MADRID (EFE). Juan Carlos Ferrero se convirtió en el héroe de la primera Copa Davis ganada por España en 2000 y ahora recuerda que lo que se vivió aquella semana en el Palau Sant Jordi de Barcelona "fue algo único".
El ahora director de la Academia Equelite en Villena y entrenador de Carlos Alcaraz, señala en una conversación con EFE, que sus recuerdos son "muchos y muy bonitos", y que evidentemente nunca los podrá olvidar.
"Fue un año espectacular para mí, y tener la oportunidad de jugar la final de la Copa Davis, como jugador era algo emocionante y como persona me hizo crecer mucho más. Yo era muy joven por aquel entonces, y me sirvió mucho, mucho, mucho, vivir esa experiencia. Saliera bien o saliera mal, y por suerte nos salió de maravilla, y yo tuve la suerte de jugar ese último punto", señala Ferrero.
"Se notó el cariño de la gente, que estuvo muy expectante todo aquella semana, y se acuerdan todavía de aquel revés paralelo", dice al rememorar el último punto contra Hewitt. "Te das cuenta de la importancia que tuvo para España, para los jugadores. Fue algo único para todos los que vivimos aquella experiencia".
Ferrero añade que la presión estuvo latente todo el tiempo. "Se nos daba como favoritos, por la superficie de la pista, porque teníamos un equipazo, y teníamos ante nosotros una gran oportunidad que nos tenía muy motivados", dice.
"Pero también había mucha presión de querer hacerlo bien, de no fallar. Había jugadores con mucha experiencia y otros con algo menos, como era la mía", prosigue.
"Al final las ganas de superarnos a nosotros mismos, de conseguir aquella primera Ensaladera superó esa presión y ese nerviosismo, que era mucho, pero lo conseguimos", dice Juan Carlos que admite que todo cambió para él después.
"Fue una final que se vio en todas partes. A nivel deportivo me hizo vivir experiencias dentro en la pista que no había vivido antes. A pesar de que ya estaba más o menos cerca del 'top ten', no había vivido momentos tan tensos dentro de una pista y superarlos me hizo crecer rápidamente", dice.
"A nivel de fama se hizo un poco complicado, porque pasé de ser conocido a ser "mega" conocido, en España sobre todo. En España no fue fácil porque uno se tenía que acostumbrar. Pero fueron bonitos recuerdos, ver el cariño de la gente será muy difícil de olvidar", comenta el exnúmero uno del mundo.