VALÈNCIA (EFE). El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado dos líneas de apoyo a las empresas, una para firmas estratégicas de tamaño medio y la otra para reforzar sociedades solventes ante las dificultades por la pandemia, que gestionará el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
Puig ha avanzado en qué consistirán estos nuevos fondos tras reunirse con el conseller de Hacienda, Vicent Soler, el responsable del IVF, Manuel Illueca, y el secretario autonómico para la Unión Europea y Relaciones Externas, Joan Calabuig.
La primera de ellas, el Fondo Valenciano de Resiliencia, es una línea de ayudas a empresas estratégicas valencianas de tamaño medio mediante operaciones financieras de un importe de entre 1 y 25 millones de euros.
Para ello, la Generalitat ha solicitado por carta al Ministerio de Hacienda la autorización de esta iniciativa que complementaría un programa similar estatal de ayudas que solo contempla operaciones por encima de los 25 millones de euros.
La segunda línea es el Fondo de Competitividad, dotada con 200 millones de euros, destinada a reforzar empresas solventes valencianas para crecer y consolidar su posición.
Según ha indicado Puig tras el encuentro, el objetivo de la Generalitat, en estos momentos, "es salvar empresas para salvar empleo" y, para ello, el IVF pone a su disposición los dos fondos. Para el denominado "de resiliencia, y que trata de "garantizar la solvencia de empresas que son buenos proyectos pero que ahora tienen dificultades", el president ha detallado que se ha pedido a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, "que nos ayude para conseguir fondos europeos" para esta línea.
El Fondo de Competitividad busca "inyectar capital a estas empresas para mejorar su competitividad, que es lo que generará empleo". "La Generalitat no se resigna a que se cierren empresas y ya está. Con nuestras dificultades e infrafinanciación queremos ayudar a empresas con proyectos solventes para dotarles de suficiencia financiera", ha concluido Puig.
Su nombre está asociado a la banca pública, donde lleva más de veinte años, y, desde hace unos meses, ostenta el cargo de director general del IVF, un puesto que conoce bien y desde el cual defiende las funciones del brazo financiero de la Generalitat