La cantautora canadiense regresa a València con un nuevo disco bajo el brazo. El cuarto que publica de canciones en español, en el que destaca una colaboración con Nacho Vegas. La cita es este sábado en la sala 16 Toneladas, compartiendo cartel con Early Day Miners
VALÈNCIA. Antes de apresurarnos a bromear sobre los músicos españoles que cantan “regular” en inglés, deberíamos acordarnos de la sensualidad germánica de Nico cuando arrastraba por el lodo sus palabras en las colaboraciones con la Velvet Underground. O de la ortopédica (y encantadora) voz de Jonathan Richman cuando cantaba aquello de ¿A qué venimos si no a caer? O también podríamos pensar en Julie Doiron y sus últimos discos de canciones cantadas en español. Sí, el “acentorro” también tiene su encanto, si estás dispuesto a encontrarlo.
La artista canadiense, cuya carrera comenzó a principios de los años noventa como bajista del grupo de noise-pop psicodélico Eric’s Trip, tiene una relación especial con España. Tanto es así que, a pesar de no dominar la lengua, ha publicado ya cuatro discos de canciones en español. El último de ellos, del que se han editado solo 500 copias con el sello Acuarela Records, se grabó precisamente en València aprovechando su visita al Truenorayo Fest en el año 2018. “Siempre he querido aprender español. Llevo viniendo desde 2003 y siempre me siento como en casa cuando estoy aquí. Me gusta cómo suena la lengua, y este proyecto me ayuda a aprenderla poco a poco”, nos explica en esta entrevista poco antes de visitar la capital del Turia a presentar sus últimos temas y a repasar algunos de los hitos de su dilatada trayectoria como cantautora.
Doiron, que acaba de grabar una canción a dúo con Nacho Vegas -“Más Dulce”-, no solo está al corriente de la actualidad musical española –“Me gustan mucho María Arnal i Marcel Bagés, Rosalía y Xisco Rojo”, sino también de referentes del pasado, entre los que nos ella destaca a Migala y Lole y Manuel. Es consciente de que tiene en este país una buena base de fans, a los que dedica este último disco. “Solo hemos editado 500 copias porque son un regalo para los fans que van a venir a los conciertos y para aquellos que han estado desde el principio de mi carrera y siempre encargan copias por internet”.
“La verdad es que yo no escribo letras en español. Son adaptaciones de mis canciones que hace Jesús Llorente, de Acuarela Records -reconoce-. Sin embargo, como canto en otro idioma, es mucho más difícil para mí mostrar emoción como cuando canto en inglés o francés -apunta-. Al mismo tiempo, es muy bonito poder cantar las canciones y solo preocuparme de la melodía y de la experiencia de estar cantando las palabras de otros”.
La cantautora actúa este sábado en la sala 16 Toneladas dentro de uno de los conciertos del Ciclo Popular Songs, compartiendo cartel con los norteamericanos Early Day Miners, que regresan a la actividad después de un silencio de casi una década. La conjunción de ambas bandas promete ser interesante. Son dos maneras muy diferentes de expresar emoción y melancolía. Mientras la banda liderada por Dan Burton se mueve en unas coordenadas musicales -slowcore, indie rock- muy dadas a la introspección y a la generación de atmósferas, Julie Doiron toca la fibra con armas muy diferentes: es natural, sencilla, directa.
Sus canciones están tocadas de nostalgia, como si evocaran los paisajes fríos de su tierra natal. De hecho, en su faceta como fotógrafa publicó un libro hace unos años titulado The Longest Winter. “Creo que la gente en Canadá y en regiones muy frías se inspiran en el frío. Estamos mucho tiempo de puertas para dentro y es una parte muy importante de nuestras vidas. Tengo muchas canciones que hablan sobre ello y son importantes en mi vida”. En cualquier caso, Doiron se considera a sí misma “una persona muy positiva”. “Creo que es muy normal tener altibajos y es más común escribir sobre los momentos bajos. No obstante, solo escribo sobre estos momentos tristes cuando estoy feliz”.
Desde que en 1996 cambió el bajo por la guitarra y comenzó a escribir sus propias canciones, Doiron se ha mantenido fiel a un estilo intimista y directo, que no recurre a metáforas complicadas ni escorzos compositivos. A veces sus mensajes nos llegan envueltos en un power pop de guitarras distorsionadas, y otras en folk casero; ella con su guitarra acústica y nada más.
Sus canciones hablan de las cosas de todos los días; de la soledad de una madre que se enrola en giras constantemente o de esa sensación tan común de quien se siente culpable por “no poder más”, a pesar de saber que tiene suerte en muchos aspectos de la vida. “Los momentos más complicados de ser madre y música ha sido tener que estar lejos de mis hijos durante largas temporadas. Sin embargo, he tenido a gente increíble a mi alrededor que me ha ayudado para poder llevar a cabo ambas cosas”, nos explica.
Con una docena de trabajos editados (uno de ellos ganador en la categoría de mejor álbum del Juno, equivalente canadiense al Grammy, en el 2000), Julie Doiron está considerada como una de las cantautoras más expresivas y emocionantes de su generación. Su carrera está sembrada de notables colaboraciones con artistas como Mount Eerie, Okkervil River o Herman Düne. Sin embargo, lo más cercano a un hito comercial que ha tenido fue la inclusión de una de sus canciones –The Life of Dreams-, en un anuncio televisivo de Iphone ¡Qué cosas!
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