VALÈNCIA. (EFE) La industria cerámica española ha registrado una evolución "sobresaliente" en 2020 pese a la pandemia y ahora debe avanzar en mejorar su posicionamiento en mercados de renta alta, especialmente Alemania y Francia, y en incrementar su eficiencia, ante el incremento de los costes por los derechos de emisión en los próximos años.
El sector experimentó un crecimiento de la facturación del 2,3% en 2020 respecto al ejercicio anterior, con un incremento del 4,4% de las exportaciones y un retroceso del 4% del mercado doméstico, a la vez que redujo la producción por tercer año consecutivo en un 4,3%, algo positivo por el exceso que arrastra y que se ha traducido en un ahorro de caja de entre 80 y 100 millones de euros en el conjunto de la industria.
El comportamiento de "fortaleza" de la industria durante la pandemia, que partía de una situación financiera saneada, no debe hacer olvidar algunos aspectos que indican no se debe bajar la guardia, según ha indicado el socio director de Deloitte en la Comunitat Valenciana y Murcia, Juan Corberà, durante la presentación este lunes del último estudio elaborado por la consultora sobre situación y perspectivas del sector cerámico.
Entre ellos, ha citado la evolución de las materias primas, como el gas, los mayores costes de CO2 y las perspectivas estratégicas de planes de negocio e inversión para el futuro.
Tres factores explican el aumento de la facturación: el aumento de las reformas en vivienda, las ventas a Estados Unidos -que han crecido un 18 % y ya son el primer mercado internacional- y la reactivación del mercado de Arabia Saudí.
En Europa, que concentra el 48 % de las exportaciones, la evolución de las ventas ha sido asimétrica, con crecimientos en Alemania del 20,3% de las exportaciones; en Oriente Medio y Asia occidental el aumento ha sido del 21%, especialmente por Arabia Saudí; mientras que a Rusia se han reducido un 16%.
En Estados Unidos, el sector español tiene que aprovechar la evolución ascendente del mercado de la construcción, la cuota de mercado que está ganando el producto azulejo frente a la moqueta, y la política "antidumping" con China, que favorece a la industria española.
Para el socio responsable de Financial Advisory responsable de zona este, Gerardo Yagüe, el sector azulejero español está saneado financieramente, en términos de rentabilidad, y se mantiene la tendencia de concentración en compañías de mayor tamaño especializadas en marca o en volumen en detrimento del segmento intermedio, que va perdiendo peso dentro del sector.
Según el estudio, la industria española -ubicada mayoritariamente en la provincia de Castellón- debe avanzar en mejorar su posicionamiento comercial en mercados de renta alta, sobre todo Francia y Alemania, donde solo concentra el 11% de sus ventas frente al 31% de la industria italiana.
Asimismo, el informe destaca que debe competir vía diferenciación y fortalecer la marca país para incrementar el precio medio de exportación, que es de un 59% inferior al de Italia.
Existe una diferencia de 5 euros en el precio medio de exportación de España e Italia -los dos países referentes a nivel mundial en el sector- debido, según Deloitte, a factores que se pueden corregir pues la industria española tiene la tecnología, el conocimiento para competir "de tú a tú" y productos de la misma calidad.
En cuanto a la construcción, al inicio de la pandemia se vivió un aumento de las reformas que actualmente llega a valores cercanos a la situación precovid en España, en tanto que en Europa se espera que el sector remonte gradualmente y se recupere para finales de 2023.
El descenso del gas natural de hasta el 60% en Europa durante la pandemia se recuperará gradualmente en los próximos cinco años, y el coste del transporte marítimo se ha disparado, mientras que el comportamiento de las materias primas ha sido dispar.
El precio del derecho de CO2, por encima de 40 euros frente a 24 euros antes de la covid, previsiblemente mantendrá su tendencia alcista a futuro, según el informe de Deloitte, cuyo director de Audit & Assurance de la zona este, Manuel Donat, ha advertido de que la evolución al alza se ha acortado entre 7 u 8 años.
Para afrontar esto, será clave aumentar la eficiencia productiva para defender la rentabilidad y la competitividad frente a otras regiones productoras que operan sin los sobrecostes derivados de las restricciones de emisión, según Alfredo Vasallo, autor del estudio.
Deloitte considera que a medio plazo se pueden reactivar las operaciones de adquisición o integración de empresas del sector, que ya está muy concentrado en diez compañías que aglutinan el 75 % del ebitda.
Desde la consultora señalan que las empresas con una facturación de entre 50 y 200 millones están abocadas a ganar tamaño, y han descartado la deslocalización.