la validez del mismo. En una diligencia firmada por el letrado el pasado 8 de mayo, la Justicia reclamaba que se le remitiera al juzgado en el plazo de veinte días el expediente administrativo.
Desde la RACV defendieron este jueves la designación del académico y aseguraron que la denuncia de Siles se basa en una cuestión formal. Así, el secretario de la RACV, el arqueólogo José Aparicio, defendió la validez del nombramiento y aseguró que los asesores jurídicos de la institución les habían dado la razón. En este sentido, explicó que no era tan raro que se tardara un tiempo y que ellos sí que consideraban que se había realizado todo en plazo.
En conversación con Castellón Plaza, Aparicio admitió que existía la confrontación dentro de la RACV, y que ésta tenía como raíz las relaciones con otras instituciones y muy especialmente con la AVL. A este respecto, Aparicio aseguró que la institución que preside Ramon Ferrer “acepta las normas del Institut d’Estudis Catalans y eso no obedece al motivo de su fundación”. “Están aceptando la normativa de una lengua ajena. La AVL está fuera de la ley”, sostuvo Aparicio.
Para el secretario de la institución, los sectores de la RACV que abogan por el consenso y no quieren enfrentamientos, “creen que así lloverán subvenciones, pero no ha sido así”. En este punto Aparicio insistió en que la lengua “es un factor identitario importantísimo” y que la valenciana “tiene su propia personalidad”, dijo.
La bronca en el seno de la RACV se produce en un momento en el que se ha intentado reeditar la Batalla de València por parte de algunos sectores del PP, Ciudadanos y Vox, acusando a Compromís y los partidos progresistas de cesión ante el catalanismo, cuando no de pancatalanistas, una estrategia que se quiere avivar durante esta legislatura. En paralelo, desde la coalición naranja se ha querido incidir en sus rasgos más valencianistas, hasta el punto que algunos dirigentes de este partido han hecho gala de símbolos identitarios vinculados al llamado blaverismo. No sólo eso, incluso el concejal del Ayuntamiento de València Giuseppe Grezzi se definió a sí mismo como blavero en un tuit.