VALÈNCIA. Un pequeño parche para un problema mucho mayor. Los 800.000 euros de ayuda directa que la Generalitat ha concedido a Feria Valencia, cuyo principal evento anual es Cevisama, para compensar el impacto negativo sufrido por la covid-19 no alcanzan, ni de lejos, el objetivo marcado: cubrir los costes fijos y de personal durante el tiempo de inactividad forzada por las restricciones para combatir la pandemia.
De hecho, esta cantidad apenas equivale a un 13% de lo que el recinto paga en salarios a lo largo de un año, y está muy lejos de la estimación que la entidad había realizado sobre las ayudas públicas que va a necesitar para aguantar hasta que pueda retomar la actividad.
Esas necesidades, según se debatió en la última reunión de su patronato, oscilan entre los 3 y los 11 millones de euros, en función de si se confirma el escenario más o menos pesimista. En ese momento, la Generalitat se comprometió a estudiar diferentes alternativas para ayudar a financiar el impacto económico negativo sufrido por la covid.
Según sus últimas cuentas anuales, correspondientes a 2019, Feria Valencia abona cada año casi 6 millones de euros con una plantilla de 128 trabajadores. Grosso modo, el salario medio ronda los 46.000 euros, pero hay que tener en cuenta que 40 de los 128 empleados tienen la categoría de 'jefe'.
A esa cantidad, que por sí sola ya está muy por encima de la ayuda que ha recibido hasta el momento, hay que sumar los costes fijos del recinto, que alcanza los 231.000 metros cuadrados de superficie cubierta de exposición.
La entidad ha podido aguantar varios meses con las reservas acumuladas sin tensiones de tesorería, pero la cancelación de Hábitat en septiembre y el retraso en la llegada de las ayudas de la Generalitat está comenzado a provocar los primeros problemas importantes de liquidez.
En ese escenario, y tras el compromiso adquirido para aportar al recinto los recursos necesarios para poder mantenerse, la Generalitat continúa buscando la forma de aumentar tel auxilio financiero al recinto, bien mediante otras subvenciones directas compatibles con la que ya se le ha concedido o bien facilitando capacidad para captar financiación mediante deuda.
El recinto feria valenciano mantiene a 122 empleados en ERTE por fuerza mayor desde el 21 de abril. El 70% de la plantilla tiene suspendido el contrato mientras al resto, incluido el director general, Enrique Soto, se le aplica una reducción de jornada de entre el 50% y el 70%.
Sin ir más lejos, el Govern de Catalunya acaba de aprobar una ayuda directa de 5 millones de euros para Fira Barcelona para afrontar los "gastos extraordinarios" derivados de la pandemia.
Por otro lado, el recinto continúa sin cubrir la vacante generada con la dimisión el pasado mes de octubre del empresario Miguel Ángel Fernandez Torán como tesorero de Feria Valencia.
El empresario adujo razones personales, ya que Fernandez Torán transmitió a los órganos de gobierno de la institución su intención de centrarse en su labor empresarial, pues su sector es uno de los más golpeados por la crisis del coronavirus.
Las cuentas de 2019 de Feria Valencia arrojan unas pérdidas de 2,2 millones de euros en 2019. Según explicó Feria Valencia en un comunicado, el resultado está condicionado por el proceso de reestructuración de la deuda por parte de la Generalitat, ya que descontado su efecto hubiera finalizado el año con unos beneficios de un millón de euros.