tribuna libre / OPINIÓN

La importancia de la competencia docente en la educación

19/02/2020 - 

El proceso educativo se encuentra atravesando por un proceso de transformación, en el que el docente se enfrenta a grandes retos educativos. Debe por un lado  preparar a los alumnos para que estos sean más participativos y activos creando sus propios conocimientos y aplicándolos a la vida, logrando acercar así el conocimiento escolar a los problemas complejos del día a día. Por otro lado debe buscar desarrollar las habilidades y destrezas de los alumnos para que estos puedan obtener un aprendizaje continuo, y se encuentren capacitados para incorporarse al campo laboral del mundo globalizado actual. 

En este orden de ideas, el enfoque del proceso de enseñanza aprendizaje basado en la adquisición de conocimiento queda totalmente desfasado, pasando ahora a un enfoque de profundización y elaboración del conocimiento, en el que juega un rol primordial el docente, quien tendrá también que ubicarse en un cambio de enfoque hacia la profundización y creación del saber. 

Para poder desempeñar la competencia docente en consonancia con el proceso de transformación educativa es necesario una nueva manera de ejercer la docencia  que va más allá de la vocación. El docente debe formarse de manera continua en la compleja sociedad actual que, de igual modo, ha venido mostrando cambios vertiginosos no sólo en las estructuras educativas, sino también, en las estructuras sociales, culturales y científicas. 

Se requiere ,por tanto, de un docente transformado, flexible e innovador, que aprenda a aprender para sí mismo, y sea capaz de transmitirlo a sus alumnos, motivándolos y dándole las herramientas necesarias para que estos puedan desenvolverse eficientemente. 

Otras de las capacidades que debe tener el docente en el proceso de transformación educativa es la de organizar, promover y animar el aprendizaje, gestionar la progresión y evolución del mismo, e implicar a los estudiantes en su proceso formativo. A su vez, debe incentivar el trabajo en equipo para lograr fines propios y comunes; ser capaz de tomar acciones en la gerencia de la escuela; informar e implicar a las familias en el proceso formativo de sus hijos; conocer e implementar las nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza, y mantenerse en constante formación para adaptarse a las necesidades particulares de cada alumno y dar respuesta a los problemas contemporáneos que puedan presentarse. En este orden de ideas, vemos como destaca el docente, porque es él quien aproxima al discente al conocimiento de la sociedad actual, y ya no solo a ser un receptor pasivo que nada más se ocupe del entendimiento de materias, sino que a su vez, pueda adaptarse a las exigencias de la educación y la sociedad actual.

Debemos ser conscientes que somos parte de una sociedad del conocimiento, que exige una cantidad de competencias por parte de cada uno de sus miembros para lograr los cambios precisos. El docente debe permanecer en una búsqueda constante del conocimiento, para poder ser un buen guía de los alumnos, los cuales deben tener y alcanzar  la capacidad de adaptarse a los cambios y enfrentarse a todos los retos que se les presenten en cualquier ámbito de la vida.

Pedro Adalid. Doctor en Educación y profesor universitario de Políticas de Calidad Educativa y Planes de Mejora.

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