VALÈNCIA/CASTELLÓ. La construcción retoma la actividad este martes en la Comunitat Valenciana a medio gas. Lo que parecía ser una vuelta al trabajo, después de dos semanas de parón, finalmente no ha podido ser de forma completa. Rehabilitaciones o reparaciones en edificios residenciales seguirán parados, una situación que mantiene en hibernación a muchas constructoras valencianas dedicadas a este tipo de trabajos que temen no volver a abrir si se prolonga esta situación.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba a las 21.15 horas de este domingo una Orden Ministerial en el que prohibía las obras de intervención en edificios en los que hayan personas ajenas a la construcción para evitar el contacto entre trabajadores y habitantes y reducir así el riesgo de contagio por coronavirus. Una decisión in extremis que implica mantener en suspenso las obras en edificios habitados, salvo reparaciones urgentes o actuaciones en inmuebles vacíos, y que supondrá un impacto importante para las empresas que deberán seguir con el negocio parado.
Muchas firmas ya estaban preparándose para la vuelta a la actividad este martes porque, hasta el domingo, no se había dado ninguna indicación de lo contrario. "Nos sorprendió el decreto porque en teoría se reanudaba la actividad. Esta decisión es muy importante por la afectación que va a tener en pequeñas y medianas empresas dedicadas a la rehabilitación", explica a Castellón Plaza el presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec), Francisco Zamora, quien asegura que, aunque acatan la decisión, como no podía ser de otra manera, dentro del sector la sensación es de desconcierto.
"Nos extraña que puedan entrar en los patios de las fincas repartidores de Amazon y de pizzas y, en cambio, los albañiles no. Quizás tienen algún virus especial", ironiza. Y es que, con las medidas de seguridad y el equipo de protección adecuado, considera que no debería existir ningún riesgo para la comunidad de vecinos que vive en el inmueble susceptible de acometer alguna obra. "Antes del parón hemos estado trabajando y no ha pasado nada. Creo que deberíamos de haber seguido, pero el Gobierno tiene la palabra", incide.
Por su parte, aunque no quiere entrar a valorar "un hecho consumado", el presidente de la Asociacion Provincial de Empresas de la Construccion de Castellón (Apecc), Fernando Alfonso, no esconde que, bajo su punto de vista, por ejemplo "las rehabilitaciones de fachada, con andamios eléctricos, se podrían hacer".
No en vano, aunque todavía es pronto para estimar las pérdidas, Zamora recalca que para muchas pyme no poder reanudar la actividad será "un destrozo". En este sentido, Alfonso cifra en "un 25%" del sector castellonense, "unos 5.000 trabajadores", los que no van a poder retornar al trabajo este martes debido a que no se pueden acometer reformas en edificios habitados. Esto es especialmente sangrante, detalla el presidente de la patronal castellonense, "para autónomos y empresas con hasta cinco o seis empleados, además de para otras profesiones, como carpinteros o fontaneros".
De hecho, de acuerdo con los datos de la Conselleria de Economía Sostenible, la construcción es una de las ramas económicas que más se está resintiendo a nivel de empleo. De los 58.734 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentados en la Comunitat hasta el 10 de abril, 3.089 son de empresas del sector y afectan a 16.342 trabajadores.
El resto de las empresas, en cambio, concentrarán sus esfuerzos en aquellos trabajos que sí pueden desempeñar, como obras en viviendas deshabitadas o de nueva construcción, principalmente promociones inmobiliarias. Hay mucho que reorganizar y Alfonso destaca que el sector inmobiliario castellonense "va a seguir funcionando" y, en concreto, lo van a hacer las promociones, "que estaban progresando adecuadamente" en los últimos meses en Castelló, con un incremento continuado y en las que se contabilizaban, antes de decretarse el estado de alarma, "siete u ocho" solo en la capital.
De cara a la vuelta a la actividad de este martes, el presidente de la patronal castellonense señala que la disponibilidad de los equipos de protección individual (EPI) "es lo que más nos preocupa". También el "suministro de material" es una incógnita tras dos semanas parados y las empresas evaluarán la disponibilidad en la vuelta a la actividad.
Para garantizar la seguridad de los trabajadores y el suministro de los EPI, los contactos de Fevec con la Generalitat son constantes. "Estamos coordinándonos con las Consellerias de Vivienda y Urbanismo para ver cuál es la situación y que las empresas que precisen de material puedan recibirlo", asegura Zamora.
Pese a todo, el presidente de la federación de las constructoras valencianas confía en que, cuando se supere la crisis sanitaria, la construcción exhiba su músculo. "Somos una locomotora y cuando pase esto esperemos que se cuente con la construcción para reflotar la economía", concluye Zamora.