El lobo empieza a asomar y no tomamos nota
El autor invita a las pymes a explorar fuentes de financiación alternativas que reduzcan su dependencia bancaria en un entorno de oligopolio financiero
VALÈNCIA. Hablar de Colectual es hacerlo de una de las pocas plataformas de financiación participativa (PFP) debidamente registradas en España por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Una alternativa de financiación que cada día va creciendo ante las cada vez mayores dificultades por la que atraviesa el sector bancario.
Este diario ha querido conocer qué tal le fue a Colectual el pasado año, cómo se presenta 2021 y, entre otros aspectos, la situación por la que atraviesa la financiación participativa. Y para ello ha contactado con José María Ferrer, cofundador de la firma, que una vez más atendió amablemente la llamada de Valencia Plaza. A continuación la charla mantenida:
-¿Cómo se comportó Colectual a lo largo de 2020 y en qué números se movió?
-El año 2020, pese al descenso de actividad de las semanas de confinamiento ha sido un año muy similar a 2019 en las cifras de préstamos formalizados, lo que nos ha permitido alcanzar una financiación acumulada de 9 millones de euros. Asimismo hemos ofrecido una rentabilidad media de 5,85% a nuestros más de 2.600 inversores registrados en la plataforma en un año de consolidación para Colectual.
-¿Afectó mucho la covid-19 en la tasa de morosidad?
-Afortunadamente no, al contrario podemos afirmar que 2020 ha sido un buen año en nuestros ratios de morosidad. Cierto es que reaccionamos rápido, dado que hicimos cambios en nuestros procesos de análisis crediticio y planteamos algunas moratorias de plazos en algunos préstamos, que permitieron a las empresas poder reestructurarse financieramente atendiendo los pagos comprometidos.
-¿Sigue teniendo claro, tal y como manifestó a este diario durante el confinamiento pasado, que “han sido los grandes perjudicados del BOE en la pandemia”?
-Desde luego dejar fuera de la distribución de los créditos ICO a las PFP ha sido un fuerte golpe al sector, y en consecuencia a las pymes que buscaban financiación. No tiene sentido que si tienes necesidad de distribuir fondos a las empresas dejes fuera de la distribución a actores regulados como nosotros. Aproximadamente el 90% de la financiación de pymes está concentrada exclusivamente en cinco entidades, que se convertirá en cuatro en los próximos meses probablemente. Todos sabemos que los créditos ICO, en parte, se han destinado a refinanciar deuda existente en lugar de proporcionar nuevos fondos a las empresas. Esta es la realidad que todos conocemos, pero que no se ha querido mitigar parcialmente. Seguimos sin entender por qué muchos países de la Unión Europea han permitido a las plataformas distribuirlos y en España no.
-¿Qué hoja de ruta han dibujado para este 2021 que, sin duda, volverá a estar marcado por el coronavirus hasta que la vacuna no acabe con esta pesadilla?
-En Colectual hemos realizado una previsión al alza de nuestros volúmenes de préstamos formalizados para 2021. Creemos que este año va a ser un año de crecimiento de nuestro modelo de negocio; estimamos un incremento de pymes interesadas por conocer modelos de financiación distintos a la tradicional bancaria, así como de inversores buscando nuevos activos rentables donde invertir sus ahorros. Las pymes deben realizar una planificación financiera coherente adaptada a los flujos de caja, recortar gastos y adaptar el negocio al sector que se encuentran. Todo ello considerando las posibles restricciones que su actividad puede sufrir a lo largo del año; como en todas las crisis hay sectores que van a ser menos afectados como tecnológico, logística y sanitario.
-Hablando de covid-19, ¿cómo valora las medidas que está adoptando la Generalitat Valenciana con el cierre total de la hostelería y la mayoría de los comercios a las seis de la tarde? ¿Será el fin de muchas pymes?
-Sin duda será el fin de muchas pymes que no podrán soportar un nuevo parón en su actividad, cuando todavía no se habían repuesto del anterior confinamiento. Debería haberse planteado un periodo de exención impositiva hasta la recuperación de la actividad al 100%. Desde luego las líneas que ha puesto en marcha el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para sectores como hostelería, turismo... han sido un gran acierto, tanto por la rapidez en publicarlas como por los destinos de las mismas. En nuestra opinión, la gestión de ayudas o financiación por parte de IVF está siendo un ejemplo en muchos aspectos de cómo debía gestionarse a nivel nacional.
-¿Qué le parecen los préstamos ICO que el Gobierno sacó para socorrer a las empresas?
-En nuestra opinión han sido insuficientes y mal gestionados. La única solución que les han ofrecido a las empresas es endeudarse más y con los mismos financiadores, es decir, la banca. Hemos vuelto a perder una oportunidad histórica de potenciar nuevos actores que ayuden a desbancarizar la financiación empresarial, sobre todo en las pymes que han sido las grandes perjudicadas de la pandemia. En la actualidad nos encontramos empresas con interesantes y rentables proyectos, que tienen dificultades para acceder al crédito. Por otro lado, hemos echado en falta ayudas directas a startups en fases de crecimiento, que han sido los grandes olvidados de los créditos ICO.
-¿Qué medidas implementaría para tratar de evitar la destrucción de empresas y empleos que se avecina si siguen las cosas tan mal?
-De forma inmediata una exención fiscal a las pymes y posteriormente una disminución de la carga fiscal a empresas. No podemos obligar a pagar impuestos a negocios que han sido obligados a cerrar o que se encuentran con caídas de facturación superiores al 25%. También una inyección de liquidez a las empresas a fondo perdido, es decir, ayuda directa a las pymes que sean viables, por supuesto, no regar plantas muertas. Otro aspecto es alargar los ERTE el plazo necesario hasta que se haya alcanzado una situación sanitaria óptima que permita una reactivación económica real. Las cotizaciones a la Seguridad Social deberían eximirse mientras existan problemas sanitarios que dificulten la apertura de sus negocios al 100%. Y, por último, ayudas a las familias que se encuentren en dificultades económicas como consecuencia de la covid-19. No habrá recuperación económica hasta que no haya una solución sanitaria al virus.
-¿Por qué momento atraviesa en España la financiación participativa en general y el crowdlending en particular?
-No atraviesa su mejor momento. El pasado año hubo una lluvia de liquidez a las empresas sin precedentes y dejaron a las PFP fuera de ese reparto. Por otro lado, un hecho como el confinamiento de la primavera pasada generó incertidumbre en la parte inversora, por lo que se mantuvo en posiciones de liquidez, y nos encontramos durante unos meses con ambas líneas del negocio afectadas.
-¿Y las perspectivas para este año?
-Las perspectivas del sector para 2021 son positivas. Por un lado, la concentración el mapa bancario en España generará ineficiencias en el mercado de financiación de pymes que podremos aprovechar; y, por otro, nos encontraremos con inversores que no pueden rentabilizar sus ahorros, con rendimiento cero de los depósitos, sin alternativas interesantes en los mercados de renta fija donde pocos activos garantizan rentabilidades atractivas de forma estable, por lo que los inversores incrementarán la parte de su cartera invertida en activos alternativos. El crowdlending permite invertir en un nuevo activo con una buena relación rendimiento riesgo hasta ahora reservado a bancos e inversores institucionales
-¿Tiene algo que ver la falta de cultura financiera para que siga habiendo tan pocas plataformas de financiación participativas debidamente autorizadas por la CNMV?
-Ciertamente. Nosotros miramos con sana envidia los países anglosajones y nórdicos donde la inversión en economía real es un activo presente en las inversiones de la clase media. En España, el mercado está todavía en proceso de maduración y sólo con medidas de los reguladores destinadas a potenciar el sector podremos encontrarnos con volúmenes cercanos a los de nuestros vecinos de Europa.
-Con una banca que no gana para disgustos (tipos negativos, competencia fintech-bigtech, hiperregulación,…), ¿no es el momento para acabar con la histórica bancarización de este país
-Agradezco la pregunta pero deberías hacérsela a los reguladores porque han tenido la oportunidad con los créditos ICO de potenciar una financiación alternativa fuera del circuito bancario y no la han aprovechado. Parece que en España no existe interés en los legisladores en reducir la dependencia bancaria, el problema es que las consecuencias de su inacción afectan al tejido productivo del país que mayoritariamente son pymes. La destrucción de pymes y el incremento del desempleo es una de las consecuencias de la dependencia bancaria de España.
El autor invita a las pymes a explorar fuentes de financiación alternativas que reduzcan su dependencia bancaria en un entorno de oligopolio financiero