Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. La Acadèmia Valencia de l'Audiovisual hace balance de su 2019 y encara los próximos meses en un comunicado que ha remitido a todos los miembros del nuevo ente, encargado principalmente de la organización de los Premis de l'Audiovisual Valencià. Este año, la gala se ha organizado en Castellón, igual como en 2018 fue en Alicante, cuando aún no se había constituído formalmente. El año que viene, los premios del audiovisual serán en València, y en ellos se verá finalmente la capacidad de adaptación y reunión que ha congregado la Acadèmia en el sector durante sus dos años de vida. El camino de la junta actual está trazado y las sensaciones son muy positivas.
Así lo expresa su presidente, Pep Llopis, en el comunicado: "deseamos trasmitiros nuestro agradecimiento por permanecer al lado de la Academia, por vuestra masiva respuesta asistiendo a la Gala y por ayudarnos a dar a nuestros premios, y con ellos al audiovisual valenciano, el prestigio que merecen". De paso, califica la gala del pasado 22 de noviembre de "digna" y asegura que la junta "toma buena nota para mejorar de cara al próximo año". 2020 no será un año baladí para el cine y el audiovisual valenciano, y la Acadèmia es consciente de ello,
De hecho, ya se prepara ser anfitriona del III Encuentro de Academias de España y Portugal, que acogerá València el año que viene. Algo que, en palabras del propio Llopis, "puede suponer un importante evento para visibilizar la consolidación de la Acadèmia a nivel estatal e ibérico".
Actualmente, la AVAV solo se nutre económicamente de un convenio nominal con el IVC para la celebración de los Premis de l'Audiovisual, los patrocinios privados para lo mismo, y las cuotas de los socios. Sin embargo, los planes de la Acadèmia pasa por ser "operativa y fuerte" y "conseguir otros tipos de contraprestaciones para los académicos y académicas". Esas contraprestaciones incluirían una sede propia en la que poder atender personalmente y tener un lugar de gestión. En un primer momento, el IVC les ofreció un lugar en el Rialto, pero, al querer marcar la diferencia con la gestión política y pública, sus encuentros se han venido realizando en la sede de la SGAE de la calle Blanquerías.
La Junta se propone como objetivo también "establecer acuerdos para obtener mejoras por ser miembros de la Acadèmia". En este sentido, una de las acciones pormenorizadas sería la de intentar facilitar la exhibición a través de premiérès o actos de promoción, en una industria tan local, cuyo potencial comercial le aleja de las ventanas más habituales de distribución. De esta manera, la gran mayoría de estrenos se hacen durante un pase o varios en una sala que alquilan y cuya rentabilidad es verdaderamente imposible.
El comunicado también hace prever un espacio para la investigación en torno a las artes audiovisuales, "creando concursos de análisis del sector para poder iniciar publicaciones de trabajos relevantes". Todo un nicho en un territorio que depende de dos macroencuestas que se centran más en el consumo que en la producción. Bien enfocado, poder tener la capacidad de saber qué margen de mejora hay y cómo acotarlo puede ser significante para el futuro del audiovisual de la Comunitat.
Finalmente, Llopis y el resto de la Junta apunta a su página web, para convertirla en "un lugar de fácil acceso, dinámico y ágil que se convierta verdaderamente en una ventana de presencia y divulgación". Además, esto iría de la mano de un crecimiento en la dinamización de las redes sociales "para ampliar nuestro radio de influencia".
Con todo esto, la carta remitida acaba con un última iniciativa: una campaña de captación de socios y socias, a los que la Junta invita a participar a todos los miembros actuales. Porque todo pasa porque la Acadèmia pueda juntar las clases bajas y medias del cine valenciano, la producción de las tres provincias, y una industria importantemente fragmentada. 2020 dirá.
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