Esta semana me gustaría poner en valor este concepto “educación al desarrollo” con todo lo que ello implica. Y me he permitido la licencia de pensar y soñar un sistema educativo donde existiera una asignatura así desde la etapa infantil. El mundo sería mejor y la sociedad sería mejor
La Educación al Desarrollo podríamos entenderla como una educación encaminada a generar conciencia social, crítica , a construir mediante el conocimiento, actitudes, valores… En definitiva, una ciudadanía global capaz de promover la solidaridad, el compromiso y la corresponsabilidad con un desarrollo humano que sea sostenible.
Este nivel de desarrollo implica una forma eficaz para luchar contra la pobreza , pensar en global y no solo en el individuo, incrementar la responsabilidad y comprensión de los ciudadanos del Norte sobre los problemas propios del desarrollo, generando nuevas actitudes y valores para trabajar por un mundo más justo.
Y en unas semanas como estas donde aún estamos con coletazos de las manifestaciones antirracistas por el asesinato de George Floyd, y donde las fobias con motivo de los actos y campañas con motivo del Orgull 2020 que han empezado esta semana salen a la luz más que nunca , necesitamos un sistema desarrollado no sólo económicamente sino con pensamientos desarrollados basados , entre otros, en el respeto a las diferencias como herramienta de enriquecimiento para una sociedad. Hoy más que nunca la Educación al Desarrollo es necesaria e imprescindible.
El racismo y las fobias sólo se pueden combatir con educación, es la única herramienta capaz de detener estas demostraciones de “analfabetismo” que sigue latente en todo el mundo de manera más o menos explícita
Así de dura es la realidad, sobre todo para quienes piensan que ya está casi superado.
Para un mundo más justo y sin “fobias” necesitamos formarnos como futuros ciudadanos respetuosos desde la base, desde la enseñanza más temprana. Por ello no solo es importante la defensa de las organizaciones no gubernamentales la importancia de mantener el presupuesto destinado a proyectos de Educación al Desarrollo, que también, sino es básico educar desde la infancia sobre determinados valores sustentados en los DDHH más básicos.
Desde la CVONGD como representación de una parte importante del Tercer Sector no dejan de recordar que las ayudas a la cooperación y a educación para el desarrollo, son ahora mismo una herramienta fundamental si lo que queremos construir para salir de esta crisis es una sociedad solidaria y responsable ante los retos tremendos que tenemos por delante.
Pues bien, es en estos momentos de crisis y dónde la incertidumbre por la pandemia del covid-19 sigue presente, es cuando los países en desarrollo más necesitamos trabajar este tipo de educación. La incertidumbre y el miedo pueden generar discursos de odio y fóbicos como mecanismo de defensa muy peligrosos, dañinos y atrasados y más aún si no contamos con discursos políticos responsables en esta materia.
Los discursos políticos que justifican este recorte en ayudas para la Educación al Desarrollo, son discursos vacíos de contenido, populistas y cómodos. No son argumentos a la altura.
La responsabilidad pública de un gobierno y de un estado no debería desaparecer o reducirse en épocas de crisis como ha ocurrido en otras ocasiones por varios motivos, es una medida muy fácil de tomar y con unas consecuencias terribles en los países de origen, si hablamos de cooperación, y la para la sociedad más próxima, si hablamos de Educación al Desarrollo.
Y es que no olvidemos que existe ya una necesidad creada en estos sectores que no pueden caer en el abandono y que dejar proyectos a medias o sin ejecutar tiene unas consecuencias terribles en el día a día de muchas personas además que es un ejercicio de irresponsabilidad tremendo. Porque el compromiso y la responsabilidad de una institución pública debe estar en los buenos y en los malos momentos, pues momentos malos como los de ahora, los vivimos todos, aquí y allí.
Por todo esto, vuelvo al principio: soñar con un sistema educativo basado en la Educación al Desarrollo como herramienta integrada y trasversal en toda nuestra etapa educativa. Con una sociedad educada bajo estos valores, todos estos argumentos y muchos más que plasmo en este artículo no serían necesarios. No haría falta ni recordar ni reivindicar que no se recortaran ayudas ni para la Educación al Desarrollo ni para la Cooperación.
Primero porque las prioridades en épocas de crisis serían diferentes, quizá los criterios económicos no estuvieran por encima de los sociales, o quizá serían criterios basados en una economía social más respetuosa y más equilibrada que no aumentara las diferencias sociales sino que las reduciría; y segundo porque ya estarían gobernando otros perfiles de políticos votados y elegidos por una sociedad formada y educada con la base que defiende la Educación al Desarrollo. Y segura estoy que no habría objeto de debate en este aspecto ni haría falta escribir este tipo de artículos.
La semana que viene… más!
*Durante el acto se leerá un comunicado en el que se denunciará el racismo institucional y social anti-negro que no se ejerce exclusivamente EE.UU, sino en todo el mundo. De manera diversa, el racismo institucional y social atenta contra las vidas negras, tanto de forma directa con el asesinato físico como de forma indirecta con las condiciones de pobreza estructural, explotación laboral y falta de oportunidades a las que somos sometidas.
En el contexto actual, el covid-19, no sólo ha servido para justificar la violencia contra los cuerpos negros se pudo ver en China, sino que también este virus ha golpeado duramente a las comunidades dado que se encuentran en los puestos de trabajo más precarios, a los cuales se les niega el acceso a la sanidad y vivienda digna.