VALÈNCIA. Una de las exigencias que la oposición del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, viene reiterando desde hace meses es el adelgazamiento del Ejecutivo compuesto por PSPV, Compromís y Unides Podem. Un Consell compuesto por 12 departamentos sobre el que se han solicitado recortes por parte de la líder del PPCV, Isabel Bonig, una posición que ha sido secundada por otras fuerzas como Ciudadanos pero incluso también por referentes de la patronal como Salvador Navarro, presidente de la CEV, quien también instó recientemente al Botànic a una reducción de la Administración.
Unas críticas que se acentúan, además, al existir cuatro puestos vacantes de altos cargos desde que comenzó la legislatura hace un año y otro más, la Dirección General de Ciencia e Innovación, que lleva sin responsable al frente la friolera de seis meses. "Estos puestos no debían ser muy necesarios", señalan fuentes del PP ante esta circcunstancia.
¿Cómo piensa defenderse el Consell ante esta insistencia de adelgazamiento del número de altos cargos? El antídoto por parte de Presidencia de la Generalitat y también del PSPV: la Administración que lidera Puig está "dimensionada" y está "proporcionada" respecto a la población de la Comunitat Valenciana. Para demostrarlo, los socialistas vienen estudiando en las últimas semanas la estructura de distintos gobiernos autonómicos liderados por el PP y Ciudadanos, que cuentan además con el apoyo de Vox. De hecho, varias de las conclusiones ya se han plasmado en un documento interno que circula entre los socialistas a modo de argumentario.
Así, tal y como se refleja en el citado documento, el Gobierno valenciano dispone de un total de 137 altos cargos, cuyas retribuciones representan un 0,18%, del presupuesto mientras las asignaciones del personal eventual -un total de 116 asesores- suponen un 0,12%. Una manera de expresar que el debate sobre los altos cargos se sobredimensiona si se analiza el gasto empleado en los mismos.
Una de las primeras comparativas que hacen desde el PSPV es con la Comunidad de Madrid: allí hay 135 altos cargos que cobran más que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que tiene un salario de 71.000 euros, mientras que en la capital esos dirigentes perciben un mínimo de 75.000 euros. En esta línea, la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, gana un 45% más que Puig, 103.000 euros.
En esta comunidad, a diferencia de otras gobernadas por el PP como Andalucía y Murcia, no hay más altos cargos por población de los que tiene la Generalitat, pero sí resultan más caros, concretamente un 36% más que la estructura valenciana.
Por otro lado, en Andalucía, solo la Presidencia tiene adscritos más de un centenar de eventuales, mientras que en el Gobierno valenciano, si se junta el departamento de Puig con el de la Vicepresidencia que lidera Mónica Oltra, el total de asesores no alcanza las 40 personas y, en todo el Gobierno valenciano, es de 116 eventuales.
Eso sí, y esto no se puntualiza en el argumentario del PSPV, tanto el Consell de Puig como la Junta de Andalucía se asemejan si se hace el cálculo de personal eventual por población: ambas autonomías cuentan con un asesor cada aproximadamente 42.000 habitantes. En cambio la Región de Murcia, gobernada por el PP, sí tiene un mayor ratio al contar con un asesor por cada 29.000 habitantes. Es decir, estaría más sobredimensionada.
No obstante, en lo que se refiere a altos cargos, la Comunitat Valenciana está por debajo de estas dos regiones gobernadas por la derecha: la Generalitat tiene un dirigente por cada 36.000 habitantes mientras que Andalucía posee un alto cargo por cada 32.000 habitantes y Murcia por cada 24.000 habitantes. En este punto, Madrid estaría levemente por encima de la Comunitat con un alto cargo por cada 37.000 habitantes.