VALÈNCIA. El año comenzó a torcerse a partir del segundo trimestre. Así lo reconocía este verano un informe firmado por Econcult, el grupo de investigación de la Universitat de València especializado en economía de la cultura, que analizaba el impacto de la covid-19 en el sector cultural valenciano. A sus previsiones de pérdidas económicas y reducciones de personal se unen también los últimos datos del Ministerio de Cultura, que mediante un análisis trimestral de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicado esta semana estima que, tras un gran arranque de 2020, el empleo vinculado a la cultura ha caído en la Comunitat Valenciana un 16,9 % respecto a los tres primeros meses del año, los últimos antes de la pandemia.
De este modo, y con 12.500 empleos menos que a comienzos de 2020, la autonomía valenciana encaja hasta septiembre la tercera mayor caída del país solo por detrás de Andalucía, que se deja un 21,6 % del trabajo relacionado con el sector cultural, y de Canarias, que cede un 27,2 %. Las cifras de la Comunitat reafirman por tanto algunos de los principales temores del sector, que ve mermado su tejido productivo tras meses de convivencia con la covid-19. Aunque de momento, y al contrario del escenario que ya se observa a nivel estatal, el dato laboral aún queda ligeramente por encima del registrado a estas alturas de 2019.
Ello se debe al importante aumento del empleo que la Comunitat Valenciana experimentó justo antes de la crisis de la covid-19, en el primer trimestre de 2020. Los sectores vinculados a la cultura crecieron entonces en casi 10.000 personas hasta situarse en 74.000 trabajadores, una de las cifras más elevadas de la última década. A pesar de ello, y si continúa la tendencia a la baja en un último trimestre del año marcado por las restricciones y la incertidumbre en torno a las fiestas navideñas, la autonomía valenciana perdería ese margen y sí cerraría el ejercicio con menos trabajo en sus sectores culturales que al término de 2019, cuando registró 64.300 empleos.
Los análisis del Ministerio de Cultura, que recogen como empleo vinculado al tejido cultural a aquellos trabajos desarrollados en áreas como la editorial, la audiovisual, la artística, la escénica, la museística o incluso la bibliotecaria, apuntan igualmente a que el trabajo en estos ámbitos ha caído un 8,6 % respecto al inicio de 2020 y en el conjunto del país. A su vez, y en términos interanuales, los datos reflejan que España cuenta con 56.900 personas menos en el sector cultural, un resultado que además no tendría en cuenta a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ya que para la EPA son personas ocupadas.
La tendencia laboral de este 2020 rompe pues con la línea que se advertía desde el último lustro, cuando el empleo registrado en el tercer trimestre, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre, siempre mejoraba el dato con el que el sector arrancaba el año.
En términos estatales, y según el análisis del Ministerio de Cultura sobre los efectos de la covid-19, se aprecia que los contratos más afectados por la situación de pandemia son los temporales, que se han desplomado un 27,6 % respecto a los meses previos al virus y más de un 32 % sobre el tercer trimestre de 2019. Los indefinidos, por su parte, han caído un 6,9 % en relación a los primeros tres meses de 2020 y se quedan en 342.800 personas.
El dato es relevante porque en el tejido productivo cultural más del 65 % de los trabajadores son asalariados. La cifra de los empleados autónomos, a su vez, se mantiene prácticamente invariable si se la compara con los momentos anteriores a la covid-19 o con el mismo periodo del año pasado. De momento, cae solo un 0,3 % respecto al tercer trimestre de 2019 y se sitúa en 218.400 personas. Por su parte, los sectores más afectados a nivel nacional serían los que se agrupan en torno a los espectáculos y el diseño, por un lado, y las artes gráficas, la imagen y el sonido, por otro. En el lado opuesto, la edición editorial, las bibliotecas y los museos serían los segmentos donde menos se habrían dejado notar hasta ahora las consecuencias de la pandemia.
Junto a los últimos datos sobre el empleo y los efectos de la covid-19, el Ministerio de Cultura ha publicado también esta semana su Anuario de Estadísticas Culturales, que sirve como punto de inflexión para evaluar los aspectos positivos y negativos del sector en 2019, el último ejercicio antes de la llegada del virus. En este sentido, la Comunitat es la región cuyos habitantes destinan un mayor porcentaje de su gasto en viajes a la cultura, con un 24 % del total. Ello se debe principalmente a que la inversión en turismo cultural de los residentes valencianos se ha disparado un 30 % el último año hasta los 947 millones de euros de 2019, una cifra solo superada por Andalucía, Cataluña y Madrid.
Sin embargo, el peso de este tipo de turismo en territorio valenciano continúa siendo muy reducido en relación al total recaudado. Las visitas realizadas a la Comunitat Valenciana por motivos culturales solo reportaron el 3,6 % del montante global gastado por viajeros residentes en España, y su cifra absoluta, 135,4 millones de euros, está lejos de los datos más elevados del país. Este escenario, eso sí, se observa también en otras comunidades de la costa mediterránea, ya que tanto en Cataluña (4,9 %) como en Murcia (3,5 %) la relevancia de la cultura en el gasto turístico es de las más bajas del país.
De igual manera, y pese a que en 2016 la Comunitat Valenciana era la undécima región que más invertía en bienes y servicios culturales por persona, con algo más de 300 euros, en 2019 se ubicó como la sexta comunidad en términos de gasto. No obstante, ello no se debe a un aumento de su consumo cultural, que ha descendido hasta los 288,3 euros por habitante, sino a una caída generalizada del gasto en los últimos años. De hecho, la inversión media en cultura se sitúa ahora en España en 266,9 euros por persona cuando tan solo tres años atrás, en 2016, era de 306,7 euros.
Por último, 2019 deja también un importante incremento del 10,5 % en el número de empresas vinculadas al sector cultural, con las compañías dedicadas a actividades de diseño, creativas y de espectáculos a la cabeza. Este grupo, el más numeroso de la Comunitat Valenciana con un total de 4.271 entidades el año pasado, creció casi un 19 % solo en 2019. Otra de las ramas más numerosas, como son las actividades fotográficas, progresó también un 7,3 % hasta alcanzar las 1.538 empresas, mientras que las mercantiles que se dedican a la traducción e interpretación ascendieron un 13 % hasta las 923.
En el ámbito de las bibliotecas, los archivos y los museos, asimismo, se produjo un incremento superior al 12 %, el más elevado del último lustro, a la vez que las actividades audiovisuales crecieron un 6,5 % y la edición de libros y periódicos se mostró prácticamente invariable. En el lado opuesto, las empresas dedicadas a la edición de videojuegos se redujeron de 15 a 12, y se perdieron diez compañías dedicadas a los aparatos de imagen y sonido e instrumentos musicales (-15,6 %) y trece vinculadas a la educación cultural (-7,3 %).