VALÈNCIA. Jorge Pérez, director de Inversiones de la histórica cotizada valenciana Libertas 7, es el invitado en esta ocasión dentro del espacio de entrevistas que este diario viene publicando, con el fin de conocer cómo están viviendo los financieros valencianos el estado de alerta.
Pérez, que atendió amablemente la llamada de Castellón Plaza, no solo habla de ello sino también aborda otras cuestiones como la marcha de los mercados financieros, el papel de los bancos centrales y los gobiernos en esta crisis y, entre otros aspectos, cómo será la recuperación económica. A continuación la charla mantenida:
-¿Qué tal está llevando estas semanas de confinamiento y la que nos esperan?
-Con todo lo que conlleva, que no es poco, el confinamiento es el menor de los problemas. Me pesa más saber que hay familiares y amigos en situación de riesgo y el drama que se está viviendo en muchas familias, además de las consecuencias que en términos económicos va a tener la pandemia.
-¿Cómo se organiza para seguir al pie del cañón?
-Tratando de mantener las rutinas habituales y la forma física.
-¿Cómo está respondiendo Libertas 7 ante la crisis sanitaria?
-Desde el punto de vista sanitario hemos tomado todas las medidas que las autoridades han recomendado. Hemos habilitado sistemas de teletrabajo y suspendido las actividades hoteleras y residenciales-vacacionales. También hemos cerrado las oficinas de atención al público para la venta de promociones inmobiliarias y en cuanto a las obras, tras haberlas detenido temporalmente, se han reanudado siguiendo las directrices oficiales.
-¿Y respecto a la responsabilidad social como empresa?
--Hemos puesto en marcha varias iniciativas de impacto social. Entre ellas, hemos donado el 10% de los dividendos de nuestra cartera de inversiones durante el primer trimestre para la adquisición de material sanitario a través de AVE, la Asociación Valenciana de Empresarios. También hemos puesto a disposición de las autoridades una serie de apartamentos para ser ocupados a modo de alojamiento de emergencia en caso de ser necesario. Creemos que es el momento, más que nunca, de arrimar el hombro.
-¿Recibe muchas llamadas estos días de clientes ante las sacudidas en los mercados y qué les trasladan?
-A día de hoy en el área de Inversiones de Libertas 7 no gestionamos fondos ni dineros de clientes, sino fondos propios. Como empresa cotizada nos debemos a nuestros accionistas, a nuestros trabajadores y colaboradores, al mercado y a la sociedad. La pregunta que todo el mundo se hace es cuándo va a acabar la crisis sanitaria y qué impacto va a tener en la economía. Nadie tiene la respuesta en estos momentos a dichas cuestiones pero tratamos de trasladar calma y prudencia. Nuestra obligación como empresa es luchar por seguir adelante y animar a los que nos rodean para hacer lo mismo.
-¿Qué recomendaciones les da?
-Racionalidad, sentido común y cautela. Desde la total independencia que nos proporciona no gestionar fondos de terceros tratamos de transmitir las mismas bases en las que se apoya nuestra gestión, teniendo en cuenta que nosotros invertimos directa y únicamente en equity, tanto en empresas cotizadas como no cotizadas. A nivel de mercados debemos ser conscientes de la situación a la que nos enfrentamos. El catalizador de la caída de las bolsas ha sido un factor de naturaleza no económica sino sanitaria. Todavía desconocemos cuál va a ser la evolución de la pandemia a nivel global y ello conlleva la imposibilidad de realizar predicciones económicas fiables.
-¿Y cómo ve el patio bursátil?
-Las caídas registradas en la renta variable han sido muy importantes. En muchos valores, estos niveles proporcionarán plusvalías a largo plazo a los inversores que aprovechen las cotizaciones actuales para invertir, pero deben estar preparados para ver nuevos mínimos que puede que no lleguen en el muy corto plazo. Posiblemente la recuperación sea más lenta y difícil de lo que algunos analistas están pronosticando, ya que depende de un factor exógeno a la economía que provoca que los modelos predictivos empleados en anteriores ocasiones no sean aplicables. Va a haber muchas empresas que verán reducidos sus ingresos y capacidad de atender sus obligaciones financieras, ello traerá anuncios de ampliaciones de capital y quiebras. El impacto será mayor cuanto más se alargue el parón en la actividad económica, el cual depende de la evolución de la crisis sanitaria.
-¿Y cómo se construye valor en esta compleja situación?
-Elegir negocios de calidad penalizados por valoración es una buena forma de construir valor con vistas al largo plazo, así como liquidar posiciones en empresas con riesgo de default es una buena manera de reducir riesgos.
-¿Dónde se van a frenar los descensos en bolsa tras las medidas adoptadas por los grandes bancos centrales?
-Puedo estar equivocado pero con lo que tenemos hasta ahora es posible que las medidas adoptadas por los bancos centrales no sean capaces de frenar las caídas de los mercados poco más allá del efecto inmediato o cortoplacista del momento en que se anuncian. Estas medidas van orientadas a proporcionar liquidez al sistema para evitar su bloqueo, y pueden frenar la caída de muchas empresas por el colapso del ciclo de cobros y pagos. Son medidas paliativas que indudablemente reducen también el impacto negativo momentáneo en términos de correcciones adicionales en las cotizaciones. La siguiente pregunta a hacerse es el efecto que a largo plazo tendrá en la economía la aplicación de una serie de recetas que nos llevan a un incremento estructural de la deuda en el ámbito público y privado, y en un contexto de menor crecimiento que dificultará el repago de la misma.
-Entonces es un problema de oferta no de demanda...
-Sí y no. Estamos inicialmente ante un shock de oferta agregada por la parada obligatoria de la actividad, no ante un problema de falta de demanda que se pueda estimular a través de condiciones monetarias más laxas para aumentar el consumo, el gasto y la inversión. Pero si no se retoma pronto la actividad las empresas no podrán desarrollar su negocio y muchas acabarán cayendo, con un efecto negativo en forma de desempleo y por ende menor consumo y demanda agregada. Es un círculo vicioso causado no ya por la falta de liquidez sino por la caída global de la producción. El inicio de la recuperación en los mercados tendrá lugar cuando aparezcan o se prevean datos consistentes respecto al control de la pandemia.
-¿Atisba una fuerte recuperación económica una vez pase el ‘efecto coronavirus’?
-Si la pandemia se resuelve pronto y las empresas no han sufrido en exceso cabría esperar un rebote más o menos vigoroso de la actividad. Hay que pensar que antes del inicio del brote la situación económica general era mejor que la existente en 2008, pese a que existían de fondo factores de riesgo a medio plazo.
-¿Y si se prolonga en el tiempo?
-Si por el contrario la crisis sanitaria se prolonga, la destrucción del tejido económico será importante. El abundamiento en la aplicación de políticas económicas que conllevan un incremento del apalancamiento, mutualizado o no, y generación de déficit supondrá un lastre muy pesado para el futuro. Esa losa será un obstáculo a largo plazo para el crecimiento, y puede poner a algunas economías en situación de tener que llevar a cabo severas reformas estructurales afectando a lo que hoy conocemos como estado del bienestar, con consecuencias sociales y políticas. Aun así, la economía acabará recuperándose, pero de manera más lenta y con menor potencial.
-Por último, ¿nos queda mucho para seguir en esta situación?
.Desde el punto de vista de mercados y economía me reitero en que creo que durará tanto como se prolongue la crisis sanitaria. Por la experiencia que nos proporcionan los países en los que mejor se está lidiando con la pandemia, empezaremos a ver la luz cuando se realicen test de forma masiva y reiterada, geolocalizando y aislando a enfermos y portadores asintomáticos del virus, y se proporcione y obligue a la población a usar mascarillas.