CASTELLÓ. (EFE/Antonio Hermosín Gandul). El Gobierno de Japón ha decidido hoy bloquear 1,63 millones de vacunas anticovid de la farmacéutica Moderna y producidas en España, como medida preventiva después de que se hallasen "sustancias anómalas" en algunos de los viales.
La decisión ha sido anunciada este jueves por el Ministerio nipón de Sanidad y por la farmacéutica Takeda, a cargo de la distribución y venta de la vacuna de Moderna en el archipiélago, tras las anomalías detectadas en los envases de las vacunas por el personal a cargo de la inoculación.
Las 1,63 millones de dosis bloqueadas por las autoridades niponas pertenecen a tres lotes producidos en una planta afiliada a Moderna en España, según confirmó a Efe un portavoz del Ministerio nipón de Salud.
Según informó en un comunicado la empresa farmacéutica nipona Takeda, se habrían encontrado "sustancias anómalas" en algunos de los frascos pertenecientes a uno de los tres lotes bloqueados y empleados en centros de vacunación en Japón.
Ante el hallazgo, las autoridades niponas decidieron suspender por precaución el uso de los tres lotes producidos al mismo tiempo y en la misma planta española, y sin que por el momento se haya podido confirmar cuántos viales presentaban contaminación ni el riesgo que podrían representar para la salud.
"No se ha informado de ningún caso en el que haya habido efectos secundarios relacionados con eso", ha dicho en una rueda de prensa el ministro portavoz del Ejecutivo, Katsunobu Kato.
La farmacéutica estadounidense Moderna investiga los detalles sobre la presencia de sustancias anómalas en los viales y sus posibles causas, ha dicho el portavoz.
Aunque por las vías oficiales no ha trascendido de qué tipo de "sustancias anómalas" se trata, los medios nipones hablan de restos de materiales que podrían proceder de los envases utilizados para las dosis de las vacunas.
El Gobierno nipón afirma que "está trabajando" para que la retirada de las vacunas no afecte a la campaña de vacunación, que en Japón avanza a un ritmo más lento que en otros países desarrollados.
Diversas empresas que colaboran en la campaña organizando la inoculación de sus empleados, como la aerolínea ANA, la tecnológica NEC o la de transporte Tokyo Metro, se han visto obligadas a suspender hoy su administración del fármaco debido a que contaban con los lotes afectados.
El problema con los lotes de Moderna se suma a las dificultades de suministro que sufre Japón con las vacunas de Pfizer, la otra que está empleando en su campaña nacional de vacunación, y llega en un momento en el que el país afronta la cuarta y peor ola de contagios hasta la fecha.
Por su parte, la farmacéutica Rovi está investigando la posible contaminación de la vacuna de Moderna fabricada en España.
La decisión, anunciada por el Ministerio nipón de Sanidad y la farmacéutica Takeda, a cargo de la distribución y venta de la vacuna de Moderna en el archipiélago, afecta a tres lotes producidos en una planta afiliada a Moderna en España.
Rovi fabrica la vacuna de Moderna para la Unión Europea en sus instalaciones de Madrid desde mediados del pasado enero, poco después de que recibiera el visto bueno de la Agencia del Medicamento de Europa (EMA).
El pasado abril, la farmacéutica anunció la ampliación de su acuerdo con Moderna para que, además del envasado y empaquetado de la vacuna contra la covid-19, también participara en la fabricación del principio activo y en su formulación.