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La división en el Eurogrupo impide un acuerdo sobre el rescate a la crisis del coronavirus

8/04/2020 - 

VALÈNCIA. La función del Eurogrupo ha quedado una vez más en entredicho. Después de toda una tarde y una noche reunidos por videoconferencia, de nuevo ha terminado sin acuerdo entre el norte y el sur, en un momento en que la pandemia parece haberse estabilizado sin castigar en demasía a los países al otro lado del Rhin. La condicionalidad que exigen los países del norte es la única posibilidad jurídica en los Tratados y éste es el punto de inflexión que seguirá discutiéndose el jueves, al negarse los países del sur a pagar de nuevo la crisis con reformas estructurales que machaquen su maltrecha economía

Mientras, Países Bajos, Alemania o Finlandia se niegan a asumir los costes de una crisis que azotará, de nuevo, el sur de Europa principalmente. En el recuerdo, la debacle que provocó la crisis financiera mundial y que seguimos pagando por salvar el euro y, con él, a la Unión Europea (UE) en su conjunto. Esto es lo que, al parecer olvidan los países del norte, que nuestra salvación es la salvación de Europa y, por eso, es necesario activar nuevos instrumentos financieros conjuntos que den liquidez a todos sin distinción ante los mercados. 

Francia y España apuestan cada vez más por un Plan Marshall, un Plan de Recuperación con el aval del presupuesto de la Unión de forma inmediata para salvar la emergencia sanitaria. Además de un contingente suficiente a cargo del Marco Financiero Plurianual, el presupuesto de la Unión de 2021 a 2027. “El problema es crear el fondo y cómo gastarlo, además de cómo unirlo al presupuesto europeo”, explicaron fuentes del Eurogrupo.

La reunión continuará el jueves para dar lugar a un acuerdo que llevar al Consejo Europeo, aún sin fecha. Durante toda la noche hubo acuerdos y desacuerdos, negociaciones bilaterales y un descanso importante de madrugada, mientras los ánimos decaían. La postura inamovible de Italia centrada en los eurobonos o coronabonos iba pareja con la de Países Bajos, también inamovible pero en dirección contraria, la de exigir una condicionalidad extrema. Austria y Finlandia se alinearon también con estos últimos. Mientras que Francia y España lideraron el Plan de Recuperación que exige un rescate conjunto de la Unión a corto y medio plazo mutualizando la deuda.

Alemania, por su parte, se muestra prudente, con un inicio de acuerdo con Francia, pero exigiendo que el instrumento de rescate sea el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el cual exige condicionalidad jurídicamente. Cedió un poco su postura contraria de mutualizar la deuda siempre que se utilizara este instrumento financiero, ideado durante la anterior crisis y que endeudó a los países rescatados, incluido el rescate de la banca española. De ahí las reticencias del sur, excepto que se creara un instrumento ad hoc sin condicionalidades que gravaran la recuperación económica. No obstante, para Alemania las condiciones serían posteriores, tras salvar la emergencia sanitaria. 

Francia y España no se opondrían a utilizar el MEDE siempre que no fuera éste el único instrumento financiero a utilizar. Por lo que piden que se creen nuevas formas de rescate dentro de los Tratados. El marco jurídico de este instrumento es lo que aún ha de perfilarse antes de pasar una propuesta al Consejo de líderes. Lo que no está claro es que se idee un instrumento paralelo a los Tratados como ocurrió durante la Gran Recesión. La postura francesa del Plan de Recuperación, no obstante, no se discutió por su dificultad, aunque todos la conocían. 

Alemania estaba cercana a esta posición. Pero el problema es el marco jurídico nacional, ya que el debate debe pasar por el Parlamento en algunos países. Algunos países se posicionaron en este sentido alegando que, “ante esta tragedia, esto es necesario y hay que ser innovador en las soluciones”. También explicó el portavoz de Centeno que “no está explícito en el borrador del documento, pero es un tema que debe estar abierto sobre la mesa de los líderes y hay que encontrar la formulación práctica para que encuentren un instrumento innovador centro de los Tratados”.

Tampoco las cantidades han quedado claras. Utilizar el MEDE podría liberal medio billón de euros de forma inmediata. Respecto al SURE, el seguro europeo de desempleo para los trabajadores, tampoco se llegó a un acuerdo. Países Bajos, de nuevo, se negaba a que saliera del presupuesto de la Unión y que resultara gratis. Además, se habló de que el SURE no sólo fuera un instrumento de protección del empleo, sino que también se utilizara para equipamiento médico e incluso que no fuera de carácter temporal, sino permanente perviviendo después de la crisis. 

Por otra parte, un grupo de países, sin determinar por el portavoz del presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, seguía considerando la creación de un instrumento sin condicionalidad, un coronabono. Ésta posibilidad seguía abierta al concluir la reunión, que continuará el jueves, ya que no llegó a discutirse. Otros, sin embargo, defendían que no podía mutualizarse la deuda sin mutualizar la responsabilidad fiscal. 

El problema es que si sólo se utiliza el MEDE, la cantidad será pequeña. Es más, la condicionalidad fue el obstáculo principal, si se utilizaba sólo como emergencia sanitaria o no.  Es por ello que Francia propuso crear un fondo para el Marco Financiero Plurianual 2021-2027. “Va a haber una recesión profunda y necesitamos afrontarla con el instrumento adecuado. Se necesita un fondo y es el momento para encontrar el marco jurídico adecuado”, manifestaron fuentes del Eurogrupo. En ese punto, comenzaron a discutirse cosas prácticas como los detalles jurídicos.

Mario Centeno, presidente del Eurogrupo, saluda a Nadia Calviño en una imagen de archivo. Foto: EP

La reunión terminó con la postura intransigente de Países Bajos exigiendo reformas estructurales a los países del sur que accedieran al rescate, como ya ocurrió con la crisis financiera de 2008. Mientras otro grupo no tiene problemas en que se acceda al dinero sin condiciones para la emergencia sanitaria, pero que al superar la crisis se establezcan unas condiciones mínimas que no pasarían, no obstante, por medidas como el control de la troika o del Semestre europeo.

Propuesta española previa

Poco antes de la reunión del Eurogrupo, que convocaba ayer tarde a los ministros de economía y finanzas de la zona euro de forma extraordinaria, la vicepresidenta económica Nadia Calviño defendió que “no es aceptable que cada país tenga que hacer frente sólo a los costes derivados de esta emergencia. Por eso tenemos que trabajar en mecanismos de mutualización (de deuda) y buscar un vehículo nuevo o dentro del Marco Financiero Plurianual (MFF) como fondo de recuperación económica para abordar juntos las inversiones necesarias". España acude con la propuesta del Plan de Recuperación junto a Francia y, en menor medida, Italia, que sigue defendiendo los coronabonos.

Para la vicepresidenta económica, la "etiqueta" que se utilice -sea eurobonos o coronabonos- "no es importante y se trata de algo secundario". La clave, ha dicho, es que la zona euro acuda unida a los mercados financieros para que las economías de la moneda común se recuperen sin aumentar las divergencias”. Calviño insistió en llegar a un acuerdo para llevar al Consejo Europeo, que aun no tiene fecha para su reunión extraordinaria, la idea de la mutualización de deuda. La vicepresidenta insistió en la prioridad de “activar cuanto antes estos instrumentos adicionales de liquidez para apoyar en el corto plazo la acción nacional”. Pero insistió también en alcanzar el medio plazo para la recuperación económica y social con un mecanismo de mutualización de la deuda.

Nadia Calviño defendió la necesidad de que la reunión del Eurogrupo se salde con una "clara determinación" de avanzar en la emisión de deuda conjunta en la eurozona y subrayó que no es "aceptable" que los países asuman solos los costes derivados de la pandemia de coronavirus. Por ello, valoró "positivamente" el paquete triple de medidas de liquidez para gobiernos, empresas y trabajadores, pero destacó la “necesidad de avanzar en el medio plazo en instrumentos para compartir los costes.”

Respecto a las medidas a corto plazo,  son 240.000 millones que ha ofrecido el fondo europeo de rescates (MEDE) en líneas de crédito, 200.000 millones que espera movilizar el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para resolver las necesidades de liquidez de empresas y el fondo contra el paro de 100.000 millones planteado por la Comisión Europea.

Uno de los aspectos que más divide es la condicionalidad aparejada a las líneas de crédito del MEDE. Sobre esta cuestión, la vicepresidenta económica del Gobierno ha defendido que estos préstamos sólo deben estar vinculados a adoptar medidas relacionadas con financiar la respuesta a la emergencia sanitaria. El Eurogrupo trabaja por ahora con la posibilidad de que cada paós que quiera acceder a los fondos del MEDE pueda pedir hasta el 2% de su PIB, por lo que a España le corresponderían unos 25.000 millones de euros.

Sin embargo, dijo, España no tiene "ninguna necesidad" de recurrir a "ningún mecanismo de acceso a liquidez" del MEDE porque ha acudido a los mercados con resultados "positivos en términos de vencimientos, demanda y tipos de interés”. No obstante, señaló la importancia de "reforzar" esta herramienta para que sea accesible a "todos los Estados miembros que lo puedan necesitar”.

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