VALÈNCIA (EP). La Generalitat Valenciana está analizando la evolución de la pandemia de cara a las próximas semanas y a la celebración de las reuniones y fiestas de Navidad, aunque de momento descarta aplicar más medidas restrictivas para "no marear la gente".
Así lo ha indicado el 'president', Ximo Puig, en rueda de prensa tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) con la unidad adscrita de Policía Nacional a la Comunitat Valenciana.
"Se trata de actuar con el máximo rigor y de no marear la gente: no podemos sacar un día una medida y otro día otra", ha remarcado, para recordar que la Comunitat está en una situación positiva a pesar de las cifras que deja cada día el coronavirus.
Puig ha defendido así que "no conviene" aplicar más medidas restrictivas, si bien ha reconocido que España sigue en una situación difícil y que "desgraciadamente, las noticias que llegan de Europa no son positivas".
Tras volver a pedir máxima prudencia, ha llamado a "ser conscientes de la responsabilidad individual" y ha puesto como ejemplo la fiesta de estudiantes en el colegio mayor Galileo Galilei de València que originó un brote. "Una fiesta puede significar un grave perjuicio para mucha gente: tenemos un campus cerrado", ha lamentado en relación a la Universitat Politècnica de València (UPV) donde está esta residencia privada.
En todo caso, Puig ha remarcado que "a día de hoy" la decisión es no aplicar más medidas, mientras la Generalitat tiene en marcha "un análisis de lo que va a pasar en las próximas semanas para las fiestas de Navidad". Las medidas para finales de diciembre serán "más o menos restrictivas en función del avance de la pandemia", ha garantizado.
Por su parte, la consellera de Interior, Gabriela Bravo, ha destacado el efecto disuasorio de la vigilancia policial, con casi 16.000 actas de infracción levantadas en los últimos meses por el incumplimiento de medidas. La mayoría están relacionadas con no llevar mascarilla y el resto por los controles para evitar botellones y aglomeraciones, que continúan a pesar del cierre del ocio nocturno.
Paralelamente, los rastreadores del Ejército realizan una media de 800 llamadas al día para seguir la trazabilidad del virus entre los valencianos, unas peticiones que atienden una media del 67% de personas requeridas. "La actitud de los contactos es de cierta disponibilidad a ayudar y facilitar los datos", ha resaltado la también responsable de Justicia.